A días de que ingrese a la Legislatura la Ley Provincial de Educación y con tres iniciativas con el visto formal que apuntan a promover el sector de la economía del conocimiento, empieza la búsqueda de consensos. Otra vez, como pasó anteriormente con otros textos que manda el gobernador Rodolfo Suárez, es Mario Abed el encargado de juntar las voluntades de la oposición.
La Vicegobernación, a través del juninense, sostiene el protagonismo como hace bastante que no se ve en las gestiones anteriores. En general suele haber chisporroteos, como sucedió entre Alfredo Cornejo y Laura Montero; también se repitió en la gestión de Francisco Pérez, en la que Carlos Ciurca le hizo y ganó una interna al entonces gobernador. Una situación parecida a la actual se vivió entre Julio Cobos y su vice, Juan Carlos Jaliff.
Suárez apuesta en su hombre de confianza las tensiones que pueda tener con la oposición y no duda en encomendarle tareas, como cada ley con la que pretende contar. Esta vez no será la excepción.
“No hay pueblo o departamento que no crezca si no es a través de la educación. No es una ley enlatada. Es una ley donde el señor Gobernador ha pedido un consenso, que hablemos, charlemos y modifiquemos lo que tengamos que modificar ante las mejores ideas”, dice el titular del Senado a Los Andes. Reconoce que aún no se habló del tema con la oposición porque el proyecto todavía no llega a la Casa de las Leyes, aunque circula un borrador.
Abed ya había mostrado credenciales de negociador cuando le tocó el trastabillado Presupuesto provincial. Si bien no logró lo que esperaba, su muñeca política aprobó el examen y empezó a ganar peso político en el equipo de Suárez.
Por eso no sorprendió la responsabilidad que le delegaron desde el cuarto piso de la Casa de Gobierno a la hora de sacar adelante Mendoza Activa, la Ley de Empleabilidad y el Banco de Vinos. Mate en mano, el vicegobernador salió junto al ministro de Economía, Enrique Vaquié, a recorrer todos los departamentos.
En el edificio legislativo lo acompañó Andrés Lombardi, el presidente de la Cámara de Diputados y quien integra esa mesa chica desde donde surgen las estrategias entre cafés y almuerzos en las oficinas. El diálogo es cotidiano y si bien son de extracciones distintas, juegan en tándem.
La oposición reconoció la voluntad oficialista y avaló, luego de algunos tropiezos con el Consejo Económico, Ambiental y Social en donde el peronismo dijo que no. Ahora sucederá lo mismo. No habrá cambios en la formación titular. Es el Vicegobernador el encargado de arremangarse y bajar el voltaje político a temas que preocupan al Ejecutivo: reforma constitucional; Agencia de Ciencia, Tecnología e Innovación; Ley de Economía Basada en el Conocimiento; el fomento a emprendedores del sector y la Ley de Educación, forman parte de la carpeta rotulada “con consensos”.
Una comisión que espera y el SUTE que rezonga
La Comisión Bicameral de Educación aún no se conforma pero la impulsora de ese espacio, Silvia Stocco (PJ) destacó que “es de avanzada convocar al Congreso Pedagógico Provincial porque es pretender que todas las partes opinen. Ojalá puedan participar los integrantes de la comisión”.
El Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) cuestionó el momento elegido para el tratamiento, aunque están a favor de una ley de esta envergadura. “¿Cómo vamos a hacer las jornadas? ¿Por zoom? ¿En serio? Con el cansancio que hay en el sistema, ¿van a plantear más reuniones a los docentes celadores? Es una desconexión absoluta de la realidad que estamos viviendo”, disparó el titular del gremio docente, Sebastián Henríquez.
Algunos inconvenientes se plantean en la previa, pero en la Legislatura no se asustan. “Esto incluye desde los sindicatos hasta un niño alejado de la provincia de Mendoza. Que opinen todos y que entendamos que podamos hacer una ley de educación con los problemas que tiene hoy”, recalcó el negociador oficial.