A principios de semana el presidente Alberto Fernández anunció que este viernes empezaría la guerra contra la inflación. De inmediato se despertaron especulaciones sobre la inmediata puesta en marcha de “de una batería de acciones” dirigidas a aplacar los precios de los alimentos que en el primer bimestre del año superaron los ocho puntos.
Los casi 18 minutos del discurso grabado por Fernández en la residencia de Olivos no conformaron a Juntos por el Cambio. “Hoy no hubo anuncios, sólo la insinuación del garrote de la Ley de Abastecimiento. Día número 1 de la Guerra: muy pobre”, resumió Mario Negri, jefe del interbloque de la coalición opositora.
Juntos por el Cambio viene de aportar el grueso de los votos en Diputados y el Senado, a pedido del oficialismo, para convertir en ley el acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el Fondo Monetario Internacional para refinanciar 45 mil millones de dólares tomados en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri.
Alberto Fernández reconoció el papel jugado por la oposición: destacó “el consenso de legisladores de distintas fuerzas políticas que lograron encontrar los puntos de acuerdo para responder con responsabilidad democrática a una situación que así lo requería”.
Mario Negri, precisamente, buscó refrescar que el oficialismo contó en el Congreso con la resistencia de sectores propios. “El Presidente llegó a la batalla contra la inflación muy débil por los embates de su propio partido. Para llamar a un gran acuerdo nacional se necesita fortaleza”, evaluó el radical, en alusión también a la convocatoria multisectorial que Fernández anunció para este lunes.
El Presidente dijo que los distintos sectores deben sentarse alrededor “de una mesa de acuerdo que nos permita diseñar un mañana en la lucha contra la inflación”.
Fernández habló de “encontrar acuerdos que ayuden a bajar la inflación y a garantizar el aumento del poder adquisitivo de los salarios”. También dijo que el gobierno “no va a dejar de controlar y fiscalizar precios, aplicar la ley de abastecimiento si es necesario y utilizar todos los instrumentos con los que cuenta el estado para cumplir con el objetivo de controlar los precios”.
El radical Rodrigo De Loredo, que preside el bloque Evolución (uno de los diez grupos de Juntos por el Cambio) en Diputados, criticó los instrumentos anunciados por el Presidente en el combate inflacionario: “Controles de precios, fondo formado con retenciones para subsidiar harina, ley de abastecimiento y lucha contra los ‘especuladores’. Si esa fue la guerra, ya la perdimos”, opinó.
Fernández dijo que sus ministros (“he decidido que el gabinete económico se concentre desde este momento”, dijo) irán informando en los próximos días “sobre las medidas que se irán implementado desde este mismo momento”.
El senador nacional por la UCR de Mendoza, Alfredo Cornejo, criticó la falta de anuncios concretos. “Mucho relato y ninguna medida. Tendremos que seguir esperando algún anuncio, pero la experiencia nos señala no hacernos muchas expectativas”, lamentó.
Desde el otro punto del arco político, la diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, tomó con humor el mensaje presidencial. “¡Ustedes no entienden! Como dice el dicho popular, soldado que huye sirve para otra guerra”, escribió en su cuenta de Twitter. El FIT votó en contra del acuerdo en la Cámara de Diputados, igual que el grueso del kirchnerismo liderado por Máximo Kirchner y los legisladores liberales, Espert, Milei y López Murphy.
