El Gobierno provincial comenzó las negociaciones paritarias del año, con el objetivo de acordar aumentos salariales en base a la incesante inflación que atraviesa tanto la provincia con el país. El primer gremio con el que se sentó a negociar este jueves fue el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) en la Subsecretaría de Trabajo, y puso a disposición de los trabajadores estatales docentes dos propuestas de incremento salarial para 2023.
La primera de las alternativas fue un incremento del 33.5% escalonado hasta el mes de julio con revisión salarial en ese mismo mes. Se trata de un incremento idéntico al presentado en la paritaria nacional docente. Esta propuesta consiste en aumentos del 7,5% en marzo, un 8% en mayo y un 8% en julio.
En tanto, la otra alternativa que se puso sobre la mesa implica un incremento escalonado del 71% hasta octubre con revisión ese mismo mes. Aquí se detallan incrementos del 10% en marzo, un 5% en abril, 12% en mayo, 5% en junio, 5% en julio, 14% en agosto, 5% en septiembre y 5% en octubre.
El gremio docente rechazó ambas propuestas, pero la negociación pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes a las 14 horas, cuando volverán a reunirse en la Subsecretaría de Trabajo.
Ante esto, la subsecretaria de Modernización del Estado, Beatriz Martínez, destacó que la primera propuesta “es exactamente la misma que han acordado los docentes a nivel nacional” y se mostró tranquila con el futuro de la negociación.
“Vamos a evaluar los distintos temas que nos han planteado en la mesa y poder ver si acercamos posturas respecto a las dos alternativas que le hemos presentado hoy. Seguramente nos reuniremos en mesa técnica con ellos para analizar posibilidades”, comentó.
Y mencionó que “en estas primeras rondas paritarias siempre acercamos las propuestas y generalmente pasamos a cuarto intermedio, fijando mesas técnicas para ir acercando posturas. Esa es la dinámica que se viene dando”.
Las razones del rechazo
Por su parte la secretaria general del SUTE, Carina Sedano, explicó que rechazaron ambas propuestas porque “no contemplan el 2020 adeudado y las revisiones planteadas son en julio o en octubre”. En ese sentido, sostuvo que buscan “revisiones más periódicas, cada dos meses”.
“Lo del 2020 hace que seamos los peores pagos del país. Entonces esa es nuestra contrapropuesta. Qué se va a hacer con ese año de atraso, dónde sostuvimos al sistema educativo y fuimos una de las pocas provincias que no tuvo aumento salarial”, aseveró la líder gremial.
Sedano comentó que observan, además de la paritaria nacional, lo que ocurre en las negociaciones de las otras provincias. Sin ir más lejos, tienen en cuenta el acuerdo que alcanzó la provincia de San Juan, de un 41% acumulado hasta marzo o en la provincia de Buenos Aires, que hubo un incremento del 40% promedio hasta julio.
En ese sentido, la sindicalista destacó que en enero recibieron un aumento del 5%, mientras que la inflación fue del 6%. “Es decir, que ya perdimos con la inflación”, aseguró.
Por otro lado, también plantearon una revisión en el piso de los docentes y los celadores. “En Mendoza hay un achatamiento. Hasta los 12 años de antigüedad se cobra lo mismo. Entonces necesitamos que eso se revea y también lo que pasa con los celadores, que no tienen ningún piso”, dijo la gremialista.
“Lo que hemos propuesto es que se revea el piso de los docentes y se ate el de los celadores a eso. Actualmente un docente cobra de piso $95 mil y un celador $74 mil”, añadió.
Sobre los pasos a seguir por el gremio, dijo: “Tenemos un próximo encuentro el lunes a las 14 y veremos que hace el gobierno con lo que hemos expresado nosotros”. Y en caso de que no alcancen un acuerdo, Sedano afirmó que “activarán” las herramientas del sindicato y llamarán a plenario para iniciar un plan de lucha.
LA INFLACIÓN Y LAS EXPECTATIVAS
Los indicadores de Mendoza y el país sin dudas no son benévolos para lo que viene. Si bien la inflación acumulada de todo el 2022 fue altísima (de un 96,9% en el alza de precios según la DEIE), no parece que el 2023 pueda ser al menos un poco más tranquilo.
Los datos del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), integrado por analistas económicos y el Banco Central, son completamente desalentadores, ya que vaticinan un 99,9% de inflación para el año 2023, según el informe del mes de febrero, lo que implica inclusio una suba de 2,3% en relación con la misma encuesta del mes de enero.
Esto implica también que se trastocarán las intenciones de un Gobierno Nacional que expresó que la inflación de este 2023 estaría en valores cercanos al 60%. La brecha entre estos dos pronósticos son altísimos, de casi un 40%.
De hecho, hay un acuerdo implícito entre el Gobierno nacional y la CGT para mantener un techo de 60% para los acuerdos salariales y así acotar las expectativas inflacionarias, aún cuando todos los gremios cierran con revisiones en el segundo semestre.
