El Gobierno provincial sufre hoy una jornada de paro de los gremios estatales más importantes que tiene Mendoza, quienes han centrado sus reclamos por mejoras salariales con una medida de fuerza que ha impactado tanto en Salud como también Educación.
Ante las declaraciones del gremio del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), quienes manifestaron que el paro llegó al 90% según un relevamiento en más de 400 escuelas; el Gobierno salió a contradecir estos datos. El ministro de Gobierno, Victor Ibáñez, aseguró que hubo un 32% de acatamiento en las escuelas y que en el ámbito de la Salud es del 31%; y pidió a los padres “que lleven a los chicos a la escuela”.
Además, calificó el paro de “insólito”, sobre todo porque están en medio de negociaciones salariales con los gremios; y por otro lado agregó que hay una “canalización” de parte de la sociedad de la crisis macroeconómica que azota al país por acciones “erradas” por parte del gobierno de Alberto Fernández.
“Es un paro insólito desde cualquier punto de vista. La mesa paritaria de revisión fue adelantada por el Gobernador. Nos hemos sentado en las negociaciones y los gremios rechazaron la oferta por insuficiente. No obstante, la semana pasada adelantamos que íbamos a llevar una nueva propuesta este jueves, y se está trabajando la misma”, comentó Ibáñez.
En tanto, consideró que en la sociedad “hay un descontento general que no tiene que ver con el gobierno de Mendoza, sino con el nacional”, y acusó a centrales gremiales nacionales, como la CTA, de agitar el paro contra la provincia.
Por otro lado, sostuvo que hay que “contextualizar” el momento que atraviesa el país. “Tenemos una situación compleja en términos macroeconómicos y políticos, producto de erradas estrategias por el gobierno nacional. Nosotros no controlamos la inflación, tipo de cambio e importaciones. La inflación nos ha sorprendido a todos”, acotó.
También señaló que, como gobierno, “no podemos hipotecar la provincia ni poner en juego el equilibrio fiscal” y descartó una cláusula gatillo: “Sería comprometer las finanzas provinciales. Nuestros ingresos no están atados a la inflación. Ese tipo de vinculación es insotenible”.
Hay que recordar que la cláusula gatillo, que liga directamente los aumentos salariales al ritmo de la inflación, fue aplicada por el ex gobernador radical Alfredo Cornejo, pero Suárez la eliminó apenas tomó el poder.