El peronismo bonaerense, conducido por una alianza entre La Cámpora e intendentes, tiene ya todo masticado: apoyará a los gobernadores oficialistas, en el operativo clamor por la suspensión de las PASO.
El tema se coló en el plenario del martes del PJ bonaerense, en La Plata. Si bien la cumbre tenía como tema principal definir la adhesión a la marcha a Plaza de Mayo para el 17 O junto a grupos sindicales (el moyanismo y las CTA) y movimientos sociales, las primarias del 2023 se metieron en la agenda del debate.
Máximo Kirchner, presidente partidario, estuvo flanqueado en la mesa de conducción por la vicegobernadora Verónica Magario y por la intendenta de Moreno, la kirchnerista Mariel Fernández. En la mesa también estuvo el ministro nacional de Vivienda e intendente con licencia de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Peronista y kirchnerista (pero no de La Cámpora), Ferraresi explicitó la postura de suspender las primarias. Su voz reflejó la posición de muchos de los mandatarios comunales que integran el Consejo Provincial.
También hablaron Andrés Larroque (funcionario y dirigente de La Cámpora) y la senadora Teresa García. Todos coincidieron en que el mejor cronograma electoral para el 2023 no contempla las PASO.
Un dirigente cercano a los mandatarios del conurbano, dijo a este diario: “la mayoría de los intendentes quiere reelegir por lo que no van a mostrar las cartas en una previa como son las PASO. Prefieren ir directamente a una sola votación en octubre”, explicó. En la provincia de Buenos Aires, las elecciones locales están atadas a las nacionales.
Otro dirigente, en este caso ligado a La Cámpora, explicó por qué la suspensión de las primarias beneficiaría al oficialismo. “Las terceras fuerzas, eliminadas en las PASO, en las generales suelen inclinarse por la principal fuerza opositora al influir el ‘voto útil’”, dijo. Por ejemplo, cree que buena parte de lo que el libertario Milei pueda sacar en las PASO, se transferirá a Juntos en las generales. “El antiperonista no va a querer quemar el voto y se va a agrupar”, especuló.
Otros recordaron los efectos devastadores del fuego amigo tirado en la interna bonaerense de 2015 (Aníbal Fernández contra Julián Domínguez). En las generales, ganó María Eugenia Vidal (Cambiemos).
Pese al consenso mayoritario a favor de la suspensión del instrumento ideado por el kirchnerismo hace más de una década para transparentar y democratizar la selección de candidatos, Máximo Kirchner prefirió postergar la decisión.
Ocurre que sigue sin estar claro el panorama en el Congreso nacional. Allí, finalmente, es donde deberá votarse la eventual suspensión.
Desde Juntos por el Cambio ya avisaron que rechazarán cualquier modificación de las actuales reglas electorales. Son varios los precandidatos presidenciales de la alianza del PRO, la UCR y la CC. Nadie sabe cómo se resolverían las candidaturas sin unas PASO, como en 2015.
En el oficialismo se impuso una tregua hasta que el Gobierno nacional apruebe el presupuesto 2023, la gran obsesión del ministro Sergio Massa. Después (¿a fin de mes?) habrá espacio para discutir las PASO.
Hasta ahora fueron los gobernadores oficialistas los que se habían expresado a favor de no realizar las primarias. Se argumentó, principalmente, la necesidad de ahorrar los más de veinte mil millones de pesos presupuestados para las primarias. El PJ bonaerense y La Cámpora enviaron una señal: su gente se moverá en ese sentido dentro del Congreso.
¿Y Alberto Fernández? El Presidente dijo que quería primarias para las candidaturas. Quizás cambie.