El triunfo de Javier Milei en 16 provincias fue uno de los golpes de las PASO que más le costó digerir a Unión por la Patria. Por eso el puntapié de la campaña presidencial de Sergio Massa será en el interior. Este viernes el candidato se reunirá con un grupo de gobernadores en Tucumán, en una cumbre a la que también asistirá la CGT. Al día siguiente, Massa encabezará el primer acto popular de la campaña en San Miguel de Tucumán.
“Lo vamos a dar vuelta”, le prometió Juan Manzur, gobernador saliente de Tucumán. El exjefe de gabinete de Alberto Fernández, y precandidato a vice de la fórmula fallida con Wado de Pedro quedó a cargo de organizar la convocatoria de los mandatarios (al menos los del Norte Grande). Una versión dice que Manzur recibirá en su casa a Massa, los jefes provinciales y los sindicalistas, entre ellos los llamados “Independientes” de la CGT, Gerardo Martínez (UOCRA), José Lingeri (Aguas) y Andrés Rodríguez (UPCN).
La localía del encuentro recayó en Tucumán. Más de 600 mil votos sacó a gobernador en junio el peronista Osvaldo Jaldo, con Manzur como jefe de campaña. En las PASO presidenciales, Unión por la Patria obtuvo solo 300 mil votos. Y, para peor, Milei ganó por tres puntos (36 a 33). Esa mitad perdida es la promesa renovada del PJ de Tucumán a Massa.
Raúl Jalil es de los gobernadores que le vienen poniendo el hombro a la campaña. En Catamarca, Unión por la Patria superó ampliamente a Milei en las PASO (40 a 24). Santiago del Estero (53 a 27) y Formosa (46 a 25) fueron otras de las provincias que cumplieron. “Sergio es la persona más indicada para llevar el destino del país. El viernes y sábado nos vamos a juntar en Tucumán todos los gobernadores y le vamos a demostrar nuestro apoyo”, dijo Jalil sobre la juntada.
“Cuando se decide el ejecutivo, la gente piensa mucho más el voto. Estoy seguro que Sergio Massa va a ganar las elecciones”, pronosticó optimista Jalil.
La reunión con los gobernadores deja atrás el desprolijo capítulo del bono de 60 mil pesos impulsado por Massa y que, por distintas razones, no fue asumido por varios gobernadores oficialistas. “Massa cuenta con todo el apoyo de los gobernadores del peronismo. En Tucumán vamos a tener una reunión para conversar, y definir cada provincia su propio mecanismo de trabajo”, dijo el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, a CNN Radio.
Massa y su equipo están convencidos de que el resultado de las PASO “fue un piso” y que la situación se puede revertir con una campaña “casa por casa y barrio por barrio”. Esa es la tarea que el candidato le exige a los gobernadores y a los intendentes. Los dos puntos y medio de diferencia que Milei le sacó a UP según el escrutinio final de las PASO, permiten conservar algo de optimismo en el oficialismo, aún reconociendo que la situación económica “es el gran lastre de la campaña”.
En el comando de campaña califican de “blandos” a unos 14 puntos conseguidos por Milei. Estiman que es posible revertir la decisión de esos votantes, algo que los consultores políticos creen difícil. “El que votó a ganador y gana, no cambia después su voto”, coinciden los analistas, contra lo que se especula en UP.
Pero desde búnker ‘Massa Presidente’ de la calle Bartolomé Mitre replican que parte de los votantes de Milei en las PASO, “podría no repetir su voto o modificarlo”, según surge de estudios encargados. Al candidato, entonces, se le recomendó “no descalificar, no agredir, escuchar al votante, realizar propuestas serias y propositivas, y plantear cómo sería el país con las ideas de la ultraderecha”.
“Arranca una etapa distinta a las PASO; Sergio empezó con dos encuentros fuertes con empresarios (el Council of the Americas y reunión con la UIA)”, comentan el UP. “¿Se imaginan dejar de comerciar con China y Brasil?”, les preguntó Massa a los industriales de la UIA (que lo aplaudieron), en un ejercicio de “llevar a la realidad” los planteos de Milei.
El problema es que allí no están los votos necesarios para competir contra La Libertad Avanza o Patricia Bullrich. “Además de los empresarios, hay que llegar a los trabajadores o a los comerciantes”, reconocen.
Según trascendió, en UP manejan estos números al inicio de la campaña: Milei tiene una intención de votos del 38 por ciento, sigue Massa con el 32%, y ven tercera a Bullrich, con el 27 por ciento.
Sergio Massa ya reveló días atrás otro eje de su campaña: la convocatoria a conformar “un gobierno de unidad nacional”. Ya convocó al peronismo cordobés de Schiaretti y Llaryora en un acto en Tío Pujio; el jueves pasado invitó formalmente a sumarse a la Unión Industrial Argentina y dijo que nadie debería sorprenderse que, a su eventual gobierno, se sume algún dirigente radical que lo acompañó cuando fue candidato presidencial en 2015 en alianza con el delasotismo. “O un peronista del PRO”, agregó respecto a dónde pretende pescar voluntades.
Mientras el candidato presidencial multiplica su despliegue de campaña (combinado con la gestión del Ministerio de Economía), Cristina Fernández de Kirchner continúa al margen de los avatares electorales, al menos públicamente. El viernes pasado rompió el silencio que mantenía en las redes sociales para difundir el documental de La Cámpora al cumplirse un año del intento de asesinato en su contra.
Massa aludió a la vicepresidenta la semana pasada en Entre Ríos. “Cristina está segura que vamos a entrar al balotaje. Lo que tenemos que ver es quién nos acompaña, porque nosotros vamos a estar y vamos a seguir gobernando la Argentina”, dijo Massa.
Distinto es el caso del presidente Alberto Fernández. Si bien no comparte actividades públicas con Massa, lo apuntala en los actos de gobierno. Hoy en San Juan, donde se entregaron viviendas, impulsó la idea clave del candidato de UP: “El futuro está en lo que dice Sergio Massa, hacer un gobierno de unidad nacional”, dijo Alberto Fernández.
Además de la convocatoria a conformar un gobierno de unidad nacional, Massa viene intercalando mensajes de autocrítica: “cuando sea presidente vamos a poder hacer lo que no se pudo por la pandemia, la sequía y la guerra (en Ucrania), y a nuestros funcionarios les vamos a exigir que si no funcionan hay que cambiarlo”, dijo, parafraseando a Cristina Fernández de Kirchner.