Corría marzo de 2022 y Luis Petri empezaba a armar su equipo para ser candidato a gobernador. Sabía de antemano que el camino a recorrer tenía una pendiente que jugaba en su contra. Por eso, planificó cada movimiento. “Me llamó y me contó lo que quería hacer, me describió paso a paso su plan y hoy veo que cumplió todo”, recordaba hace unos días una de las personas que entrevistó el radical. En ese plan, no estaba contemplado ser candidato a vicepresidente. La realidad lo superó.
Los caminos de la política son imprevisibles: quien dio el empujón clave para que llegara a ese lugar fue el que hasta hace diez días era su rival en la interna de Cambia Mendoza por la gobernación, Alfredo Cornejo. Ese al que enfrentó aunque se sabía superado en recursos y aparato. Petri perdió las primarias, pero fue la revelación y Patricia Bullrich lo vivió en primera persona cuando vino a festejar ese domingo a la noche a Mendoza.
Tres días después, vencedor y derrotado se encontraron a solas. Cornejo le ofreció integrar la lista de diputados nacionales en agosto. Petri lo rechazó. Ambos contaron lo mismo luego: no quería volver a postularse este año. “Es una falta de respeto a la gente andar saltando de un cargo a otro”, argumentó. Claro, distinto es cuando la candidatura trasciende la provincia y pasa a ser nacional.
Tras ese “no” empezó a tejerse la precandidatura a vice que ayer se conoció. Ya se sabe que Bullrich quería en ese lugar a Cornejo. Siente que hablan el mismo “idioma”. Pero cuando él decidió volver a pelear por la gobernación de Mendoza, tuvo que reiniciar de cero la búsqueda.
En la Vendimia, el radicalismo local empezó a instalar la posibilidad de Rodolfo Suárez como vice. Había dos razones para alentarla: la influencia que tiene Cornejo en la precandidata presidencial del Pro y la decisión de que la acompañara un radical del interior.
Pero el gobernador mendocino no hizo nada por ganarse ese lugar, según cuentan. Prefiere quedarse con la banca de senador que Cornejo dejará vacante si gana en setiembre. Un enroque de cargos a la mendocina.
Dicen también que nunca hubo “onda” entre Bullrich y Suárez. Sus estilos son muy distintos. Ella halcón, él paloma. De hecho, el Gobernador desde hace años se siente cercano a Horacio Rodríguez Larreta, el otro competidor en la interna presidencial de Juntos por el Cambio.
Así, el tercer mendocino fue el vencido para la referente del ala dura delPro. Con Petri comparten el alineamiento en los “halcones” y ambos encarnan lo que podría llamarse “la fórmula de la seguridad”. Una redundancia no deseable en campaña, ciertamente. Pero a la vez se complementan en otros aspectos: el vice, de muy buen manejo mediático, tiene 46 años y puede acercarse al voto joven.
A la hora de asignarle paternidad a la nueva postulación, todos apuntan a Cornejo como el primero, pero también alguno se preguntó si no tendrá una cuota de responsabilidad Mauricio Macri, que supo elegir al sanmartiniano como vocero de su gestión y tiene mucha influencia sobre Bullrich.
Hablando de padrinos, un insidioso se preguntó ayer qué va a hacer Julio Cobos. Fue un respaldo clave para Petri en la campaña provincial, pero se ha mostrado hasta ahora muy cercano a Larreta por coincidencias y por su decisión de estar siempre en la vereda de enfrente de Cornejo.
La nominación de Petri reactivó las especulaciones sobre la lista de diputados nacionales. “Ya se puede dar por muy bien pago con la candidatura a vice”, soltó uno que aspira a tener un lugar en la nómina. El mensaje apunta a poner en duda si finalmente Patricia Giménez será incluida o elegirán a todos cornejistas o incluso si habrá alguien del Pro. Las próximas 48 horas serán a toda rosca.