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La barra de Pepe
Tal como contó diario Los Andes en su edición dominical, la elección de nuevas autoridades de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza todavía no empieza formalmente, porque el actual presidente del Tribunal, Dalmiro Garay, no convoca oficialmente al resto de los integrantes a deliberar y votar por el futuro titular, quien debería asumir el sábado que viene.
En esa publicación también contábamos que esta vez, por la ley 9423, sancionada el año pasado, ahora hay que elegir también a dos vicepresidentes que conforman la poderosa sala administrativa de la Corte, que gestiona recursos y nombramientos de personal, así como también influye en la selección de futuros magistrados. Es decir los siete ministros deben elegir a tres personas, y no a una, con funciones clave, lo que agrega complejidad al proceso.
Sin embargo el cónclave de elección todavía no tiene fecha aunque sí hay conversaciones informales “haciendo campaña” por alguno de los dos candidatos en carrera: el propio Garay, quien buscaría la reelección, y José “Pepe” Valerio.
Ambos llegaron a la Corte a propuesta de Alfredo Cornejo durante su primer mandato como gobernador. Una de las diferencias entre ambos es que Garay es un abogado que venía de afuera del Poder Judicial, mientras que Valerio es un hombre con larga trayectoria dentro de la Justicia mendocina.
Dicen en los pasillos de tribunales que Valerio tiene “barra”, entre los empleados judiciales. O para ser más precisos, dicen que entre los dos candidatos, el experimentado supremo (que pasó por todos los niveles de la justicia penal provincial) es el que tiene más adhesiones entre los trabajadores.
Café entre correligionarios
Alfredo Cornejo es un fanático del café. Sus reuniones orbitan entre el tercer piso de la Casa de Gobierno y algunas cafeterías. Uno de sus locales preferidos es República, ubicado en Palmares Open Mall.
La semana pasada fue agitada para algunos dirigentes radicales que organizaban la fiscalización y le daban las últimas revisiones a la lista de unidad de la Unión Cívica Radical. El miércoles pasado, por la tarde, se lo vio a Cornejo compartiendo un café con el intendente de General Alvear, Walther Marcolini.
La relación entre ambos dirigentes no ha sido muy aceitada. Una prueba fue la interna por la intendencia de General Alvear. El jefe comunal, que asumirá en el Senado provincial, apostó por Jorge Pérez mientras que Alejandro Molero, presidente del comité radical en esa comuna, tenía el apoyo cornejista. La nueva autoridad del comité recaerá en Leonardo Viñolo, radical que apostó por Molero para ser el futuro intendente.
Mufa lasherina
El 22 de octubre se realizaron las elecciones generales para elegir presidente. En aquella fecha electoral, Sergio Massa se coronó como el candidato más votado con 36% de los sufragios, seguido por Javier Milei con 30%, resultado que puso a los dos en el desempate final del balotaje, que le dio la victoria al libertario.
Pero, en aquella fecha, de hace casi un mes, el ganador había sido Massa y lo festejaba en el búnker de Unión por la Patria, que se instaló en un lugar de convenciones Complejo C, ubicado en Avenida Corrientes y Dorrego, del barrio porteño de Chacarita, a metros del reconocido cementerio de esa localidad de CABA.
Esa noche, periodistas mendocinos que cubrían la celebración del oficialismo detectaron la presencia esquiva del intendente de Las Heras, Daniel Orozco. En aquel momento, en esta sección indicábamos era “un fantasma en Chacarita” porque no quería ser detectado por la prensa menduca, pero evidentemente fue hasta allá buscando algún techo dónde cobijarse de la interperie a la que estaba condenado tras la derrota de La Unión Mendocina en las elecciones provinciales, boleta en la que él iba como candidato a vicegobernador de Omar de Marchi.
No eran, ni son buenos momentos para Orozco, pues sus penurias continuan en aumento: no sólo perdió la elección sino que hace pocos días fue imputado en la causa que investiga el desvío de fondos a supuestas cooperativas truchas.
No sabemos si ayer volvió a ir como alma en pena a rondar la zona de Chacarita. Pero hubo quienes recordaron aquella discreta incursión y señalaban: “la visita de Daniel lo mufó a Massa y terminó perdiendo la elección”.
Cena con empresarios no amigos
En el debate presidencial del 12 de noviembre, Javier Milei acusaba a Sergio Massa de beneficiar a sus empresarios prebendarios amigos con la estructura del Estado y el ministro-candidato respondía con seguridad: “Yo no tengo empresarios amigos. Tengo empresarios a los que conozco”.
Esa afirmación desató un sinnúmero de publicaciones periodísticas recordando algunos hitos en las relaciones de Massa con el “círculo rojo”. Quizá los más mencionados entre el grupo de empresarios negados por el ministro se cuentan los mendocinos Daniel Vila y José Luis Manzano, Jorge Brito (Banco Macro), Mauricio Filiberti (Transclor), Marcelo Mindlin (Pampa Energía) y Francisco de Narváez (Chango Mas). El último, por ejemplo, es el principal aportante a la campaña que llevó adelante Sergio Massa para llegar al balotaje.
Pero más interesante es que, a pesar de que aseguró ante millones de televidentes: “Yo no tengo empresarios amigos. Tengo empresarios a los que conozco”; en la mañana del 19 de noviembre, fecha del balotaje, la esposa de Daniel Vila, la conductora televisiva Pamela David hizo una publicación en la red social X (antes Twitter).
“Anoche comí con @SergioMassa. De ser el presidente electo, su Ministro de Economía será @horaciorlarreta”, decía David a las 9.26 de la mañana.
Horacio Rodríguez Larreta negó enfáticamente la versión, media hora después de la publicación y su pareja, Milagros Maylin respondió por la misma red social “Ayer comí con Rodríguez Larreta. Me dijo que jamás sería parte de un gobierno kirchnerista. Milanesas con puré, como casi siempre”.
Pero lo importante de la publicación es que al parecer Massa ocultó algo cuando dijo que no tiene amigos empresarios, porque un sábado a la noche cenó con la familia Vila.
El consejo a “Ricardito”
Es reconocida la ferviente militancia de Ricardo Alfonsín por el kirchnerismo. A pesar de su apellido de estirpe radical, su defensa del modelo nacional y popular ha sido tan aguerrida (buscando generar cierta esquizofrénica culpa entre los radicales amantes del ex presidente Raúl Alfonsín que se enrolaron en Juntos por el Cambio), que fue premiado por el presidente Alberto Fernández con el nombramiento en la embajada argentina en España.
En los días anteriores al balotaje, “Ricardito” (tal es el apodo con el que se lo conoce al embajador radical K, a pesar de los años que destila su DNI), había lanzado varios mensajes para conseguir la adhesión de radicales a la candidatura de Sergio Massa, tales como “Mi papá votaría a Sergio Massa” o “Un triunfo de Milei representa un riesgo severo para la democracia”.
Parece que esos mensajes venían ebulliendo en una cabeza mendocina. Y la respuesta esperaba el momento ideal para salir a defenestrar a Alfonsín. Estamos hablando del diputado provincial Gustavo Cairo, un bullrichista del Pro que siguió a Omar de Marchi en la aventura de La Unión Mendocina y que en la elección general del 22 de octubre fue fiscal general en una escuela de Maipú para cuidar los votos de Pato. Derrotada su líder, fue de los que bancó a Javie Milei.
El domingo, después de que Massa asumiera la derrota y mientras Milei daba su primer discurso como presidente electo, Cairo salió con los tapones de punta contra “Ricardito”: “Hola @RICALFONSIN, anda armando el bolsito y conseguite rápido un pasaje en Aerolíneas, así alcanzas a viajar en “línea de bandera”… No te hagas drama, tus amigos peronistas seguro te tiran algo en el conurbano”.
