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El solitario Alberto
El presidente Alberto Fernández quiso imponer una medida de restricción de circulación entre las 22 y las 6 de la mañana de entrada, como gesto fuerte para frenar la segunda ola de Covid-19. Pero los gobernadores opositores y algunos aliados le hicieron frente.
Entre el lunes y el miércoles hubo frenéticas negociaciones del Presidente con varios mandatarios provinciales. La voz cantante de la oposición la llevó el porteño Horacio Rodríguez Larreta. Fue todo por teléfono, por el cuadro de Covid-19 positivo de Fernández.
Fue la primera vez en que los mandatarios opositores se plantaron en seco en torno a las medidas sanitarias. Fernández tuvo que negociar, para no quedar en soledad. Porque hasta el peronista santafesino Omar Perotti le avisó que no iba a aplicar lo que él pedía.
Calentura, no fiebre
En el entorno de Mauricio Macri no lo niegan: está re caliente. Y no porque tenga fiebre, sino por la actitud de uno de sus aliados políticos en el territorio bonaerense que, siente, no lo cuidó como debía e incluso lo puso en riesgo.
El 7 de abril, el diputado bonaerense Alex Campbell y un grupo de dirigentes el PRO se reunieron con Macri en el hipódromo de San Isidro, que está siendo utilizado como centro de vacunación contra el Covid-19.
En ese momento, Campbell ya sabía que había sido contacto estrecho de un caso positivo de Covid-19 y hasta ¡se había hisopado! A pesar de ello, se sentó al lado del ex Presidente y sin barbijo ni distancia de dos metros.
Tras terminar la reunión, Campbell llegó a su casa, abrió Twitter y escribió: “Después de tener contacto estrecho positivo de COVID-19 por mi esposa, decidí no esperar e hisoparme y el resultado es positivo para mi también (por segunda vez). Por favor, sigamos cuidándonos, y ante cualquier síntoma o posible contacto, hagámonos el test como corresponde”.
La tensa espera por María Eugenia
Juntos por el Cambio es un enigma en la provincia de Buenos Aires. La coalición opositora se ha convertido en un gran rompecabezas, en el que muchas partes restan ser acomodadas de cara a las próximas elecciones.
Es una incógnita qué hará María Eugenia Vidal este año. La exgobernadora sigue siendo la dirigente con mejor imagen entre los opositores en el principal distrito electoral. Cómo todavía no dio señales, el resto espera. El tema es que algunos liderazgos ya están chocando.
Los influyentes intendentes Jorge Macri y el radical Gustavo Posse ven a las legislativas como un paso previo a sus aspiraciones gubernamentales. Ambos piensan ser el candidato a gobernador en la boleta de Vidal Presidente en 2023.
Elisa Carrió, de regreso a la política, ya se anotó para esa carrera. El diputado peronista del PRO, Cristian Ritondo, sigue alineado con Vidal, pero intenta que sus aliados en JxC desistan de tirar por la borda a Emilio Monzó. La definición de Vidal, dicen, ordenaría el juego y aplacará tensiones.
El intendente que se las canta a Máximo
El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, envió otro mensaje para llamar a resistir la avanzada de Máximo Kirchner en el Partido Justicialista bonaerense, que ambos quieren presidir.
Primero fue su foto con pala en mano para instalar el eslogan “#YoMeplanto”; después fue la difusión de un tango de Celedonio Flores que rezaba esa frase en el estribillo, pero que curiosamente se llama “Tengo Miedo”; y ahora preparó un spot en el que utilizó como cortina la canción “Peronistas de Perón”.
A saber, ese tema lo compuso el folclorista del litoral Jorge Suligoy y sugiere, entre otras cosas, que a los kirchneristas “algún día les hará juicio la historia por las noches de miseria y de ambición”.
El misterioso oteador del horizonte
Los movimientos de Gustavo Beliz son un absoluto misterio. Es que el secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación Argentina no sólo se maneja sin vocero sino que además parece ser el funcionario más esquivo de la Casa Rosada.
Apela al paso firme y acelerado para evadir las consultas de los periodistas que tratan de transmitirle alguna consulta al término de algún acto oficial. En dieciséis meses de gestión, es el único funcionario de primera línea en el gabinete que no ha respondido preguntas de la prensa.
Su ausencia en las redes sociales también lo transformó en una excepción dentro de un gobierno que pondera la comunicación vía tuits y cadenas de Whatsapp, incluso con off the record plasmados en archivos de PDF.
Sin embargo, Beliz es uno de los funcionarios más influyentes en el Gabinete. “Vilma Ibarra le cuida las espaldas al Presidente, Gustavo mira el horizonte y le anticipa lo que va a venir”, dicen en Casa Rosada.