Aún cuando Rodolfo Suárez, Sergio Ziliotto, gobernador de La Pampa y el ministro del Interior, Eduardo de Pedro se comprometieron a reunirse la semana pasada para avanzar en el diálogo por el tema de Portezuelo del Viento, el encuentro informal sigue sin fecha fija.
Por ahora, solo tiene fecha la reunión de Comité Ejecutivo del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado. Será el jueves 16 de julio de forma virtual y por Mendoza participan el ministro de Gobierno Víctor Ibáñez y el ministro de Infraestructura Mario Isgró.
Este encuentro es presidido por el pampeano Javier Schlegel, el ex director de recursos hídricos de su provincia y que fue nombrado presidente del Comité Ejecutivo por Alberto Fernández en los primeros meses de este año.
“El Comité Ejecutivo se reúne todos los meses. El jueves vamos a definir los escenarios de usos del agua en el año hidrológico que va del 1 de julio 2020 al 30 junio 2021 y la aplicación del Presupuesto aprobado por el Consejo de Gobierno en junio”, explicó el representante de La Pampa, Néstor Lastiri.
Más allá de que en esta reunión la agenda esté colmada de temas duros y administrativos, es muy probable que Portezuelo del Viento se cuele en algún punto porque el encuentro informal para acercar las posiciones entre Mendoza y La Pampa sobre la obra hidroeléctrica aún no tiene fecha de realización.
Encuentro clave
Para Mendoza es muy importante una nueva reunión en la que se sienten en la mesa los integrantes de Coirco con el objetivo de debatir sobre Portezuelo del Viento. El encuentro informal quedó pactado entre Mendoza, La Pampa y la Nación tras la reunión de Consejo de Gobierno del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado del 26 de junio.
Mendoza fue con una postura firme en defensa de la obra hidroeléctrica pero Buenos Aires, Neuquén, Río Negro y La Pampa votaron en bloque y pidieron la realización de un nuevo estudio de impacto ambiental -de toda la cuenca del río Colorado con sus respectivas audiencias públicas- como condición para la aprobación de Portezuelo del Viento.
Ante esta estampida, Suárez elevó un nuevo pedido de laudo presidencial para que Alberto Fernández se manifieste a favor o en contra de llevar adelante los estudios ambientales.
Como la negociación se cerró y las dos cartas que llevaba el gobernador (que las provincias controlen el desarrollo de la obra y auditen que el manejo del agua estipulado se cumpla; y un fondo de garantía de 5 millones de dólares para resarcir a las otras provincias si Mendoza no cumple con las condiciones) no fueron suficientes para abrir el juego, decidieron un nuevo encuentro, esta vez informal y para destrabar el conflicto antes de llegar al arbitraje presidencial.
“Tenemos la primera reunión en 15 días”, dijo Suárez el 26 de junio desde tras salir de la Casa Rosada. Pero el feriado del 9 de Julio obligó a postergar el encuentro que todavía sigue sin día cierto a pesar de que el calendario avanza. “No hay fecha aún”, confirmó a Los Andes el ministro de Gobierno y representante de Mendoza en el Comité Ejecutivo de Coirco, Víctor Ibáñez.
En esta nueva instancia, Suárez ofrecerá la administración del embalse al Coirco para que no falte recurso hídrico aguas abajo, una de las consecuencias que temen en La Pampa, pero no de la generación eléctrica.
Desembolso y licitación
El traspié de Suárez en la reunión de Consejo de Gobierno de Coirco, no evitó que el proceso licitatorio siguiera su normal desenvolvimiento. “El proceso sigue igual. Van por caminos distintos: por uno la licitación y por otro el laudo presidencial por el estudio de impacto ambiental”, explicó Ibáñez. El Gobierno Provincial insistió en que todos pasos legales e institucionales se han dado de la manera correcta, y que no hay nada que frene por el momento su avance.
Así que el 3 de julio, tal como estaba previsto, se abrieron los sobres en un acto en la Nave Cultural. El único oferente fue el consorcio Malal Hue, conformado por la empresa china Sinohydro, Ceosa, Obras Andinas e Impsa. De todas formas, si no hay acuerdo y el laudo presidencial sale en contra de Mendoza, la construcción de la represa se podría demorar entre uno o dos años, tiempo que llevaría realizar un estudio de impacto ambiental en toda la cuenca.