Tras el acuerdo alcanzado entre todos los bloques para evitar el default, la Cámara de Diputados aprobó esta madrugada, por amplia mayoría, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le permitirá al Gobierno refinanciar 45.000 millones de dólares de la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri.
La votación se realizó pasadas las 3.30 de la madrugada y el proyecto se aprobó con 204 votos a favor. Además hubo 37 votos en contra y 11 abstenciones.
Mientras en las afueras del Congreso una protesta derivaba en graves incidentes, puertas adentro se vio la postal del consenso. El oficialismo y el grueso de la oposición se aprestaban a avalar el proyecto al cabo de un debate extenso pero sereno, donde todos evitaron los cruces para no empantanar la sesión.
Con la media sanción, el debate pasa al Senado, donde el silencio de Cristina Kirchner sigue abriendo especulaciones. El oficialismo convocaría a la Comisión de Presupuesto para el próximo lunes, con la presencia del ministro Martín Guzmán. Hay diez días para sancionar la ley antes del 22, fecha en que vencen unos 2.800 millones de dólares.
El debate inició con 129 diputados y amplia presencia de La Cámpora, pero no así del líder de la agrupación, Máximo Kirchner, quien no apareció en el recinto hasta minutos antes de la votación. El hijo de la vicepresidenta solo estuvo presente en una reunión de bloque previa a la sesión, en las oficinas del tercer piso.
En ese encuentro, los legisladores conducidos por Germán Martínez acordaron transitar la sesión con tranquilidad para no poner en peligro el acuerdo con el FMI. Fue la lección que dejó el debate del Presupuesto, donde el discurso de Kirchner hizo enfurecer a la oposición y provocó el fracaso de la ley.
La Cámpora no obstaculizó la sesión, pero ninguno de sus diputados habló en el recinto. También dieron quórum los tres diputados de Patria Grande que responden a Juan Grabois y los dos de la Corriente Clasista y Combativa (CCC). El voto de estos dos sectores, muy críticos del acuerdo, también era una incógnita.
En Juntos por el Cambio estaba previsto un solo voto en contra, del economista Ricardo López Murphy. El PRO, la UCR, la Coalición Cívica y los restantes socios del interbloque garantizaban un apoyo unánime. El siempre polémico Fernando Iglesias estuvo ausente, pero en el bloque macrista negaron una orden para bajarlo y atribuyeron el faltazo a una decisión personal.
Las bancadas “federales” lideradas por Alejandro “Topo” Rodríguez y Luis Di Giácomo también se aprestaban a acompañar. El rechazo más firme provino del Frente de Izquierda y los bloques liberales encabezados por José Luis Espert y Javier Milei. Este último rompió el silencio después de haber faltado al debate en comisiones, aunque no las integra.
El proyecto consensuado busca aprobar la operación de crédito público con el FMI, con el fin de cancelar los vencimientos del acuerdo “stand by” contraído por Cambiemos. Además, se faculta al Poder Ejecutivo a llevar adelante el programa para cumplir con las metas fiscales. Esa fue la principal exigencia de la oposición, que se negaba a involucrar al Congreso en la política económica del Gobierno.
El debate
Al abrir la discusión, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, sostuvo que “un default sería muchísimo más grave” que acordar con el FMI, y remarcó que “se trata de encontrar la mejor salida a una situación que, tal cual estaba planteada, era de absoluta inviabilidad”.
“Se da hoy una extraña paradoja: hay un Gobierno que por sus principios jamás hubiera recurrido al FMI, pero que recibió una auténtica bomba de tiempo y debió sentarse a negociar con el organismo para lograr una refinanciación”, aseguró el legislador, que tenía decidido votar a favor “con la nariz tapada”.
Por su parte, el mendocino Lisandro Nieri (UCR) destacó que “primó la racionalidad y el entendimiento de que hay una obligación por el bien del país de evitar una cesación de pagos, inestabilidad, desorden e incertidumbre. Todo costo para el país, que caería sobre las pymes, el tejido productivo y los sectores más desprotegidos”.
Paula Oliveto, cercana a Elisa Carrió, afirmó: “Con responsabilidad histórica, le estamos dando al Gobierno la herramienta constitucional necesaria. La Coalición Cívica nunca dio un paso por fuera de la institucionalidad. Queremos que el presidente le entregue la banda a otro presidente en 2023. Pero hasta ese año, háganse cargo de cómo sacar a este país adelante”.
En tanto, el jefe del bloque Córdoba Federal, Carlos Gutiérrez, destacó: “Hay que reivindicar este acuerdo, pero no estamos de fiesta. Este logro demuestra que cuando se hacen esfuerzos y se antepone la racionalidad, aparece la responsabilidad y se supera la lógica de la grieta, que es lo que nosotros venimos predicando en el desierto”.
Por la tarde pasó por el Congreso el gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, quien volvió a brindar un fuerte respaldo a la ley y destacó que Juntos por el Cambio “ha logrado destrabar, con una actitud responsable, una situación que los argentinos tenemos que superar, que es no entrar en default”.
Morales señaló que “ahora le toca hablar a la vicepresidenta” y criticó la “actitud irresponsable de Máximo Kirchner y de La Cámpora”. Por el contrario, reivindicó el papel articulador de Sergio Massa. El titular de Diputados brindó una conferencia de prensa antes de la sesión y sostuvo que el tema debe resolverse “con la estatura de hombres de Estado”.
En su discurso de cierre por la madrugada, el jefe del bloque oficialista, Germán Martínez, confesó que intentaron modificar el proyecto a último momento para aclarar que el programa con el FMI ya fue “acordado” y no que era “a celebrarse”. Pero no avanzaron, dijo, para no generar “ninguna zozobra” a esa altura de la sesión. Parte de Juntos por el Cambio había rechazado la propuesta, sobre todo la UCR y la Coalición Cívica.