Falta poco más de un mes para que finalice un año con inflación endiablada y su consecuente impacto en las previsiones de gasto y recaudación del Gobierno provincial. En este contexto desordenado y preocupante, el Ministerio de Hacienda calcula que gastará alrededor de 60 mil millones de pesos más de los que había previsto utilizar para que funcione el Estado allá lejos y no hace tanto tiempo, cuando elaboró la pauta del Presupuesto 2022.
El Boletín Oficial de la provincia ha sido testigo esta semana de una mecánica que se está volviendo demasiado habitual y que hasta produce estrés en las áreas contables del Gobierno provincial. Periódicamente, se publican decretos con ampliaciones del presupuesto que está en ejecución. Se trata de cifras muy importantes las que se incorporan al gasto de 2022. Esos incrementos son posibles porque, debido también a la inflación, ha habido una recaudación mucho mayor a la proyectada inicialmente.
Por ejemplo, este miércoles, se publicó un decreto que aumentaba la pauta de gastos en 14.000 mil millones de pesos (decreto 2090 del 10 de noviembre). Y ayer, otra pieza similar (decreto 2133 del 16 de este mes) sumó otra ampliación por mucho más plata: 24.500 millones.
El ministro de Hacienda, Víctor Fayad, explicó, ante la consulta de Los Andes, las razones de estos cambios. El funcionario señaló que, cuando elabora los cálculos del presupuesto del año siguiente, el Gobierno provincial tiene la obligación legal de respetar las “pautas macrofiscales” que fija la Nación. Dichas pautas indicaban, a setiembre de 2021, que la inflación de 2022 iba a ser del 33%.
Eso no ocurrió y no es ninguna novedad. El cálculo que manejan actualmente las autoridades provinciales elevan el cálculo de la inflación “real” del 2022 al 92%. De allí surgen las necesarias modificaciones contables en el Gobierno.
La enorme diferencia entre el cálculo y la realidad obliga todo el tiempo a ajustar las cuentas e incluso a explicar adentro del gobierno cuál es el mecanismo. “Tenemos que explicarles a todos los ministros que no van a recibir solo el aumento de la inflación subestimada y que, a medida de que transcurre el año, cuando la inflación quede como una mentira, se ajustarán las partidas”, explicó Fayad.
Y agregó: “En este contexto primero se agota el presupuesto de recursos, en junio o julio ya se gastó todo. Y generalmente hacia fines de año, lo que hay que hacer es darles (a los ministros) nuevas partidas demostrando que se recaudó más de lo presupuestado”. Esto último lo certifica un arqueo de la Contaduría General de la provincia, indicó también Fayad.
Debido a esta secuencia, el grueso de las ampliaciones de presupuesto comenzaron a verse en el segundo semestre, entre julio y agosto; y se incrementaron mucho en el último trimestre del año.
Fayad dice que esta situación genera una burocracia enorme. “Es un dolor de cabeza, la mitad de las resoluciones que firmo son por mayor recaudación”, afirmó el ministro de Hacienda. Y recalcó el argumento de que estos problemas son “consecuencia de la subestimación de la inflación por parte del Gobierno nacional”.
Insistió también el funcionario en que los cambios no reflejan una “mayor recaudación”, como indica la oposición, porque los gastos también han sufrido el mismo impacto. En particular, la paritaria con los gremios estatales, que reflejó la inflación real de 2022 con aumentos salariales por encima del 90%.
Números
Las ampliaciones del Presupuesto 2022 por la inflación han hecho explotar todas las previsiones. Por ejemplo, Hacienda calculaba que los recursos corrientes rondarían este año los 330.000 millones de pesos, sin contar los organismos descentralizados. Pero, en cambio, Fayad estima ahora que los recursos llegarían a los 390.000 millones.
Puntualmente, respecto de los recursos propios de la provincia, el año pasado se contabilizaron 70.000 millones de pesos. A eso se aplicó una inflación de 33% que elevó la cuenta para 2022 a 93.000 millones, pero actualmente se calcula que al final se reunirá mucho más dinero: unos 120.000 millones.
La coparticipación federal también subió en forma considerable. Según la explicación de Fayad, con la inflación subestimada iba a llegar este año a 144.000 millones de pesos. Sin embargo, ya ronda los 200.000 millones.
Deudas
El decreto publicado ayer (2133) para aumentar el presupuesto en 24.500 millones de pesos habla de la “deuda flotante” de la provincia.
Señala textualmente en los considerandos que existe la facultad legal para el Poder Ejecutivo de “incorporar entre las distintas jurisdicciones el importe correspondiente a amortización de la deuda flotante y, además, establece que el aumento que se produzca podrá ser ajustado con el concepto ‘financiamiento’ (uso del crédito)”.
Este tipo de deuda fue un grave problema para el último gobierno peronista (Francisco Pérez), ya que no estaba consolidada, pero era real. Sin embargo, el ministro de Hacienda de Rodolfo Suárez ha descartado que exista un problema con proveedores o personal de la administración en la actualidad.
“Están todos los proveedores al día”, aseguró Fayad a Los Andes. “El problema existe cuando hay dispersión de la deuda flotante. O sea, cuando hay gente al día y a la par gente demorada por 120 y 150 días en los pagos. Entre 45 y 60 días para pagar no es un problema”, aseguró.
De todos modos, como todo sube, el funcionario aclaró que se están acelerando los plazos de pagos de certificados de la obra pública. “Por pedido de las cámaras de la Construcción pagamos antes por la inflación, el plazo era de 60 días, pero si se puede se paga antes, porque antes la inflación era 3 o 4% mensual y ahora ronda entre el 6 y el 7%”, explicó.