Quienes venimos de la actividad privada solemos tener una dimensión distinta de la responsabilidad pública. Sabemos que debemos esforzarnos, trabajar mucho, ser creativos, innovadores, tener el suficiente coraje para abordar los desafíos y escuchar.
Sí. Aquello de “el cliente siempre tiene la razón”, desde mi gestión lo llevaré adelante en la comuna, aceptando que todo reclamo es legítimo y todo problema requiere de una solución. Es decir, el vecino de Guaymallén siempre tiene la razón en demandar ante las autoridades lo que la gestión no hace o lo realiza con lentitud e ineficiencia.
A diferencia de quienes hace décadas viven sólo del sueldo del Estado, nosotros proponemos que el ciudadano, el contribuyente de Guaymallén, tenga además de voto, voz y control. Que haga propuestas y a la vez exija. Tenemos más que un plan, un programa para Guaymallén.
Obras, seguridad, comercio, construcción con participación público-privada, deportes, salud, cultura. En cada área, un proyecto posible, realizable y controlable.
Estímulo del empleo para los hacedores, empresarios inversores y trabajadores de Guaymallén. Sistema de capacitación con puntaje
Proyecto de construcción de viviendas con la seriedad que la demanda reclama, facilitando a las empresas el asesoramiento de los profesionales de la comuna y haciendo más accesible cada trámite. Ayuda en el sistema dominial y fomento para los desarrollos privados.
En cultura: volver a las fuentes. Respetar e incentivar todas las disciplinas artísticas, otorgándole recursos y no pagando absurdos alquileres de locales que nadie conoce ni visita; alentando a los creadores y rescatando la riquísima historia cultural, poniendo a las fiestas vendimiales en su lugar.