El 26 de junio, el Consejo de Gobierno del Coirco, que integran los gobernadores de las cinco provincias de la cuenca del río Colorado, tratará en Buenos Aires ocho puntos en el orden del día. Solo uno, el 6, será la brasa caliente de la reunión convocada por el Ministerio del Interior. “Portezuelo del Viento” dice escuetamente el sexto punto del temario que ya tiene en sus manos Rodolfo Suárez.
Lo curioso es que pese a la sorpresa que provocó en el gobierno de Mendoza la convocatoria a esta cumbre del Coirco para dentro de 9 días, la agenda a tratar no debería ser una novedad, ya que fue acordada hace tres meses en la última reunión del Comité Ejecutivo que se hizo el 12 de marzo, una semana antes de que empezara la cuarentena en el país.
A esa reunión en Bahía Blanca asistió en representación de nuestra provincia el ministro de Gobierno Víctor Ibáñez, quien presentó un pedido de recusación a quien debutó ese día como presidente del comité, Javier Schlegel. Ese reclamo mendocino que ahora debe resolver el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, es para que el exfuncionario de La Pampa no actúe cuando se hable de Portezuelo porque se duda de su imparcialidad, ya que hasta el año pasado fue el representante pampeano ante el Coirco.
“El temario del Consejo de Gobierno se elabora en el marco de la reunión del Consejo Ejecutivo y en el momento en el que se elaboró, el tema Portezuelo estaba, porque siempre está”, reconoció Ibañez a Los Andes, quien confirmó que la recusación a Schlegel “no ha tenido resolución” por parte de la Nación.
La reunión de los gobernadores estaba prevista inicialmente para el 23 de abril, pero la pandemia trastocó todo. Finalmente, y a pesar de que la cuarentena sigue vigente en gran parte del país, La Pampa presionó y logró que de Pedro apurara una reunión para el próximo 26 de junio.
Ese encuentro, estipula el temario acordado en marzo, comenzará con la lectura del “informe del Presidente del Comité Ejecutivo”, es decir Schlegel. Luego de pondrá a consideración y aprobación la Memoria y Balance de los años 2018 y 2019.
Tras estas formalidades, Suárez y sus pares de La Pampa (Sergio Ziliotto), Buenos Aires (Axel Kicillof), Río Negro (Arabella Carreras) y Neuquén (Omar Gutiérrez) deberán discutir sobre el “Plan de Estudios faltantes o incompletos para los años 2020”, “Presupuesto, Cálculo de recursos y Plan de Aportes de los años 2020” y “Escasez hídrica: Cierre ciclo 2019-2020. Acciones para el ciclo 2020 – 2021: Tendencia de nevadas 2021; Escenarios de uso del agua en la Cuenca para distintos derrames posibles (extra seco, seco, medio, húmedo); Proyecto Ejecutivo Dique regulador Paso Alsina”.
Todas estas cuestiones ambientales relativas a la cuenca del Colorado servirán de calentamiento de los motores para abordar el sexto punto de la reunión: Portezuelo.
Hay un último punto de conflicto que los gobernadores deberán tratar, pero que a la luz de los nuevos tiempos políticos no supera ni por asomo la relevancia de la presa en Malargüe. Se trata del Tapón de Alonso, un desagüe por el que Buenos Aires, en tiempos de María Eugenia Vidal (2016), demandó a La Pampa ante la Corte Suprema. Ahora, con Kicillof parado en la misma vereda que su par pampeano, se espera se resuelva con un rápido acuerdo extrajudicial.
Clima adverso
Donde hoy las especulaciones no vaticinan un acuerdo, más allá de la voluntad dialoguista que siempre manifiesta Suárez, es en el abordaje de Portezuelo. El Gobernador irá con una postura de defensa de la obra y del derecho de Mendoza a hacerla, y lo respaldará con toda la documentación que avala los estudios de impacto ambiental que cuestiona La Pampa, ahora con el apoyo del resto de las provincias del Coirco.
En el Gobierno provincial saben que, con el cambio de color político en la Nación, los papeles no bastarán para convencer al resto de los gobernadores sobre las bondades de Portezuelo. Un actor clave en la reunión del 26 será el ministro del Interior, de cuya neutralidad hace rato que dudan en el entorno de Suárez. Una señal de eso la tendrán ese día, cuando decida si acepta la recusación de Mendoza a Schlegel, aunque en principio no está incorporada al temario.
Lo que sí está claro es que en el Consejo de Gobernadores el clima es hoy sumamente adverso para Mendoza. A la ya conocida oposición del pampeano Ziliotto se suma la de la rionegrina Carreras, que ha ido endureciendo su posición contra Portezuelo del Viento desde que asumió hace 6 meses. Su representante en el Coirco, Fernando Curetti, reconoció el 5 de junio que “hay un acuerdo de cuatro de las cinco provincias” para que se realice un nuevo estudio de impacto ambiental en la cuenca, pese a que salvo La Pampa, todas votaron a favor en 2018 del que realizaron las universidades de La Plata y El Litoral.
La posición rionegrina se ha encolumnado a la par de la pampeana para reclamar la administración conjunta de la futura presa. Lo curioso es que quien era ministro de Gobierno de Río Negro en la era Macri, Luis Di Giácomo, ahora ha cambiado de opinión en la era Fernández. “Exigimos un estudio serio y objetivo que garantice que las provincias río abajo no serán afectadas. Si Portezuelo se maneja con un criterio provincial (por Mendoza), podría implicar el trasvasamiento de un río a otro. Lo importante es que esto se pueda debatir y discutir”, declaró hace pocos días el actual diputado nacional de Juntos Somos Río Negro.
Por el lado de Buenos Aires, aunque el gobernador kirchnerista Kicillof no se ha pronunciado públicamente sobre el tema -está acuciado por la pandemia en el conurbano-, se descarta que irá contra el gobernador radical de Mendoza en la discusión.
Por último está el neuquino Omar Gutiérrez, quien mantiene un silencio que inquieta a la oposición en su provincia, donde le reclaman que tome una posición clara sobre Portezuelo. Según le dijeron ayer en su entorno al sitio web Letra P, su decisión es “esperar a la reunión” del 26.
