Potasio Río Colorado despertó gran interés en Brasil

Fue una de las conclusiones de la misión que protagonizó Rodolfo Suárez en ese país. El holding J&F Investimentos podría comprar los productos de la mina de Malargüe, que en ese país creían que era un proyecto “caído”. También generaron expectativas los contactos que hubo por temas vinculados a la energía, el petróleo y la producción industrial.

Potasio Río Colorado despertó gran interés en Brasil
El Gobernador Rodolfo Suarez y el presidente del Consejo Empresarial de Economía de la Federación de las Industrias del Estado de Río de Janeiro (FIRJAN), Rodrigo Santiago, encabezaron la apertura de bienvenida de la presentación de Mendoza como destino de inversiones en la Feria Oil&Gas.

Optimismo y satisfacción es lo que transmiten el gobernador Rodolfo Suárez y en toda la comitiva de funcionarios que lo acompañó a Brasil. Fue una semana de reuniones, presentaciones ante asociaciones y grupos empresarios. Los mendocinos se sintieron escuchados atentamente por jugadores de mucho peso, comparada con la pequeña escala de la producción local.

No se trata de que de pronto esos pesos pesados van hacernos el favor de invertir en Mendoza y lo harán ya. Se trata de una avanzada exploratoria para empezar a construir relaciones y confianza. Lo que dejan traslucir los viajeros es que notaron interés en lo que nuestra provincia puede ofrecer.

Los mendocinos estuvieron en Sao Pablo y Rio de Janeiro, dos ciudades gigantes. La primera tiene 47 millones de habitantes, la segunda 16 millones y medio. Toda la provincia de Mendoza araña los dos millones.

Pero además de eso las dos ciudades concentran miles de empresas internacionales que operan en América, Asia y Europa. Estamos hablando una liga mucho mas grande que la nuestra, una constelación de empresas que podrían ser comparadas con la Impsa del viejo esplendor. Mendoza tuvo una que sueña volver a ser, Sao Pablo y Rio de Janeiro tienen muchas.

“Hay mercado para cualquier cosa que hagamos” dice el asombrado presidente de Potasio Río Colorado, Emilio Guiñazú. La visión con la que fueron Rodolfo Suárez y los suyos es iniciar un proceso de entre cinco y diez años, para asociarse al crecimiento de esos jugadores que juegan en mercados internacionales con soltura en energía y agroindustria.

La visión

No es novedad que Brasil es el país más poderoso del cono sur: 213 millones de habitantes y su producto bruto interno la pone en el lugar 13 del mundo. Además, a pesar de que hoy se vota en ese país, no se nota turbulencia en la economía: en los últimos 12 meses la inflación acumulada llegó a 7,6%; en la primera quincena de setiembre el índice de precios del principal socio del Mercosur fue -0,37%. Si, lector, hubo baja de precios.

Esos datos nos ponen muy lejos. Mientras que Brasil tiene un sólido clima de negocios, en Argentina hay inestabilidad endémica, una inflación que parece clavarse alrededor de 7% mensual y desdén por el éxito y la inversión. A eso, hay que agregarle cepos que impiden a los inversores extranjeros llevarse sus utilidades y una infinidad de tipos de cambio que no favorecen los negocios.

Aún así, la idea que rondaba las cabezas de los miembros de la comitiva es que, con la pandemia, algunas cosas de la globalización han cambiado o están cambiando. Puertos de China cerrados, incluso durante este año, por la política Covid cero de ese país, invasión de Rusia a Ucrania que genera escasez de gas y energía, la amenaza latente del avance de China sobre Taiwan, más las tensiones entre China y Estados Unidos, que vienen desde la época de Trump, son motivos para que haya cosas que se están modificando en el mundo.

El gerente general de ProMendoza, Mario Lázzaro, quien fue parte de la comitiva que acompañó a Suárez, recuerda que desde hace un año vienen observando el “colapso logístico generado por la pandemia, iba a generar una relocalización de las industrias de occidente, porque se iban a acortar las cadenas de suministros”. Algo así como que la economía global inaugurada en los ‘90 se iba a achicar.

“Visualizábamos que Brasil va a crecer, porque parte de las inversiones de Europa y Estados Unidos van a caer allí porque no hay hipótesis de conflicto bélico. También México sería favorecido por la inversión de Estados Unidos”.

Entonces, la idea con la que Suárez fue a Brasil, era morder un poco de esa inversión internacional ofreciendo ser proveedores de la inmensa cantidad de recursos y servicios que se necesitarían para responder a esa demanda global, en un plan de entre 5 y 10 años con una estrategia región-región. “Pudimos percibir que estábamos llegando en el momento justo; lo que pensábamos que iba a suceder ya estaba sucediendo”, dice Lázzaro.

Mendoza ya tiene un camino recorrido en Brasil: el año pasado le exportamos productos por 350 millones de dólares que representaron 21,5% de las exportaciones mendocinas. Le vendemos ajo, peras, cerezas, legumbres, hortalizas, frutas secas, vino, productos de plástico y turismo. Además, desde abril de 2021, la Provincia tiene una plataforma logística en el estado de Santa Catarina, en el puerto de Itajaí: es un espacio para almacenar productos locales y que tengan llegada rápida a los consumidores brasileños.

Ahora, la apuesta era ampliar la presencia, en particular servicios industriales y energéticos, así como también para “vender” proyectos.

Potasio, la estrella

Según Guiñazú, hubo muchísimo interés en Potasio Río Colorado. “En Brasil creían que se había caído”, dice el presidente de la empresa estatal que está buscando socios privados para empezar a producir.

Según todos los protagonistas, el principal interesado en la marcha de ese proyecto fueron las autoridades del holding J&F Investimentos, un grupo que tiene una facturación equivalente a 4 veces el PBG de Mendoza y 275 mil empleados, es decir casi el triple de los empleados estatales de Mendoza.

Para toda la comitiva, fue notoria la preocupación por los fertilizantes, que en buena parte se importaban desde Rusia y Bielorrusia. J&F Investimentos podría transformarse en comprador de potasio mendocino.

Además, los funcionarios mendocinos imaginaban la chance de integrar a algunas empresas mendocinas a las cadenas de suministros de J&F.

¿Habra socios brasileños de PRC? Tal vez. Hay una limitación fáctica potente: hasta fines de octubre se reciben ofertas no vinculantes para precalificación de interesados. Pero para los miembros de la comitiva, quedó claro el cerrado interés de los empresarios, al menos para comprar lo que produzca la mina de potasio.

La Empresa Mendocina de Energía (Emesa) llevó proyectos para vender. El presidente de la empresa, Pablo Magistocchi, presentó todos los proyectos hidroeléctricos que tiene en agenda la provincia: El Baqueano, Uspallata, Cerro Negro, Portezuelo y hasta Los Blancos. También ofreció el parque solar El Quemado, ubicado en Jocolí (Lavalle): un proyecto de cuatro etapas de 100 megawatts cada una; y la central térmica Papagayos, que se emplazaría en Luján, en la zona de la Destilería.

En el almuerzo de la Federación de Industrias del Estado de Sao Pablo (Fiesp), se habló de un problema y también una solución que podría ofrecer nuestra provincia. Las redes eléctricas de los países del Mercosur están interconectadas, salvo la de Chile. En Brasil se habló de las chances de interconectar al país trasandino, que además, tiene una dificultad técnica para conectar el norte con el sur. Esa dificultad podría resolverse con dos estaciones transformadoras de 500 kilovoltios, una en el norte provincial y otra en San Rafael: las dos existen y con obras complementarias se podría colaborar en la interconexión de Chile al Mercosur y también entre el norte y el sur del vecino país. Es una historia que Magistocchi cuenta como una oportunidad a futuro.

Suárez también tuvo contacto con autoridades del Banco Itaú, un gigante financiero con presencia en 7 países de América Latina y algunos países de Europa. En esa charla, se quedó en avanzar con créditos a las empresas brasileñas que le compren productos a Mendoza; una línea para desarrollar en 30 o 60 días, para que los importadores brasileños puedan financiar sus compras en 12 cuotas mensuales.

“Si tuviéramos un tipo de cambio equivalente al dólar soja, estaríamos fenómeno. Pero como no lo tenemos y sufrimos el retraso cambiario, conseguir el financiamiento nos permite pelear un poco”, cuenta Lázzaro.

El gigante petrolero

Brasil es el tercer país productor de crudo de América Latina, detrás de Venezuela y México, con chances de llegar a ser primero, si se mantiene el ritmo de inversión. Río de Janeiro es el principal escenario de la producción petrolera brasileña.

Suárez tuvo contacto con el grupo Cosan, que tiene entre sus unidades de negocio a la poderosa Raizen, que en Argentina “heredó” todos los negocios de Shell. De hecho, Raizen nació como un “joint venture” entre Cosan y Shell.

Además, Cosan también tiene Compass Gas y Energía; Move (lubricantes) y Rumo (logística) y la división azúcar y bioetanol de Raizen (es el mayor productor y exportador de azúcar del mundo).

Raizen extrae petróleo en plataformas marítimas a 300 kilómetros frente a Río de Janeiro, mientras que el grupo Cosan ha tomado la concesión de la distribución de gas en Rio Grande do Sul. El gigante podría ofrecer la posibilidad de contratar proveedores de bienes y servicios en Mendoza.

También hubo un encuentro con la Asociación de Productores Independientes de Petróleo. Sus 32 asociados adquieren parte de los yacimientos maduros de Petrobras, invierten y los hacen rentables. En la charla se fijó un mes, marzo, para un nuevo encuentro. Los mendocinos dicen que les dijeron “necesitamos suministros y proveedores de bienes y servicios” y Mendoza tiene experiencia, productos e ingeniería para ofrecer.

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