Dalmiro Garay, el nuevo presidente de la Suprema Corte de Mendoza, tiene 47 años. Su curriculum formal dice que es abogado egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo y tiene un magister en “Derecho Administrativo de la Economía” acreditado por dos universidades: la de Cuyo y la Católica de San Juan.
Los más cercanos recuerdan que el supremo Garay llegó a Mendoza con 17 años, proveniente de San Juan, cuando recién terminó la secundaria: él suele decir que nació en Jachal cuando todavía no había minería.
Así pues, hace 30 años que Garay llegó a Mendoza para estudiar derecho y nunca más se fue. En tercer año de su carrera universitaria se acercó a la Franja Morada. Con el tiempo, ambos hitos, carrera universitaria y militancia universitaria, se transformarían en clave para la llegada de Garay al Ministerio de Gobierno en la gestión de Alfredo Cornejo y a la Suprema Corte en 2018.
Pero más aún. La Franja Morada también sería clave en la conformación de su familia, porque conoció a su esposa, Mariela Videla, en la agrupación universitaria. Con ella tuvo dos hijas, Guillermina y Josefina.
Como militante fue vicepresidente y presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho. Algunos de sus compañeros de militancia de aquellos años, recuerdan con malicia que Garay fue presidente y en la elección posterior tuvo que entregar el cargo a un militante del peronismo universitario. “Perdí el centro por cinco votos”, recuerda con amargura cuando lo cargan.
También fue secretario de la mesa provincial de la Franja Morada y tuvo un cargo en la Mesa Nacional de la agrupación. Luego volvió para recibirse de abogado en 2002; fue egresado distinguido de la Facultad, por resolución del Consejo Directivo de esa casa de estudios.
Volviendo al currículum formal, a partir de obtener su título de abogado ejerció la profesión litigando en el foro local. De 2003 a 2007, en la gestión de Julio Cobos, fue director de Asuntos Jurídicos de la Dirección General de Escuelas; en 2007 llegó a la Asesoría de Gobierno, cargo que mantuvo hasta 2015, en parelelo a su trabajo como abogado litigante.
A partir de ese momento, su historia es conocida: primero ministro de Cornejo y desde hace dos años miembro de la Suprema Corte.