Rafael Bielsa: “Nada me gustaría más que recibir a Suárez en Santiago de Chile este año”

El embajador argentino y dirigente del Frente de Todos contó a Los Andes en exclusiva todo sobre la primera visita oficial al país de Gabriel Boric, el nuevo presidente chileno. También se refirió a la economía, los pasos fronterizos y la interna del kirchnerismo.

Rafael Bielsa: “Nada me gustaría más que recibir a Suárez en Santiago de Chile este año”
Bielsa aseguró que el Gobierno provincial declinó mandar funcionarios a Chile para la asunción del nuevo presidente, Gabriel Boric.

Mañana comienzan las actividades de la primera visita oficial al país del nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric. En la antesala, Los Andes accedió en exclusiva a una entrevista con el embajador argentino Rafael Bielsa, quien aseguró que el Gobierno nacional apunta a “profundizar los vínculos” y destacó que Chile genera “el principal superávit comercial” para Argentina.

Bielsa respondió punto por punto un amplio cuestionario que abarcó también la interna del Frente de Todos a nivel nacional, los problemas de tránsito en el paso internacional que tanto afectan a Mendoza y hasta la polémica con el gobierno de Rodolfo Suárez por la ausencia de representantes locales en la asunción de Boric: “Nada me gustaría más que recibir en Santiago al Gobernador Suárez este año”, dijo en este sentido.

-¿Qué expectativas tiene Argentina respecto de la relación con el nuevo presidente chileno?

-La relación entre nuestros países es de una densidad y una intensidad únicas. Las expectativas de la Argentina siempre están relacionadas con la profundización de los vínculos con Chile, del avance en agendas estratégicas que nos permitan proyectarnos juntos hacia el siglo XXI, en un mundo tremendamente convulso, debemos, por necesidad, estar cada vez más cerca. Si no, como dice el poeta, seremos devorados por los de fuera.

-¿Por qué Boric finalmente no irá en su primera visita internacional a ninguna provincia del interior de nuestro país, como había pedido?

-El hecho de que el Presidente Boric haya escogido a nuestro país para realizar su primer viaje al exterior debe ser visto por la Argentina como un gesto inmejorable y auspicioso de hermandad binacional. Sin embargo, el hecho de que se trate de una Visita de Estado, implica que visitará a los Presidentes de los tres Poderes en que se ordena la República, sumado a actividades de índole económica, comercial y cultural, que demandarán tiempo en la Ciudad de Buenos Aires. Debemos recordar que el Gobierno del Presidente Boric asumió el 11 de marzo, por lo cual su agenda y compromisos en Chile también son cuantiosos.

-¿Estuvo Mendoza en algún momento en los planes para la visita de Boric?

-No llegó a discutirse. Una vez definido el formato de la Visita, el carácter de la misma desalentó inmediatamente toda alternativa, considerando su extensión y nivel de exigencia.

-¿Por qué nadie del Gobierno de Mendoza integró la comitiva para la asunción del presidente chileno, hecho que generó una queja del Poder Ejecutivo mendocino?

-El armado de la comitiva que acompañó a Alberto Fernández a Chile el pasado 11 de marzo fue definido por Presidencia de la Nación. Sin embargo, en las semanas anteriores a la misma, desde la Embajada que presido se tomó contacto con altas autoridades provinciales para ponernos a su disposición, en el caso que tuvieran planeado viajar. No fue el caso, el Gobierno de Mendoza decidió no enviar representantes a la asunción del Presidente chileno.

Desde mi asunción como Embajador en Santiago me preocupé por preservar y fortalecer las tradicionales vínculos de Chile y la Provincia de Mendoza. Hemos respaldado las gestiones tendientes a la puesta en marcha de un servicio de courier terrestre que una a ambos países. También apoyamos la difusión del proyecto del Perilago de Potrerillos. Tenemos un contacto permanente con autoridades y diversos organismos como Promendoza y con representantes de los diversos sectores productivos de Mendoza, en especial la Federación Económica de Mendoza (FEM).

Nada me gustaría más como Embajador argentino y amigo de Mendoza que recibir en Santiago al Gobernador Suárez este año.

Gabriel Boric, días atrás. (AP/Esteban Felix/Archivo)
Gabriel Boric, días atrás. (AP/Esteban Felix/Archivo)

-¿Qué nivel de importancia tiene Argentina para el nuevo gobierno chileno? Le pregunto porque usted ha dicho en una entrevista reciente que Argentina va ocupando cada vez un lugar más “lateral” en la agenda de Chile.

-De acuerdo con aproximaciones que hemos tenido con el Presidente Boric y sus colaboradores más cercanos, tanto antes como después de asumir el gobierno, han sido enfáticos en lo esencial que supone para ellos el desarrollar una agenda en común con nuestro país y trabajar de cara a la consecución de objetivos concretos, tal como ha dicho el propio Boric, como por ejemplo la realización de obras de infraestructura en frontera, que se traducirán en mejoras para los habitantes de la frontera común.

Respecto a mi comentario, es producto de una lectura sistémica, en la que sus dinámicas más recientes dan cuenta de lo urgente que resulta cooperar, puesto que los costos de no vincularnos a partir de una serie de objetivos estratégicos, más pronto que tarde acabará alejándonos a pesar de la vecindad geográfica. Por lo demás, la pérdida de relevancia global de América Latina en el concierto de las Naciones es un dato objetivo.

-Chile no tiene problemas macroeconómicos y Argentina sí, ¿complica eso la relación?

-Chile ha gozado durante los últimos tiempos de un nivel de estabilidad que para los parámetros nacionales podrían considerarse un objetivo deseable. Respecto a nuestras dificultades, no es necesario enumerarlas, ya que nuestros compatriotas las tienen muy presentes, y las vivencian todos los días. Sin embargo, a pesar de esta sustancial diferencia, la complementariedad económica entre nuestros países es superlativa. Chile es el país que genera nuestro principal superávit comercial a nivel mundial (2350 millones de dólares en el año 2020 y 3486 millones de dólares en 2021). Muchas veces en la Argentina entramos en grandes discusiones teóricas sobre Estados Unidos o China, y nos olvidamos de donde están nuestros intereses. Para ser claro, con ambas potencias tenemos déficit comercial estructural.

-¿Qué problemas en común tienen hoy los dos países en el contexto internacional?

-Más allá de las vulnerabilidades que el contexto global actual plantea: pandemia, inflación, crisis energética, tensión estratégica... Nuestros países tienen una inserción global común: exportamos principalmente bienes primarios. Agregar valor en origen es el desafío. Crear empleo de calidad y crecimiento económico. Lograr una mayor diversificación productiva y mayor igualdad social. Lo que no debemos perder de vista es que nuestras complementariedades para abordar esos desafíos son enormes. Para ser claro, Chile no es sólo nuestro primer superávit comercial, sino que es el país del mundo al que le exportamos mayor proporción de bienes industriales. La metalmecánica mendocina es, por ejemplo, tremendamente competitiva en Chile.

-Hay diferencias entre el Gobierno argentino y el nuevo gobierno chileno en sus posturas sobre Venezuela y Nicaragua, ¿podrán congeniar un criterio común, más allá de la cercanía ideológica?

-Nuestro país es sumamente respetuoso de la soberanía del resto de los países, por lo que evita entrometerse en los acontecimientos internos que allí suceden. Respecto a la posibilidad de congeniar un criterio común, creo que éste debería abocarse a construir una capacidad de respuesta que nos permita cooperar con aquellos países de la región que necesiten de nuestra colaboración, haciendo énfasis en lo humanitario. Es un aspecto de la integración que ha corrido la suerte del proceso general de integración regional: muy baja intensidad, si se la compara con las necesidades y con otros momentos históricos.

-¿Cómo cree que se puede facilitar el intercambio comercial para que crezcan las ventas de nuestro país en Chile?

-A medida que vamos dejando atrás la tragedia que supuso la pandemia, no solo por la pérdida de vidas, sino el golpe que supuso para la actividad productiva, la oferta se dinamizará y encontrará en Chile un canal oportuno para colocar sus productos. Chile es un mercado interesantísimo para las empresas argentinas. En los últimos dos años ha experimentado un boom de consumo a partir de las políticas contra cíclicas impulsadas para mantener los niveles de actividad, y con alta preferencia por consumir determinados rubros de origen argentino. El diseño argentino es muy valorado aquí.

Además de la labor de promoción comercial permanente que realiza nuestra Embajada, la permanente vinculación con importadores locales, o la visita de representantes comerciales de nuestras provincias, sin dudas contribuirán a alentar el aumento de nuestras exportaciones.

-¿Qué se puede hacer para que Argentina pueda exportar más a través de Chile?

-Chile ha probado ser una plataforma de excelencia para la reexportación de nuestros productos a través de sus puertos, no solo hacia el Asia Pacífico, sino también a los mercados de la Alianza Pacífico y a la Costa Oeste de Estados Unidos.

El crecimiento de la oferta exportable, la apertura de terceros mercados y sin duda la mejora de la infraestructura fronteriza y de los procesos de atención aduanera, resultarán determinantes a la hora de aumentar nuestras exportaciones en volúmenes. Por lo mismo, la diversificación mediante obras de infraestructura es absolutamente prioritaria.

-Entrando en temas más puntuales de Mendoza, ¿qué gestiones se pueden hacer para agilizar el tránsito por el paso Libertadores para vehículos de carga pesada?

-En marzo de 2021 visité los tres complejos del Paso Sistema Cristo Redentor, Los Libertadores (Chile), Los Horcones (Argentina) y Uspallata (Argentina). El viaje me permitió comprender la complejidad del corredor internacional más transitado de Sudamérica en lo que respecta al transporte de cargas (cerca de 1500 camiones al día se documentan en Uspallata) y al principal paso fronterizo entre Argentina y Chile (que en 2019, antes de la Pandemia, vio cruzar a aproximadamente dos millones de personas).

Asimismo, recorrí el Túnel Ferroviario Caracoles, que será sometido a tareas de ensanche y reparaciones, para luego vincularse con el actual Túnel Cristo Redentor, dotando al Paso de dos túneles con dos carriles de circulación en cada sentido, ganando en seguridad y en celeridad.

Respecto a los controles fronterizos, los desafíos no son menores, porque hasta hace apenas dos años atrás, el paso era transitado por no más de 800 camiones diarios, cifra que tras la pandemia y algunas modificaciones en las estrategias de las empresas de transporte internacional de cargas, decidieron volcarse al uso de camiones, casi duplicando la cantidad de vehículos que circulan a diario.

No obstante, o precisamente por dicha razón, se está trabajando con los coordinadores de ambos pasos, las Cancillerías y los organismos nacionales competentes (Ministerios del Interior) para implementar procesos tendientes a agilizar la capacidad de atención sin desatender el rigor de los controles y la seguridad vial.

-Alguna vez en Mendoza nos ilusionamos con que se solucionara el problema del transporte de cargas a través del Tren Trasandino, pero la iniciativa fracasó ¿Cree posible encarar con Chile algún proyecto importante que mejore la integración?

-Sin dudas ese proyecto podría haber significado un salto de calidad en la eficiencia del transporte internacional de cargas, aunque como ya se ha remarcado en líneas anteriores, ambos países se encuentran llevando a cabo un ambicioso plan de refuncionalización vial del Paso Sistema Cristo Redentor, que además de los túneles, incluye a todo el corredor, entre otras a la variante Palmira; han habilitado el Paso Pehuenche para determinado tipo de cargas con miras a dinamizar la actividad logística en el sur de la provincia y cuentan con el Proyecto de Túnel Las Leñas, solo por mencionar a los ejemplos de Mendoza. De todas maneras, e ingresando en las ideas personales, yo creo que los proyectos no son los que mejoran la integración, sino que la convicción de la utilidad de ella es lo que permite la realización de los proyectos. Son inversiones grandes, obras que suponen plazos largos, y si existen dudas sobre la conveniencia de integrarnos, esas dudas se trasladan a las prioridades y a la convicción sobre los emprendimientos. Insisto con el tema porque toda integración exitosa es mucho más un ejercicio de paciencia que de ciencia. Y por lo general, cuando se comienza, no se ven con precisión los logros a los que se puede llegar. Cuando se creó la Comunidad Europea del Carbón y del Acero o CECA, promovida y alentada desde 1950 por los franceses Robert Schuman y Jean Monnet, se tenían mucho más presentes los muertos de la segunda guerra, o sea el pasado reciente, que las ventajas de la libre circulación y la economía integrada, o sea el futuro potencial.

-¿Qué más puede hacer Argentina para agilizar el paso a Chile, teniendo en cuenta el impacto positivo que tendría la llegada de chilenos para los ingresos económicos por turismo?

-Nuestro país cuenta con financiación internacional para realizar mejoras integrales al complejo Los Horcones, obra que no solo mejorará la experiencia del usuario, sino que a su vez dividirá los flujos y aumentará la capacidad de atención.

Por otro lado, me parece que la superación de la ola de contagios que causó la variante ómicron en ambos países, nos permitirá retomar los avances en la integración de los controles fronterizos, evitando así la doble detención de los usuarios, recuperando la modalidad país de entrada - país sede. Por lo demás, con ser muy importante, la vinculación entre ambos países excede por mucho a sólo la actividad turística.

Rafael Bielsa embajador argentino en Chile
Rafael Bielsa embajador argentino en Chile

-¿En lo político, cómo observa las divisiones que se han producido a nivel nacional en el Frente de Todos?

-La Argentina es un país de una cultura política en ocasiones rudimentaria. Queremos grandes coaliciones que estructuren el debate y le den estabilidad a nuestras políticas. Pero a la vez estamos continuamente obsesionados con las internas y las divisiones y quién estuvo más cerca o más lejos de qué otro en la foto. ¿No hay una cierta frivolidad en el análisis político en nuestro país, un reduccionismo? El peronismo es frentista, por esencia. Los frentes implican, por necesidad, la articulación de visiones no homogéneas. Esas articulaciones a veces se dan con más o menos suavidad. Es la historia de Occidente desde 1776: Washington pasó varios disgustos para articular a Hamilton y Jefferson dentro de su gobierno. Mal no le fue. Lo que quiero decirle sin ambigüedad es que lo importante es que seguimos trabajando juntos para sacar el país adelante y resolver los problemas de los argentinos. Todos los miembros del Frente de Todos estamos comprometidos con resolver la gravísima situación en que nos dejó el endeudamiento y la fuga de capitales que posibilitó el gobierno que nos antecedió.

-¿Se puede conciliar en el oficialismo nacional? ¿Cree que alguno de los dos bandos tiene la razón o más razón que el otro?

-Lo que quiero decirle sin ambigüedad es que lo importante es que seguimos trabajando juntos para sacar el país adelante y resolver los problemas de los argentinos. A eso nos dedicamos. Nuestras prioridades son claras y la situación es muy desafiante. Las políticas del macrismo dejaron a la Argentina en una gran fragilidad. Poder crecer, generar trabajo y oportunidades para los argentinos, con esta gravísima carga de deuda es lo que nos toca. Quiero ser claro: aquellas políticas beneficiaron ilegítimamente a 400 personas de gran riqueza, perjudicando a más de 40 millones de argentinos.

-¿Afecta la representación diplomática la división política en el oficialismo de nuestro país?

-Yo no veo tal división, veo unidad y debate. Adentro de las coaliciones de Gobierno en todo el mundo se dan discusiones. Y todos defendemos nuestras ideas con buena fe, queriendo lo mejor para el país. Tratamos de convencer y procuramos nunca dejar de escuchar. Respecto de la representación diplomática: ¿Usted cree que los cronistas de ABC o El País de Madrid cuando entrevistan al Embajador español en París le preguntan si las discusiones entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz afectan su trabajo? Le respondo: no se lo preguntan, porque no pasa en España, como tampoco en la Argentina. Primero la Patria, luego el Movimiento, por último los hombres (y las mujeres) es algo que aprendí de chico. En nuestro país nos permitimos reflexiones que en otros lugares no tienen cabida.

“TENGO UNA RELACIÓN ESTRECHA CON ABIHAGGLE Y BORDÓN”

-¿Cómo visualiza el conflicto con el pueblo mapuche (un desafío para la gestión de Boric según se pudo ver por la reacción que generó la visita de una ministra chilena en la zona de conflicto) que afecta a los dos países? ¿Cree que se puede solucionar? ¿De qué manera?

-El gobierno de Boric ha apostado al diálogo como herramienta de aproximación a los conflictos sociales que se dan en Chile. Esto debe ser bien entendido, el Presidente Boric ha decidido no renovar el Estado de Excepción en la Araucanía decidido por el Presidente Piñera. Estado de Excepción significa despliegue de las Fuerzas Armadas, son fuerzas que no están capacitadas para garantizar la seguridad ciudadana sino para emplear el poder letal contra el mayor nivel de agresión. Desmilitarizar el territorio me parece un gesto claro hacia la afirmación del diálogo político. Más allá de algún episodio aislado, soy un convencido de que el diálogo es la única herramienta posible de la política democrática.

Alberto Fernández y Gabriel Boric
Alberto Fernández y Gabriel Boric

-Hubo críticas a la designación de la nueva embajadora de Chile en Argentina, Bárbara Figueroa ¿Cuáles cree que son los mejores perfiles para ejercer este cargo?

-Quisiera hacer extensiva la reflexión que hice sobre el debate argentino a la región. Quiero decir, también en Chile, hay gente que se permite criticar la designación de una gran dirigente política como Bárbara Figueroa (que además es Licenciada en Psicología y Profesora de Filosofía) porque ha sido dirigente sindical o porque sus ideas son de izquierda. Son dislates. El problema es civilizatorio: debemos levantar la calidad del debate democrático. Si no, no podremos dar con las políticas que necesitamos a nivel nacional y regional para poder mejorar la vida de nuestros pueblos.

-¿Para usted, ser embajador es un cargo meramente político, o importa en algún punto la “carrera diplomática” también?

-La “carrera diplomática” es esencial, insoslayable y sólo cabe mejorarla, nunca denigrarla. La “cuota política”, en nuestro sistema, es la de Chile, y la de los Estados Unidos también: una porción de la totalidad de los cargos (minoritaria) se ocupa con embajadores provenientes de la política, y otra con embajadores de la carrera diplomática. Por lo demás, hace poco publiqué una nota en La Nación donde decía lo que pienso: es una falsa antinomia político versus profesional. He conocido excelentes embajadores provenientes de la política y pésimos embajadores formados en la carrera. Y viceversa.

-Mendoza tuvo dos embajadores en Chile en los últimos tiempos, Carlos Abihaggle y José Octavio Bordón ¿Tiene relación con ellos, teniendo en cuenta que, en el caso de Bordón, fue su antecesor?

-Tengo relación estrecha con ambos. En el caso del Embajador Abihaggle porque sirvió en el período en que fui Canciller, y en el caso de Bordón porque mantenemos una amistad de décadas. Ambos fueron excelentes embajadores, ambos provienen de la política, por ambos siento respeto y cariño.

QUISO IR A LA GUERRA DE MALVINAS

-Se cumplen 40 años de la guerra en Malvinas, ¿tiene una mirada respecto del rol que ejerció Chile durante el conflicto?

-La única mirada posible de alguien que se anotó como voluntario para combatir en nuestras islas, y que le gusta la historia. Los gobiernos autocráticos toman decisiones que no necesariamente expresan el sentir de las mayorías populares. Churchill dijo que la democracia es el peor de los sistemas de gobierno, excepto por los demás. Como en tantas otras cosas, y más allá de que la frase ha sido vertida con formatos diferentes, Churchill tuvo razón. Sólo desdicha puede esperarse de un gobierno que elige las bayonetas para sentarse sobre ellas.

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