La Reforma Constitucional que ha propuesto el gobernador Rodolfo Suárez plantea, en los hechos, la eliminación de una de las dos cámaras de la Legislatura provincial. La propuesta es una sola cámara, con un representante por cada uno de los 18 departamentos, a los que se le agregan 30 bancas elegidas en proporción a los votos. Al haber menos lugares, las minorías alertan que no podrán ingresar.
La otra pregunta es cómo se implementará la autonomía municipal y si se reconocerá la existencia de distritos (ciudades con relativa autonomía que cohabitarían dentro del mismo departamento).
Mientras que para el oficialismo se garantiza la representatividad ya sea a través de frentes o en las representaciones departamentales, legisladores de esas minorías aseguran que verán resentidas sus posibilidades de ingresar al recinto legislativo.
El cambio en la Legislatura es sustancial, no sólo se pasa de dos cámaras a una, sino que se agrega representación territorial con la que no contaba y que era una de las principales críticas a este sistema bicameral. Se reducen 86 legisladores a 48, con una distribución distrital que pasa de 4 a 5 distritos electorales.
Los 18 departamentos se dividirán en 5 nuevos distritos electorales. El primero denominado Gran Mendoza Norte, compuesto por los departamentos de Lavalle, Las Heras, Guaymallén y Capital. Además de los 4 que conforman la representación por departamento (representación territorial), habrá once bancas a repartir por densidad poblacional (sistema D´Hondt). El Gran Mendoza Sur (tercer distrito) nuclea a Godoy Cruz, Luján de Cuyo y Maipú en donde además de las 3 bancas que se asegura cada municipio, se reparten 9 representantes más. Entre estos dos grupos de departamentos se llevan 20 lugares en la futura Legislatura por proporcionalidad, es decir casi dos tercios.
En el último tercio pujan 11 departamentos que se dividen en 3 distritos electorales. El segundo, llamado Este, reúne a La Paz, Santa Rosa, Rivadavia, Junín y San Martín que se asegura 5 lugares en la base territorial, pero tiene 4 lugares en la otra base, es decir que uno se queda sin representación, suponiendo siempre que este cuarteto sea integrado en forma equitativa por los restantes.
Lo mismo ocurre con el quinto distrito, denominado Valle de Uco con San Carlos, Tunuyán y San Carlos en donde hay 3 cargos por territorio, pero sólo dos en proporción a los votos, por lo que uno de éstos quedará sin dos representantes.
El cuarto distrito, denominado Sur, junta a San Rafael, Malargüe y General Alvear tal como existe actualmente. Allí hay 4 bancas en proporción a los votos, además de los 3 lugares fijos por departamento.
“Hay dos planteos, por un lado son 18 territoriales y 30 divididos en los 5 distritos Existen los frentes electorales que es como han llegado algunos como (Pablo) Priore (PRO), (Héctor) Bonarrico (Masfe). Si todo sigue igual en San Carlos, va a ganar alguien del partido de (Jorge) Difonso, y el diputado será del mismo partido que es el Frente Renovador. Si hay frentes, las minorías están representadas y si hay representaciones departamentales, las minorías van a estar representadas. Es un tema abierto, está sujeto a discusión”, explicó Mario Abed a Los Andes.
Para las minorías, el sistema deja afuera a las terceras fuerzas y aparece la idea del distrito único
Mercedes Llano (Partido Demócrata), Lautaro Jiménez (Frente de Izquierda y los Trabajadores), Gustavo Cairo (PRO) y Jorge Difonso (Frente Renovador) coinciden en algo: las minorías pierden con ese sistema que propone la reforma.
“Pierden, prácticamente no quedan chances de que entre la tercera fuerza porque se reduce la cantidad de legisladores que entran por la representación poblacional, por el sistema D’Hondt. A partir de ahora va a haber una nueva cámara que además de ser menos, 18 van a quedar en representación de las fuerzas que ganen en ese municipio. Entonces, los representantes que entren por ese sistema, por las terceras fuerzas, no ingresan, eso va a afectar directamente”, explicó el senador Jiménez.
Llano, la demócrata aliada al oficialismo pero que más de una vez se ha plantado, sentencia: “claramente se van a ver afectadas (las minorías) porque cuando reducís legisladores, el tamaño de la asamblea, tiene un efecto negativo en el sistema de partidos que te genera, te impacta, se concentra los votos en los partidos mayoritarios”.
“Técnicamente es un sesgo mayoritario a favor de los más numerosos, genera un ventaja electoral a favor de los mayoritarios y el umbral para acceder es más alto y desplaza a la minorías”, agregó la diputada cuyo partido ya se manifestó en contra de la reforma integral apostando a cambios a través de enmiendas constitucionales.
Analizando el caso del distrito del Valle de Uco, el diputado Gustavo Cairo aseguró que “hay dos elegidos por D’Hondt, es muy complicado que en esos dos más los tres territoriales entre una tercera fuerza, y es muy probable que se lo repartan entre los otros dos partidos”. En una opinión personal, pero que ya manifestó puertas adentro del PRO, expresó que “se alteran las mayorías, no representan cabalmente a la mayorías de la población, a los distintos sectores”.
Jorge Difonso (Frente Renovador) coincide en que haya un piso de 18 representantes departamentales, considera que los 30 restantes deben ir a una lista única y de esa forma, el sistema proporcional le da chances a las terceras fuerzas electorales.
“La proporcionalidad que yo planteo para que no se resientan las minorías, es con el distrito único. Yo digo que esa cantidad de representantes por distrito complica para que las minorías incorporen un representante. Van a necesitar un porcentaje muy alto de votos para que ingresen legisladores. Con una lista de 30 y el sistema proporcional, las minorías pueden incorporar representantes porque necesitas un porcentaje menor para entrar. De esta manera aseguras que tengan acceso”, manifestó el ex intendente de San Carlos.
Desde Protectora, el diputado Mario Vadillo espera “específicamente a ver como lo quieren conformar” aunque advierte que “quitar la elección de medio término, es destructivo para las minorías y para el control del poder”.
La autonomía municipal y la voz de otras comunas
Gabriela Ábalos, reconocida constitucionalista, dejo días atrás a Los Andes que la autonomía municipal implicaba una descentralización de poder. “Supondría no solamente tener nuestras 18 ciudades cabeceras, sino también darles y reconocerles alguna cuota de poder a los distritos, que tengan por lo menos la posibilidad de elegir a sus autoridades”.
En mayo de este año, el ex legislador Alberto Montbrun le decía a este medio (en una entrevista publicada el 20 de mayo) que “Mendoza tiene un problema que la partidocracia no quiere discutir. La falta de gobierno propio de las comunidades que no son cabecera departamental. Hay 60 poblaciones o localidades que tienen que ir a pedirle al intendente cosas que podrían resolver ellas mismas”.
Uno de los puntos que deberá resolverse en el debate legislativo y que deberá abordar la Convención Constituyente, es justamente el de las comunas. “El proyecto habla de departamentos, pero cuando se reconozca la autonomía municipal quizás cambie y quizás, esto dependerá de la convención, dejemos de tener un municipio-departamento y pasemos a tener un municipio-ciudad”, expresó Ábalos.
Aseguró también que “el Poder Legislativo tiene cometidos para mejorar aunque no tengamos autonomía municipal introducida en la Constitución. Se pueden hacer reformas electorales que impliquen re diseñar las secciones electorales, sino están prefijadas en la Constitución. Estas secciones están en la ley provincial (Ley Provincial Electoral N° 2.551) y se modifica con la ley de la provincial”.