La reforma de la Constitución comenzó hoy su peregrinaje en la Legislatura provincial. Tras la presentación del proyecto por el gobierno de Rodolfo Suárez, por ahora el oficialismo no ha conseguido más que reparos por parte de los partidos de la oposición. El argumento de éstos es que, en plena pandemia, no es momento para debatir una modificación tan importante como la planteada. La UCR está dispuesta a esperar, pero presiona a la oposición para que indique cuáles son las modificaciones en las que no está de acuerdo.
El proyecto de necesidad de reforma ya llegó a la comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC), donde se analizará con profundidad antes de sacar algún despacho de mayoría al recinto legislativo. Es importante marcar que más allá de lo que ocurra en esta comisión, el proyecto recién pasará a la próxima instancia cuando tenga el acompañamiento de buena parte de la oposición, ya que son necesarios dos tercios de los votos para tener la aprobación de la Ley.
Sin embargo, el oficialismo debe superar primero las dudas de sus aliados, como es el caso del Partido Demócrata que, si bien integra el frente Cambia Mendoza, no comulga con los puntos más importantes del proyecto. En el peronismo, por su parte, no muestran apuro e insisten en que primero tienen que “estudiar” el proyecto en detalle, aunque cuestionan el “momento” elegido por Suárez, en medio de una pandemia y la correspondiente crisis económica.
Los legisladores peronistas aseguran también que el Gobierno nunca los “tanteó” para conocer sus opiniones y así evaluar “mejores condiciones” para evitar el empantanamiento del proyecto. “Se ve que tampoco lo conversaron dentro de Cambia Mendoza”, chicanean en los pasillos legislativos, en referencia a la posición de algunos legisladores radicales no suaristas o al PD, que no comulgan en un 100% con los puntos centrales de la reforma.
El peronismo evita hablar de “resistencia” a la reforma, aunque según puedo saber Los Andes sí tiene reparos en temas como la unicameralidad o el eventual balotaje en una elección a gobernador. Incluso algunos en el Frente de Todos apuntan directamente contra otra de las propuestas centrales de Suárez en el proyecto, la eliminación de las elecciones intermedias. “Estamos en contra de quitarlas y no creemos que sea un gasto sino al contrario, es una buena manera de medir o evaluar la mitad de la gestión del Poder Ejecutivo”, argumentan.
Lo cierto es que el PJ ha pedido tiempo para estudiar punto por punto los cambios a la Constitución propuestos por el Gobierno.
Ofensiva oficialista
Por parte del oficialismo van apareciendo las defensas al proyecto de reforma. Además del propio Gobernador, quien dejó en claro sus principales objetivos en una extensa entrevista en Los Andes publicada el domingo, también lo hizo el vicegobernador, Mario Abed, al indicar que Mendoza está frente a una “oportunidad histórica” y que “contra tantas adversidades, es el momento de enfrentar esta tarea”. Lo hizo en una carta publicada en este diario y otros medios.
De la misma manera que Abed, el senador Diego Costarelli defendió cada uno de las propuestas presentadas: “Queremos un Estado más chico y eficiente que pueda brindar de la mejor manera los servicios. Es una vieja deuda que tiene la dirigencia poder amoldar la Constitución a los nuevos tiempos, con un manejo más eficiente de los recursos del Estado”.
Costarelli destacó la necesidad de eliminar las elecciones intermedias “para ahorrar en gastos pero también para que el Ejecutivo piense sólo en gobernar y no estar siempre pendiente de las elecciones”. También defendió la unicameralidad para “mejorar la representación y evitar el exceso del gasto” y el balotaje “para que el proyecto político que gane, esté empoderado de cara a los 4 años que le tocará gobernar”, entre otros.
A la par, chicaneó al peronismo y lo invitó a debatir y que se exprese sobre los temas propuestos, al indicar que “es difícil oponerse a la rediscusión de los fueros legislativos, a que las votaciones dejen de ser secretas en el Senado, a que se baje la cantidad de legisladores de 86 a 48 y que mejore la representación, a que los municipios tengan más autonomía, y sobre todo a bajar el costo político”.
“La reforma no encierra otra cosa que mejorar el sistema de Mendoza. Por eso es importante que la oposición diga en qué puntos no está de acuerdo, porque estamos buscando amoldar a la provincia en un Estado moderno y que pueda adaptarse a los tiempos que vienen”, cerró Costarelli.