Fue el cruce más tenso que se recuerde desde que la comisión de Legislación y Asuntos Constitucional empezó a analizar el proyecto de reforma de la Suprema Corte de Justicia.
Los protagonistas fueron dos duelistas: el ministro Omar Palermo, crítico del proyecto, y el senador cornejista Martín Kerchner, férreo defensor de los cambios.
Sentados frente a frente en el anexo de la Cámara de Diputados, Palermo encaró a Kerchner para pedir que aclarara sus dichos respecto a que hay “kioscos” en la Justicia.
El origen del visible enojo de Palermo había sido un comunicado de la semana pasada, en el que Kerchner decía que “los opositores al proyecto, dicen que ‘atender la justicia en salas es garantía’, pero este falso argumento no se verifica en la Justicia Federal, ni en el resto de las cortes provinciales, por ende, este esquema que plantean y pretenden continuar, es arcaico y favorecedor de la burocracia y de los ‘kioscos’ en la justicia”.
El ministro de la Corte se sintió aludido en forma directa y lo hizo saber. Pero el legislador radical aseguró que no hacía referencia a él. “Nunca dije que usted sea dueño de ningún quiosco, si se sintió afectado pido disculpas”, expresó, y argumentó que “hay una justicia a la carta” debido a que las personas que presentan denuncias eligen a qué sala dirigirse.
“No fue contra ningún juez, no es culpa de ustedes, es culpa de la sala, los eligen más en las acciones contenciosas y es más transparente no elegirlos”, insistió Kerchner.
Pero Palermo no se mostró convencido. Claramente ofuscado, le preguntó al legislador: “No escuché si se disculpó de la expresión de kiosco. Eso salió en diario Los Andes, ¿usted no lo dijo?”. “Nunca dije que usted fuera dueño de algún kiosco”, dijo esta vez, en forma más directa, Kerchner.
“Son agraviantes, pero le acepto las disculpas”, sostuvo Palermo ante las últimas expresiones Kerchner.
La tensión no tardó en volver a notarse en el mismo tramo de la discusión, ya que Kerchner había reclamado una explicación a Palermo de por qué la inconstitucionalidad de ley que elimina la categoría de funcionarios equiparados a jueces permanece estancada en la sala segunda de la Corte, la cual integra el juez. “La causa de los equiparados está hace tres años y no se ha llamado a audiencia”, atacó el legislador.
Otra vez, la respuesta de Palermo reflejó su enojo con Kerchner. Su rostró se enrojeció mientras decía: “Hay un tribunal que falla y otro que revisa ese fallo. El camino institucional se siguió a la perfección y se respeta. Lo invitó a usted a que siga ese camino, que respete cuando la decisión institucional no le gusta”, expresó el ministro. También recalcó que nunca había tenido un cuestionamiento en su rol de juez.