Facundo Jones Huala, ex líder del grupo radicalizado Resistencia Ancestral Mapuche, fue detenido en la madrugada del pasado 30 de enero en estado de total ebriedad, vestido con falda y blusa de mujer, tras estar un año prófugo de la justicia argentina y chilena.
Ahora aguarda en la cárcel de Esquel a que la justicia federal aquí acepte o no un pedido de extradición de su contraparte trasandina. Solo, sin liderazgo manifiesto porque no goza del apoyo púbico, popular y juvenil que tuvo en su momento, Jones Huala tiene en frente a dos figuras que pueden ocupar su lugar por las características del liderazgo de estos grupos activistas.
Según Clarín, uno de esos hombres es Roberto Ñancucheo, quien en su momento participaba asiduamente como panelista del programa de la televisión pública 6,7,8, tribuna desde la que el cristinismo atacaba a medios de comunicación y periodistas que no comulgaran con el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner.
Según el periodista especializado en temas patagónicos, Rodolfo Florido, Ñancucheo fue “el presunto cerebro activado por el cristi-kirchnerismo luego de que Facundo Jones Huala fuera detenido alcoholizado y travestido. Solo había que dar un golpe de efecto y entregarle 21.500 hectáreas al auto percibido Lonko (jefe) del Lof Pewel Katuwe en San Rafael Mendoza”.
Florido viene siguiendo los pasos de Ñancucheo, quien además de aparecer en los paneles de canal 7, con el tiempo comenzó a tener trabajos en la administración pública a la vez que apareció como lonko (cacique) de la comunidad Pewel Katuwé, en San Rafael.
Ello tuvo lugar luego de que en 2013 y en 2016 los Concejos Zonales de la Provincia de Neuquén, lo repudiaran bajo la acusación de ‘falsa autoridad mapuche’, y también de intento de “boicot a asambleas, provocar enfrentamientos entre las comunidades, entre otras denuncias”.
“La construcción cristi-kirchnerista de Ñancucheo llevaba muchos años. Mientras las comunidades mapuches legalmente registradas lo repudiaban, Ñancucheo iba teniendo distintas funciones como funcionario público hasta que recaló en San Rafael donde inventaría una comunidad mapuche inexistente bajo la protección de un intendente peronista”, dice Florido en referencia al manejo de 21.000 hectáreas de tierra que efectivamente tendrá al ser el lonko en San Rafael, y sin embargo haber nacido, afirman, en Neuquén.
En 2021, Ñancucheo aparece nombrado por el Ministerio de Agricultura y Pesca con el cargo de coordinador de pueblos originarios. Luego, la Secretaría de Ambiente de Mendoza lo reconoció al convocarlo a cambiarle el nombre al parque aborigen del Parque San Martín por el de “Parque de los Pueblos Originarios”.
En tanto, los diputados María José Sanz y Gabriel Vilche plantearon que esa comunidad “se presenta como entidad cultural, aunque es la plataforma que justifica las acciones políticas de un funcionario público que es su líder, Ñancucheo, el que fue repudiado en Neuquén. Tras retirarse de la vecina provincia buscó dónde ‘ancestralizarse’, aterrizando hace unos años en el sur mendocino”.
Florido recordará que la condición de Lonko se hereda por raíces familiares o se obtiene también con liderazgo en una comunidad, tal el caso de Jones Huala que en realidad no es mapuche de “paladar negro” porque tiene ancestros británicos, pero se hizo peleando.
El líder de la RAM, ahora caído en desgracia, peleó con ocupaciones de tierra, batallas que dio -y que reivindica- con ataques con fuego, palos y armas, aquí y en Chile, donde recibió entrenamiento de la temida Coordinadora Arauco-Malleco.
El camino de Ñancucheo es largo y distinto, pero quienes lo conocen asegura que está en “ruta”.
