El Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, faltó hoy al acto en la Casa Rosada porque no quiso compartir el evento con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, quien esté en el centro de la polémica por estas horas.
En la provincia litoraleña se registraba vive este lunes el cuarto día consecutivo de protestas sociales por la vuelta a la fase más dura de aislamiento debido a la pandemia de coronavirus, que se inició el pasado jueves y se mantendrá, al menos, hasta el 18 de marzo.
Las protestas se incrementaron a raíz de la represión policial registrada en las jornadas anteriores, hecho por el cual es apuntado Insfrán, quien gobierna la provincia desde 1995 de forma ininterrumpida.
Allegados al mandatario porteño comentaron a este medio que Rodríguez Larreta consideró que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, no era una jornada para compartir una actividad con el gobernador de Formosa.
“Me solidarizo con todos los formoseños y condeno enérgicamente lo que está ocurriendo en esa provincia. Lo que sucedió en estos días es consecuencia de muchos años avasallando las instituciones y que en muchas situaciones no se respeta la Constitución como la aduana interna que se estableció y que impide a las personas la libre circulación”, dijo Rodríguez Larreta a sus colaboradores.
El dirigente de Juntos por el Cambio aclaró que adhiere en el Día de la Mujer al compromiso para trabajar por una Argentina unida contra la violencia de género que impulsó el Gobierno de Alberto Fernández.
Por eso, el jefe de Gobierno porteño acompañó con su firma la iniciativa del Gobierno Nacional y los distintos gobernadores. Su participación presencial estaba prevista hasta anoche, dado que había sido confirmada por Presidencia.
El presidente del interbloque Juntos por el Cambio en Diputados, Mario Negri, había anunciado en la mañana que desde la bancada solicitarán las interpelaciones del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y del secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla.
El motivo “es la ausencia de intervenciones efectivas del Gobierno nacional para impedir el recrudecimiento de la violencia en Formosa y de las violaciones de derechos humanos de parte del gobierno de Gildo Insfrán”.