Esta semana se intensificaron las reuniones y preparativos en el justicialismo mendocino ante el inminente inicio de la campaña publicitaria de los candidatos, que arranca el domingo. Y si bien la postura política del Frente de Todos ha sido anteponer la salud a la economía, desde la coalición opositora prometen sorpresas: “No vamos a evitar el debate económico”, señalan.
“Si ellos hablan de la economía nacional, nosotros vamos a hablar de la economía de Mendoza”, desafiaron en el justicialismo. “Van a haber sorpresas con nuestra línea, porque estamos dispuestos a hablar de todo”, insistieron.
Estas expresiones sonaron a reacción frente a las emitidas por el principal candidato de Cambia Mendoza, Alfredo Cornejo, quien en la entrevista que publicó a Los Andes el domingo pasado indicó que el eje de la campaña oficialista será precisamente contraponer el modelo mendocino en el manejo de la pandemia, que evitó el cierre de la economía, con el impuesto por el kirchnerismo a nivel nacional, que aplicó cierres prolongados.
Cornejo aseguró a Los Andes que el “modelo Suárez” amortiguó la caída de la economía a la salida de la cuarentena estricta, con mejores números en materia de empleo y actividad económica que los que pudieron exhibir Gran Buenos Aires y el país en promedio.
El PJ amenaza con devolver el golpe con una perspectiva diferente sobre la situación de la economía, pero todavía protege la novedad de su estrategia y juega un poco al suspenso. “Ya se les presentaron algunas piezas de la campaña a los candidatos y el fin de semana empieza a salir todo”, expresaron desde el Frente de Todos.
Precisamente, Anabel Fernández Sagasti, la conductora del PJ y su candidata principal en las elecciones, aprovechó el lunes pasado la visita de un funcionario nacional del área de viviendas (el secretario de Desarrollo Territorial, Luciano Scatolini) para reunir a postulantes e intendentes peronistas en Maipú.
La campaña fue el tema principal, pero no se profundizó demasiado. “Nos dieron solamente líneas generales”, dijeron algunos participantes. Anabel volvió a verse ayer con algunos candidatos en La Paz, pero en el marco de una actividad protocolar: el aniversario del departamento.
En medio de las dos reuniones, se produjo el encontronazo del PJ con el oficialismo en la Legislatura por el tema que más ha privilegiado, hasta aquí, la coalición opositora: la salud. Los peronistas habían convocado a la ministra del área, Ana María Nadal, para reprocharle las correcciones en las cifras de muertos por coronavirus que provocaron un repentino aumento de los fallecimientos en julio.
La visita de Nadal sirvió para que el PJ agitara otra vez el fantasma de que el Gobierno “esconde los fallecidos” del coronavirus. “¿Por qué decidió mentirnos a los mendocinos diciendo que las cifras de muertos no bajaban porque había una estancia mayor en terapia intensiva?”, atacó a la ministra en la reunión, en forma muy directa, el jefe del bloque de senadores y mano derecha de Fernández Sagasti, Lucas Ilardo.
Pero a la par del énfasis que muestra al cuestionar la política sanitaria de Rodolfo Suárez, el justicialismo también sabe que hay temas con más incidencia en los mendocinos que la propia pandemia.
Los consultores más cercanos a La Cámpora advierten que, a esta altura, cerca del 80 por ciento de la población mendocina está más preocupada por la inflación y el trabajo que por el peligroso virus que nos azota desde comienzos del año pasado.
La campaña “sorpresiva” que está delineando el PJ seguramente contemplará ese aspecto. Y la tarea de medir el humor ciudadano estará a cargo de Elbio Rodríguez, quien, según adelantó el lunes Fernández Sagasti a los intendentes, la semana próxima se encargará de sondear cómo impactan los primeros mensajes del PJ.
Rodríguez trabaja para todos los partidos, pero en 2019 fue el “gurú” de Cornejo: vaticinó con precisión todos los resultados electorales, incluso los más difíciles, como por ejemplo la victoria radical en San Martín, después de años de control peronista. Pero su lectura del escenario político y, más que nada, sus afamadas encuestas, son insumos que en estos días está explotando la contra.
Además de advertir sobre las demandas de los mendocinos, las encuestas previas le señalan al justicialismo que hay una gran indiferencia ciudadana frente a las elecciones de este año y que existe un gran número de indecisos: por encima del 30 por ciento de las personas “no contestan” a quiénes votarán.
El alto volumen de indecisos es un dato alentador para el PJ en el inicio de la campaña, porque son votos que eventualmente podría captar. En cambio, entre quienes ya decidieron el voto y habitan la “grieta clásica”, que es más o menos la mitad de la población, gana Cambia Mendoza.
Según algunas encuestas del oficialismo, Fernández Sagasti tiene una aprobación del orden del 30 por ciento. O sea, debajo de los votos que obtuvo en 2019. La referencia de aquella elección es muy importante porque este año “sacar menos de 36 puntos sería perder”, dicen quienes frecuentan la conducción del justicialismo. Independientemente de lo que al final saque su adversario principal en las urnas.