El Código Procesal Penal de Mendoza va camino de una nueva modificación, esta vez, para atender el problema de los delitos informáticos. En este sentido, un proyecto presentado por el fiscal Santiago Garay ya tiene media sanción en el Senado. De acuerdo a sus consideraciones, pone reglas claras en el relevamiento de pruebas y precisa la figura del “agente encubierto” en el ámbito digital. Es “algo que ya existía de antes, pero en el campo físico”, destaca.
Entrevistado por Los Andes, aclaró que la letra surgió como trabajo final de un posgrado de Delitos Informáticos en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Pero tuvo algunos cambios sensibles en la Legislatura, como el de la posibilidad de realizar allanamientos remotos. También dijo que está lejos de generar un riesgo de “espionaje” a políticos y periodistas.
-¿Qué diferencias hay entre el proyecto que presentó y el que se aprobó?
-El allanamiento remoto, yo sabía que iba a generar controversia y les dije que lo sacaran, pero que aprobaran todo lo otro que sí hace falta. Eso va a llegar.
-¿Cómo es en la práctica un allanamiento remoto?
-Yo fiscal mando un mail con un virus malicioso y entro a su computadora sin que usted se entere. Durante un cierto tiempo tengo una copia espejo de lo que tiene y lo que no tiene. Estoy dentro de la computadora, es un arma poderosísima. Quizás hoy las cosas no están para hacerlo porque me veía venir los cuestionamientos. Con lo del allanamiento, el juez iba a hacer un test de razonabilidad previo, muy estricto, pero igualmente me servía todo lo otro del proyecto.
-¿Y para qué delitos se va a usar?
-Dejamos que sea para estricta necesidad, cuando no hay otra forma de investigar y en casos de extrema dificultad investigatoria. Le di un marco de legalidad que antes no tenía, ¿Cómo me van a decir que lo hago para investigar periodistas? Ya lo podría haber hecho si alguien tuviera la necesidad de abrir una causa para investigar a un periodista.
-¿Qué restricción hay para que no se investiguen políticos o periodistas?
-Para abrir un expediente tengo que tener una causa probable, un motivo de bastante sospecha de que cometió un delito. Y queda todo en el sistema. La policía lo puede hacer, pero un fiscal jamás puede hacerlo porque tiene que haber un motivo. Con el proyecto de ley va a ser mucho más restringido hacerlo.
-¿Cómo mejorará la investigación?
-Yo trabajo mucho con el sector privado, con empresas, proveedoras de internet locales. Cada vez que necesito un dato, dicen: “bueno, pero pedímelo como yo quiero”. Cada portal tiene su propia guía de cómo pedirla. Google, Snapchat, cada uno tiene su forma. Tengo que pedir que no me borren el dato mientras yo consigo que me autoricen a pedirla.
-¿Y con la ley eso mejora?
-Se prevé porque no existía para que un proveedor de internet local no me borre el listado de comunicaciones, o un banco, y que lo ponga disposición. Hoy dependo de su buena voluntad. Necesito que me aseguren los datos, que me los presenten, y con plazos. Todas esas cosas que existían en el mundo físico, necesitaba ponerlas más claras en el mundo digital.
-¿Qué otras modificaciones hay?
-Los descubrimientos casuales. En el mundo físico está lo que se llama preview. Si se patea una puerta buscando un cadáver y hay droga, se puede preguntar por eso. Ahora si yo me meto a una computadora y veo que hay un posible delito, lo extraigo.
-¿Da garantías el proyecto?
-Es muy garantista el proyecto, yo me pongo límites. Si el juez me dice que tengo que ver los archivos Word, sólo tengo que ver eso. Todo el proceso se va a filmar y habrá un perito. Entonces el que dice que es para espiar, es porque no leyó el proyecto ni estuvo en la discusión, evidentemente.
-¿Se hace espionaje?
-No hacemos espionaje. Eso lo puede hacer el Ejecutivo si se quiere. Yo cuando inicio la causa es porque tengo algo, o me llegó una denuncia anónima o leí en el diario algo. Abro la causa formal con un número, que lo puede ver todo el mundo, y empiezo a juntar pruebas. Una de esas pruebas se pueden obtener a través de un agente encubierto. Si hay espionaje, no lo hace el Poder Judicial, porque tenemos todo blanqueado. No estoy dando ninguna herramienta. No tengo legajos aparte de los expedientes.
-Decía que ya existía esta figura de agente encubierto, ¿cómo funcionaba?
-No conozco a ningún fiscal que lo haya usado. En Mendoza nunca se usó, en Argentina quizás para algunos casos de drogas. Es muy difícil entrar a una organización como agente encubierto físico, como vemos en las películas. Acá no tenemos ese tipo de criminalidad. En un momento les dije a los legisladores: démenlo para dos delitos, distribución de pornografía y grooming. Finalmente me lo dieron para todo, con muchas restricciones. Otro de los puntos era el tiempo, me querían dar el agente encubierto por 30 días renovable por 30 más y no me servía. Me lo dieron por 90 días y prorrogable 90 días más, pero yo quería que fuera por más tiempo.
-¿Hay personal técnico idóneo?
-Sí porque los hemos ido capacitando. Estamos bastante bien con la tecnología que tenemos. Hacemos duplicaciones de discos, se clonan bit a bit y trabajo sobre esa copia. Si se contamina, se contamina sólo la copia.
-¿Para qué espectro de casos ve efectiva la ley?
-Es efectiva para los derechos y garantías de nosotros. Hay un gran principio del Derecho Procesal Penal que es la libertad probatoria. Dice que yo puedo probar todo con cualquier método de prueba siempre que no afecte garantías constitucionales. No puedo usar cualquier método de prueba. Ahora es tan invasiva la tecnología, que me tengo que poner límites. Mi proyecto quedó rengo por lo del allanamiento y dos o tres cosas más relativas a eso. Con el avance, se va a terminar aprobando, porque vamos hacia eso.
-Un agente encubierto por 180 días, es ¿suficiente?
-No, pero es algo. Debería ser mientras dure la investigación.
-¿La política se metió en la ley?
-Se tomó esto como un proyecto radical. Lo que menos quise es que fuera una iniciativa política, ni siquiera del Ministerio Público. Como ciudadano me presenté y me lo firmó Juan Carlos Jaliff porque era el Presidente Provisional del Senado.
-¿Tiene temor de que la grieta política lo afecte?
-Tienen mayoría los radicales, si hubiera equidad de miembros, quizás no sale por sus diferencias. Me di cuenta ahí cuando fui a exponer. El proyecto que salió no es tan parecido al original, pero a la provincia le viene bien tener reglas claras con estas cosas.
-Una de los planteos que se hacía era el resguardo de perfiles truchos, ¿cómo se salvan esas dudas?
-Los tengo bajo mi órbita, soy responsable. Si yo creo un perfil trucho, en algún momento lo tengo que blanquear en una causa. Y ahí sale mi accionar. Se lo blanqueo al juez y sabe que lo voy a usar.
-La suplantación de identidad, ¿es delito?
-No. hay muchos casos de estafas virtuales en donde se hacen pasar por vos y todo, y no es delito. En las redes sociales te creas un perfil trucho, con el nombre de una persona que ya existe y tampoco es delito. Es de locos, pero es así. El sólo hecho de suplantar, ya te da a que no es algo bueno. Hay proyectos a nivel nacional, pero no está legislado. Tampoco es delito la divulgación no consentida de imágenes.
-De acuerdo a su experiencia, ¿existe el hackeo para estafas virtuales?
-A nivel internacional había una polémica sobre el delito de hackeo, acá se resolvió que sí. Si a vos te hackean, ese delito es de acción privada, si sólo entró y navegó, pero no lo haría yo. Lo hacés vos con tu abogado.
-¿De qué depende una condena en los casos de grooming? (NDR: acoso digital de un adulto a un niño, niña o adolescente)
-De muchos factores. Hay veces que las edades no son punibles, porque el groomer es menor de edad. Pero en los casos de groomers mayores, generalmente tienen posesión de imágenes, y se termina resolviendo en un juicio abreviado.
-Con la ley, ¿se resolverían más casos de grooming?
-Sí, no sólo por el agente encubierto, sino por todas las otras herramientas de data de las empresas. A eso apunta la reforma, a poner en blanco todo lo que ya se está haciendo.
-¿Hay aumento de casos de grooming y de distribución de pornografía?
-Todos los años sube. La brecha informática se cerró, hay mucho más acceso. Mucha gente está frente a un dispositivo y los portales se han puesto más las pilas con las denuncias por distribución de pornografía. En el caso de grooming, las campañas han sido muy efectivas. Antes una nena no sabía que le hacían grooming, ahora lo sabe. Hay aumento, pero menor. Un problema con los juegos en línea, se comunican por los chats internos o transmisiones de voz.