Los gobiernos nacional, bonaerense y porteño consensuaron este lunes que la segunda ola de Covid-19 ya está en Argentina y si bien no se pusieron de acuerdo sobre nuevas medidas sanitarias para ralentizar la curva de contagios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la zona más densamente poblada del país, acercaron posiciones y este martes continuarán con el debate para tomar decisiones que serían anunciadas el viernes.
A pesar de la enorme expectativa pública que despertó la reunión en la Casa Rosada, no hubo anuncios. Este martes a las 8:30 la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dará una conferencia de prensa. Se espera que describa la situación, pero sin revelar nuevas restricciones, y que dé precisiones sobre el próximo vuelo a China para traer otro millón de vacunas Sinopharm. Por la tarde habrá más reuniones.
Este lunes, durante una hora y media, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, se reunió con sus pares de Provincia y de la Ciudad, Carlos Bianco y Felipe Miguel, respectivamente. También estuvieron Vizzotti; el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós; y el viceministro bonaerense, Nicolás Kreplak. Antes el presidente Alberto Fernández -que está aislado por estar cursando la infección por coronavirus- había hablado por teléfono con el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta.
En presidencia empezaron a preparar para esta misma semana lo que será un nuevo “encuentro virtual” entre el Presidente y todos los gobernadores del país, con las dificultades operativas que genera el cuadro infeccioso que atraviesa Fernández.
Se convino que siguen vigentes hasta el 9 de abril el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio (Dispo). Pero el diálogo tripartito continuará porque la situación sanitaria va empeorando y podría haber anuncios el viernes. Está previsto que hoy mismo se reúnan nuevamente autoridades bonaerenses y porteñas.
La ocupación de camas de terapia intensiva en el AMBA es del 62% cuando hace un mes era del 58%. No es un nivel de alerta roja, pero preocupa la tendencia. Por la mañana Kicillof se reunió con su comité de especialistas y luego comunicó que “es fundamental consensuar medidas para enfrentar la segunda ola”.
¿Qué lo exaspera al mandatario bonaerense? La situación de que la semana pasada Buenos Aires tuvo récord de casos desde el comienzo de la pandemia. “Tenemos que reducir la circulación, asegurar el distanciamiento, ventilar ambientes, fortalecer los cuidados y evitar los contagios, mientras continuamos vacunando a todo vapor”, dijo Bianco.
Como en 2020, hay diferencias. Ahora, Nación y Ciudad están más cerca en el criterio. Ni Fernández ni Rodríguez Larreta quieren “apurarse” a cerrar la economía. Y ven que si establecen restricciones sobe el transporte, la actividad indefectiblemente se verá golpeada en una zona que mueve el 33% del consumo masivo del país.
En la gestión bonaerense de Kicillof sostienen que tampoco quieren afectar procesos productivos o comerciales, pero están alarmados por la suba exponencial de contagios. Y estudian llevar a 110 municipios (de los 135 existentes) a la fase 3 del Dispo. Esto es: segmentación geográfica por rango de contagios cada 100.000 habitantes con prohibiciones nacionales y excepciones provinciales.
La fase tres llevaría a la población a una reducción de hasta el 50% en la circulación, por entre 15 y 25 días, estableciendo plazos de acuerdo con la segmentación por criterio epidemiológico. Estas evaluaciones habían sido anticipadas la semana pasada por Bianco y el ministro de Salud, Daniel Gollán.
La situación genera preocupación en todos los sectores. La Cámara Argentina de la Construcción pidió que no se restrinja su actividad en todo el país dada su importancia como fuente de trabajo. Si bien en Nación, Ciudad y la Provincia coinciden en que no quieren hacerlo, si reducen el transporte a “esenciales”, muchas actividades se verán afectadas.
El de este lunes fue un día caótico en sectores del conurbano. Dos ramales de línea de trenes Roca –que unen a la Capital con el sur bonaerense- operaron con servicio reducido por cortes de vías en las populosas Florencio Varela y Avellaneda por trabajadores ferroviarios despedidos en 2017 y 2018. Y la terminar de Constitución se llenó de gente.
En paralelo, miles de personas se agolparon frente a las puertas del hospital porteño Elizalde y otros nosocomios de la Ciudad y del conurbano para ser testeadas por tener síntomas compatibles con Covid-19 o por haber vuelto de un viaje durante la Semana Santa. Los sistemas de testeo desde hace dos semanas que vienen colapsados.
Estas fueron imágenes que mostraron una jornada conflictiva con focos de congestión de personas. Mientras los números de contagios siguen en franco aumento en el AMBA, donde viven 16,5 millones de personas, lo que obliga a las autoridades a analizar la situación y tomar decisiones.