Este martes se cumplen 20 días desde que Sergio Massa juró como “superministro” del Gobierno nacional y en el paladar del empresariado subyace un sabor de “gusto a poco” para con los anuncios y las decisiones adoptadas.
Esa visión está íntimamente relacionada con la percepción de que hay apenas unos 100 días para apagar la parte más voraz del incendio que significa la falta de divisas y, además, que hasta ahora hay poco ajuste en el Estado y mucho en el sector privado por vía de quita de subsidios y anticipos impositivos.
Sin embargo, gusto a poco implica también que algo de sabor hay en los primeros pasos dados por quien ocupara desde el inicio del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner la presidencia de la Cámara de Diputados. Es decir, existen reconocimientos empresariales a su capacidad, sobre todo en la gestión política, algo que por otro lado quedó expresado por el “establishment” en el Council of Americas.
Lo que dice y lo que hace
Jorge Riba, vicepresidente del grupo alimentario Dulcor, “ya le puso un poco de calma al incendio del que se hizo cargo”, dijo. “Está ganando tiempo con el acompañamiento de jugadores. Tenemos un sistema financiero que está haciendo mucho dinero con este escenario y que además lo tiene al Gobierno un poco de rehén. Es un mecanismo que siempre existió y es muy difícil que decaiga. El mundo financiero tiene más fortaleza que el productivo, en cuanto a acompañar una gestión o dejarla caer”, analizó.
El empresario resaltó que la profundidad de la crisis reconoce tonalidades. “La actividad privada no está tan golpeada como en otras crisis que vivimos, no hay cadena de pagos rota, ni cesación de pagos”.
“El ministro está metiendo anuncios, si teníamos que recortar subsidios, medianamente algo va a hacer, hay que ver también que queda al final después de ese trabajo. Algo más la gente va a pagar (por los servicios) con lo cual ahorros se van a producir”, agregó. Como contrapartida, Riba consideró necesario observar qué impacto tendrá ese desvío de recursos desde el consumo hacia las tarifas.
Karina Corradi, presidenta del cluster de Petróleo, Gas y Minería de Córdoba, puso el foco en los anuncios relacionados con la actividad petrolera a la cual se le habilitó un canal verde de importaciones para impulsar la producción y la obtención de divisas.
“Espero que Massa tenga anuncios concretos que se puedan llevar a lo largo del tiempo”, agregó. Y planteó que su sector espera que se extiendan los beneficios dados a las empresas petroleras a la cadena de proveedores.
Para Corradi, “La decisión de impulsar Vaca Muerta para desarrollar energía es importante para el país, pero para explotarla tenemos que defender la seguridad jurídica. Que no se cambien las reglas de juego intempestivamente”.
Marcos Lozada, director del Sanatorio Allende, coincidió con Riba en que los mercados “le han dado un aire” a Massa. “Tiene ese aire para empezar a consolidar lo que ha planteado para equilibrar las finanzas públicas y ordenar la macroeconomía”, entendió.
Destacó la existencia de anuncios, “como bajar los subsidios, suspender los ingresos de los empleados públicos y una intencionalidad de cumplir lo comprometido con el FMI”, que apuntan a disminuir la tensión en la economía.
Colocó, además, en el haber del ministro “la refinanciación de la deuda en pesos para el año próximo”, aunque la economía “sigue teniendo una enorme complejidad y márgenes estrechos de tiempo para conseguir un plan que nos saque de esta situación caótica”, agregó.
“Hay señales que han sido bien tomadas. Subió la tasa de interés, sacó un plan para bajar los subsidios, etcétera, pero hay que ver si alcanza”, señaló Lozada.
Correcciones firmes
Manuel Tagle, titular del Grupo Autocity, entendió que Massa “ha heredado profundos desequilibrios que su propio Gobierno ha creado”, advirtió el también presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
“Victima de esa situación límite, sus primeras decisiones tienen mayor realismo. Pero la magnitud de la crisis es muy profunda y resolverla requiere de correcciones firmes y decididas. Como, por ejemplo, ajustar tarifas, liberar el tipo de cambio y el conjunto de la economía”, apuntó.
Tagle indicó que, sin embargo, no observa “respaldo político, ni coherencia para que esas medidas sean acompañadas de una férrea disciplina fiscal y monetaria”, comentó.
Isabel Martínez, directiva de la autopartista Fumiscor y dirigente del sector metalúrgico, anheló que Massa “pueda implementar las medidas necesarias para que la industria no se frene y pensar en un plan a largo plazo con un consenso general”.
“El pais necesita un programa de estabilizacion macroeconomica para la tremenda crisis en la que estamos inmersos. Ese plan no existe y para ello es necesario confianza. Ademas La receta no ha cambiado sigue siendo más impuestos para el sector productivo, menos competitividad y ninguna intencion de bajar el gasto publico y el deficit fiscal”, dijo.
Las decisiones y los gestos
Isaías Goldman, titular del conocido grupo dedicado a la climatización, coincidió en que prevalecen “muchos interrogantes”. Massa “quiere expresar determinadas cosas, pero luego dice otras, imagino para agradar a alguien y solidificarse políticamente”, evaluó.
El empresario consideró poco trascedente la polémica sobre “si esto es un ‘tarifazo’ o un reacomodamiento; a la gente le va a llegar igual al bolsillo y le genera inquietud”, reflexionó. “Tampoco alcanza para cubrir el déficit”, resaltó.
Goldman objetó “el discurso poco amigable” del Gobierno “con quienes son importantes para que realicen su aporte a fin de encaminar la economía”. “Por ejemplo, –dijo– si te faltan dólares, no le podés echar la culpa al campo; si los precios suben, culpás a los supermercados o a los empresarios, y si aumenta la carne, a los frigoríficos. No es así”.
"Se hicieron anuncios, ahora hay que esperar los resultados. La verdad es que prefiero que hayan sido pausados, mientras sean concretos". Natalia Heyd Murad, directiva de Gráfica Latina.
Explicó que en la economía real, el dólar que se utiliza para las transacciones en la compra de insumos ya no es el oficial a 140 pesos. “El dólar vale por encima de los 240 pesos, con ese nivel se cotizan los insumos y eso termina en precios”, observó.
Natalia Heyd Murad, directora general de Gráfica Latina, consideró que falta tiempo “para poder formar un criterio”. “Necesitamos gestos, hechos concretos más que proclamaciones. Se hicieron anuncios, ahora hay que esperar los resultados. La verdad es que prefiero que hayan sido pausados, mientras sean concretos y estudiados, a tener medidas inviables”, planteó.
Acompañó, sin embargo, la intención de “volver a instaurar la cultura del trabajo y el esfuerzo” mediante la conversión de planes sociales en empleo”.
La instrumentación
Para Luis Lumello, empresario de la construcción y presidente de la cámara sectorial, ”se estan diluyendo las expectativas que teníamos de que se modificara esta delicada situación social y economica por la que estamos atravesando, sin lograr recomponer la confianza de los sectores productivos, que son quienes invierten, generan riqueza y empleo genuino”.
Consideró que las dificultades para poner en marcha las medidas, “pone de manifiesto lo dificil que es gestionar en el ámbito de la coalición gobernante, donde las distintas miradas ideologicas terminan ralentizando y/o postergando la toma de decisiones indispensables para lograr un cambio de rumbo”.
Natalia Buttigliengo, de la empresa constructora Boetto y Buttigliengo, señaló que comparte la dirección de las medidas conocidas hasta ahora. “Si, voy a seguir atentamente su aplicación, que es donde habitualmente se detienen las grandes ideas en la Argentina. Tal como nos sucede en el ámbito empresario o en el de cualquier organización, estrategias y planes inteligentes que a la hora de ejecutarse se topan con la complejidad de la macro argentina”, comentó.
Esta nota se publicó originalmente en La Voz.