En medio de la sensación de conmoción política tras una semana que contó con un pedido de condena contra Cristina Fernández, marchas, denuncias, acusaciones, Alberto Fernández hablando de Nisman y Luciani; Sergio Massa avanza con los recortes en distintas áreas del Estado para alcanzar las metas fiscales fijadas con el Fondo Monetario Internacional.
Según lo detalla La Nación, el superministro de Economía llevará adelante desde ahora y hasta fin de año una fuerte desaceleración en el gasto en alrededor de $130.000 millones adicionales a los que ya ajustó.
De esta forma, se estima que el recorte al presupuesto será de forma global de unos $350.000 millones de ajuste del gasto. Ese número, sumado al ahorro en los subsidios por la suba de tarifas generaría un alivio en las cuentas fiscales de acá a diciembre.
Según el mismo medio, Massa modificó el presupuesto para adecuar las partidas de otros ministerios y suprimió $128.000 millones que no habían sido ejecutados por los ministerios que los tenían asignados (si se suman las obligaciones del Tesoro la cifra se eleva a $220.000 millones). “No es un ajuste, es un cachetazo a la ineficiencia”, dicen cerca del ministro.
La lógica impuesta por el ministro consistió en tomar el porcentaje de ejecución que se debería tener a esta altura del año y, los programas que estaban por debajo de esa línea, los quitó. De acuerdo a un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la decisión administrativa 826 “disminuyó el presupuesto en $128.000 millones sin modificar el cálculo de los ingresos, por lo que los resultados financiero y primario se reducen en el mismo monto”.
Dónde se ajusta
El ajuste que Sergio Massa lleva adelante se siente en distintas áreas del Estado nacional, pero también repercute en las provincias. Algunas de las partidas más significativas corres ponen a Desarrollo Productivo ($70.000 millones), Educación ($50.000 millones), Desarrollo Territorial y Hábitat ($50.000 millones), Obras Públicas ($20.000 millones), y Transporte y Salud, con $10.000 cada uno.
En el Palacio de Hacienda explican que, además de la subejecución de algunos ministerios, se tomaron en cuenta situaciones puntuales que determinaron el retiro de las partidas. “Por ejemplo, hubo problemas contractuales con Conectar Igualdad y por eso no se ejecutó”, cuentan. Eso generó que ese programa destinado a dotar de computadoras a los alumnos y a los colegios, además de conectividad, tuviese al 22 de agosto pasado $18.000 millones sin ejecuta, detallaron en La Nación.
Empresas públicas
Además de los recortes en ministerios, Massa quiere achgar el gasto y la nómina del personal de las empresas del Estado.
Como se anunció, empezará a exigirse el envío de la nómina de empleados y contratados para ser publicada. La lista de septiembre, se congelará pero no significa que bajará la cantidad del personal sino que se mantendrá en cero: si bien se congela la cantidad de empleados, se autorizan las altas solamente por bajas.
Además, a estas compañías públicas se les pedirá un recorte de entre el 3% y el 7% en el gasto real, es decir, después de descontada la inflación.