Sergio Massa estrenará el nuevo avión presidencial que compró Alberto Fernández y que fue eje de polémica por las riesgosas maniobras que realizaron los pilotos de la flota aérea presidencial. El ministro de Economía lo utilizará para emprender rumbo a China este domingo. Al viaje también se sumará Máximo Kirchner y una comitiva de funcionarios.
La aeronave, denominada ARG-01, costó 25 millones de dólares. Llegó este jueves a Buenos Aires, cuando el Presidente ya se había trasladado a Chapadmalal en el Tango-04.
Por este motivo, Massa usará por primera vez el avión este domingo, cuando parta rumbo a Beijing junto a el ministro de Transporte, Diego Giuliano; los secretarios Juan José Bahillo (Agricultura) y Flavia Royon (Energía); el presidente del Banco Central, Miguel Angel Pesce; el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; el presidente de YPF, Pablo González; y cuatro diputados: Máximo Kirchner; la titular de la Cámara, Cecilia Moreau; y otros dos legisladores a definir en las próximas horas.
Desde la Secretaría General de Presidencia, a cargo de Julio Vitobello, un incondicional de Fernández, confirmaron que el mandatario decidió cederle el avión al ministro “para ahorrar costos”. “El avión es del Estado argentino, no sólo el Presidente puede usarlo. Los aviones y helicópteros de la flota presidencial siempre los usan los ministros. Este es un viaje larguísimo donde al no alquilar otro avión, el Estado se ahorra un gasto innecesario”, explicaron a diario Clarín.
Es que, según estimaron fuentes de Presidencia, para un vuelo de las características que realizará el ministro de Economía, el alquiler de un avión chico podría costar aproximadamente 650 mil dólares. El precio treparía a un millón de dólares en el caso de un avión grande. Esto si se tiene en cuenta que el viaje dura un total de 30 horas.
¿Quiénes serán los pilotos?
Todavía no está claro quiénes serán los pilotos, luego del escándalo que protagonizaron Leonardo Barone y Juan Pablo Pinto por las maniobras de sobrevuelo por el eje de pista que hicieron en Aeroparque.
La explicación que dieron fue por demás curiosa: en un escueto comunicado indicaron que fue “autorizada por el control (aéreo) siendo esto uso y costumbre toda vez que se incorpora una aeronave o cuando se retira un comandante”.
