El Frente de Todos avanzó este miércoles en la Cámara de Diputados con la prórroga, por cinco años, de seis impuestos que vencen a fin de año. Se trata de una urgencia para el Gobierno: si no se extiende la vigencia de esos tributos, la Nación perdería un 32% de recaudación, algo impensado en el actual contexto macroeconómico.
Oficialismo y aliados firmaron dictamen en la Comisión de Presupuesto y Hacienda sobre un proyecto de ley del Poder Ejecutivo que busca extender la vigencia de una serie de tributos hasta el 31 de diciembre de 2027. Ahora el debate pasó al recinto, donde se requiere una mayoría absoluta, es decir, 129 votos.
Los impuestos que se buscan prorrogar son a las Ganancias, a los Bienes Personales, a los Créditos y Débitos Bancarios (conocido como “impuesto al Cheque”), al precio final de venta de los cigarrillos, al capital de las cooperativas y, finalmente, el monotributo.
La caída de estos tributos no solo comprometería a la Nación, sino también las provincias, ya que buena parte de la recaudación se coparticipa. En el caso de Ganancias, por ejemplo, representa cinco puntos del PBI y los distritos dejarían de percibir un 13% si el impuesto cae.
Al participar del debate, la subsecretaria de Ingresos Públicos, Claudia Balestrini, sostuvo que se trata de “impuestos que son pilares del sistema tributario argentino” y agregó: “Ya se está elaborando el Presupuesto y es fundamental contar con claridad en cuanto a cómo se van a financiar las políticas públicas”.
En la misma sintonía, el jefe del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez, afirmó que se busca “una señal que apunte a que antes de la presentación del Presupuesto podamos tener una norma aprobada, al menos en la Cámara de Diputados, que garantice la protección de los recursos tributarios”.
“Hay que buscarle el pelo al huevo para estar en contra de este proyecto. Uno de cada tres pesos de la recaudación están comprometidos si esta prórroga no sale”, advirtió Martínez, quien alertó que si no se extienden los impuestos, las finanzas provinciales podrían entrar en “una situación de colapso”.
Aún así, Juntos por el Cambio firmó un dictamen de minoría, con cambios respecto al texto oficial. “No vamos a hacer le demagogia de no votar impuestos, pero sí plantear una posición clara de hacia dónde tiene que ir la Argentina”, fundamentó el economista Luciano Laspina (PRO).
El diputado amplió: “Nuestra intención no es, bajo ningún concepto, desfinanciar al Estado Nacional ni a las provincias, pero al mismo tiempo no podemos avalar, con una prórroga lisa y llana, la contrarreforma tributaria que se hizo durante la gestión de Alberto Fernández”.
En ese sentido, uno de los impuestos que Juntos por el Cambio puso bajo la lupa es el de Bienes Personales, modificado a fines del año pasado. Con esa reforma se subió el mínimo no imponible a seis millones de pesos para que menos contribuyentes queden alcanzados, aunque para la coalición opositora fue insuficiente.
Tanto Martín Tetaz (Evolución Radical) como Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) pidieron considerar por separado el caso de Bienes Personales, pero el oficialismo dictaminó el proyecto tal cual lo envió el Ejecutivo.
Por su parte, la cordobesa Laura Rodríguez Machado (PRO) recordó que algunos de los impuestos que caducan fueron pensados con una duración limitada en el tiempo ante situaciones de emergencia, pero se transformaron en permanentes, como el impuesto al cheque, creado en 2001.
Sin embargo, la subsecretaria Balestrini consideró que “sí” continúa la situación de emergencia y recordó que en 2019 se sancionó la Ley de Solidaridad Social, que declaró nueve emergencias en distintas áreas.
El proyecto que obtuvo dictamen no solo prorroga la vigencia de los impuestos, sino también (y por el mismo período) las asignaciones específicas de esos y otros tributos. Por ejemplo, lo recaudado por el impuesto al cheque, a la venta de cigarrillos y parte del Impuesto al Valor Agregado (IVA) se destina a financiar a la ANSES.