El gobernador Rodolfo Suárez arrancó su discurso saludando a trabajadores y trabajadoras además de quienes buscan empleo. En su tercera apertura de Sesiones Ordinarias, el mandatario remarcó la gestión realizada en materia de salud y económica.
“Es novedoso tener que considerar como punto de partida los efectos agobiantes de una macroeconomía que desde hace muchos años viene dejando a la intemperie toda posibilidad de progreso colectivo”, empezó remarcando Suárez. En lo que “sí resulta novedoso advertir cómo esos conflictos que se habían prometido resolver, por el contrario, en los últimos tiempos se vienen agudizando”.
El mandatario provincial destacó que esta situación se da “no sólo por los efectos aún presentes y dolorosos de una pandemia que a nivel nacional se gestionó con una estrategia desacertada, sino fundamentalmente por la falta de un programa consistente, de una vocación para la construcción de consensos que permitan crear mayorías en torno a las reformas claves que se necesitan”.
“Y más delicado aún, por las tensiones imprudentes generadas dentro del nivel más alto del Gobierno Nacional, que como resultado final nos entregan la imagen perpleja de un poder de brazos caídos para conducir la economía pero no para intentar torcer a antojo las instituciones”, criticó Suárez.
El Gobernador considera que “el contexto internacional de alta inestabilidad política y económica que obstaculiza y pone en riesgo toda hipótesis de crecimiento para las economías periféricas, debiera estar siendo considerado como un poderoso llamado de atención para buscar alternativas antes que excusas que sirvan para justificar los traspiés domésticos”.
En la comparación con Mendoza, Suárez subrayó que “desde hace casi 6 años y medio trabajamos en un sentido diametralmente distinto. Por eso es tan fuerte el contraste entre los modelos de administración de la Nación y el modelo de administración que llevamos en la Provincia”.