El escándalo del avión investigado por la Justicia provocó que cerca de 300 ciudadanos venezolanos quedaran varados en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Es que una aeronave de la compañía Conviasa –empresa sancionada por Estados Unidos- aterrizó en Bolivia pero no llegó a nuestro país, porque el último tramo quedó suspendido por tiempo indeterminado.
El segundo avión partió este miércoles desde Caracas hacia Santa Cruz de la Sierra y tenía como último destino, aterrizar en Argentina. Sin embargo este tramo quedó suspendido, dejando varados a decenas de familias y personas con discapacidad.
La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) no aprobó el vuelo de Conviasa a Argentina afectando también a pasajeros que en estos momentos se encuentran varados también en Bolivia.
La aeronave que debía partir este miércoles por la noche desde Ezeiza era un vuelo que había sido reprogramado este lunes en medio de la polémica con la aeronave venezolana-iraní. Este miércoles a las 20 les volvieron a notificar que el vuelo había sido nuevamente cancelado.
De hecho los tripulantes venezolanos del vuelo investigado también pensaban irse en ese avión si la Justicia argentina le devolvía los pasaportes.
Para evitar que una nueva aeronave sea retenida, Conviasa había intentado en Santa Cruz de la Sierra comprar los pasajes de un vuelo de Boliviana de Aviación para buscar en Argentina a los venezolanos que les cancelaron el viaje el pasado lunes.
La situación en Ezeiza tiene su correlato en el aeropuerto boliviano donde se encuentran varados los pasajeros del vuelo de Conviasa que Argentina restringió.
Este jueves se cumplen 10 días desde que el avión con tripulación sospechosa aterrizó en Argentina y 6 desde que la medida de inmovilizarlo y retener los pasaportes de los involucrados tomó estado público.