Disgustado por tener que aislarse tras su regreso de Perú, al presidente Alberto Fernández llevó el trabajo a la quinta de Olivos, donde el jueves terminará su aislamiento y pondrá en marcha el reemplazo de Agustín Rossi en Defensa y de Daniel Arroyo, en Desarrollo Social.
Hay otras cinco renuncias que esperan en el escritorio de Casa Rosada a ser aceptadas: Martín Gill y Enrique Cresto, funcionarios de Obras Públicas; Daniel Menéndez, de Desarrollo Social; Marcela Passo, de Transporte; y Victoria Tolosa Paz, del Consejo contra el Hambre.
Lo último que había dicho Fernández era que todos los funcionarios que son candidatos deben renunciar a sus cargos para encarar la campaña. Pero la demora en la aceptación de las renuncias generó un sinfín de especulaciones respecto de un posible cambio de idea.
En el Gobierno aseguran que no cambió nada, pero señalan que el objetivo es que las modificaciones en el Gabinete no dañen la gestión. Obras Públicas, por ejemplo, tiene todos los procesos administrativos funcionando, pero Fernández marca los tiempos y los alcances de sus decisiones.
Tanto Gill (secretario de Obras Públicas) como Cresto (administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento) pusieron su renuncia a disposición y ahora esperan que Fernández responda.
No obstante, ambos delegarán sus firmas a partir del 17 de agosto, ya que el 18 arrancará la campaña y por ley está prohibido hacer actos de gobierno durante los 25 días previos a la elección primaria.
Fernández será sometido a un nuevo test de PCR el jueves y tras confirmarse que no está infectado por coronavirus, volverá a la agenda habitual. Para las próximas dos semanas tiene previstos actos en el Conurbano bonaerense y algunos viajes al interior.
¿Cuándo se van los ministros?
Que Juan Zabaleta ocupará el lugar de Arroyo está confirmado. Es un misterio por ahora quién irá a Defensa. En la Casa Rosada aseguran desconocer la decisión que tomará Fernández en soledad en Olivos.
De esta manera, de los 21 ministros presentados por Fernández el 6 de diciembre de 2019 en un edificio de Puerto Madero, en Buenos Aires, ya se habrán renovado seis. Uno de ellos fue impensado, dado que ocurrió por el fallecimiento de Mario Meoni, quien estaba a cargo de Transporte.
Dos especulaciones y una posibilidad trascendieron en los últimos días, pero nadie las confirma. La primera era que Fernández podría pedirle a Daniel Scioli que deje la embajada en Brasil y venga a Defensa. Pero esto no ocurrirá.
El Presidente destaca la impronta de negocios y el nexo de buen diálogo que la ha dado Scioli a la relación con la gestión de Jair Bolsonaro, que en 2020 había llegado a un punto de tensión que parecía no tener retorno.
Y la posibilidad que surgió, según numerosas fuentes oficiales, es que Defensa y Seguridad se fusionen y Sabina Frederic termine siendo la cabeza de ese ministerio. Así, se generaría una mejor articulación entre las Fuerzas Armadas y las de Seguridad.
Para Fernández, dicen quienes conocen su pensamiento, las Fuerzas Armadas tuvieron un rol estratégico en los operativos sanitarios durante la pandemia y han demostrado que pueden ser más útiles para coordinar estrategias que no tengan que ver con la seguridad interior.
Intendentes por intendentes
Gill es intendente de Villa María, Córdoba; y Cresto de Concordia, Entre Ríos. Ambos están en uso de licencia y ocupan sus cargos como secretarios de Fernández. Y hasta que el Presidente mueva las fichas en el tablero a fines de esta semana, seguirán en sus roles.
Uno de los objetivos de la campaña electoral es visibilizar el trabajo que hizo en gobierno nacional tanto en Córdoba como en Entre Ríos en estos 18 meses. Y ambos van a estar recorriendo obras como secretarios o como precandidatos.
En el Gobierno estiman que Fernández y Katopodis podrían convocar a otros dos intendentes del interior del país para que reemplacen a Gill y a Cresto, para lo que el Presidente ya estuvo en contacto con gobernadores del PJ.
Desde la soledad en Olivos, Fernández viene hablando con Santiago Cafiero, su jefe de Gabinete. Al menos por ahora, ni Cristina Fernández ni Sergio Massa forman parte de las evaluaciones para nombrar a los nuevos funcionarios.