El intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner generó que el ministro de Seguridad Anibal Fernández uno de los funcionarios más criticados por las fallas en el operativo, pusiera a disposición del Presidente su renuncia, según él mismo reveló en declaraciones con la prensa.
“Yo soy un caballero y cuando esta cosa sucedió lo primero que le dije al Presidente es que yo estaba dispuesto (a renunciar) cuando él lo decidiera a correrme”, aseguró Fernández en declaraciones con la prensa.
Una de las voces más fuertes que pidió la renuncia del ministro de Economía fue la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. “Con el derecho que me dan los 45 años de lucha ininterrumpida luchando por defender a la gente que amo, por inepto y descuidado, exijo la renuncia de Aníbal Fernández”, indicó.
Tras esta declaración que llegó con peso a las altas esferas del Gobierno, el ministro aseguró: “Lo de Hebe me duele en el alma porque no sabe lo que pasó y opinó sin saber nada de lo que se ha hecho. Hablar es muy fácil, hay que estar mirando las cosas cómo son, hicimos mucho esfuerzo. Lo he hablado con la vicepresidenta el jueves y el sábado y es la visión que tenemos y estamos trabajando con sobre el tema”.
Por su parte, el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, consideró hoy que “la política argentina no volverá a ser la misma luego de este intento de asesinato” contra la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner, y dijo que la oposición tuvo “en algunos casos actitudes mezquinas y, en otros, repudiables”.
En declaraciones a FM La Patriada, Rossi, dijo que el intento de magnicidio “hubiese merecido el repudio contundente de toda la dirigencia política, que se hizo parcialmente”.”Lo que vi fue en algunos casos actitudes mezquinas y, en otros casos, repudiables, más pensado en la lógica de cómo puede caer esto en sus propios electorados que en defensa de la democracia”, dijo Rossi sobre la reacción de un sector de la oposición.Para el funcionario, “la política argentina no volverá a ser la misma luego de este intento de asesinato”.
En otro orden, al comentar la situación de la diputada provincial por Santa Fe Amalia Granata, quien consideró el ataque como una “pantomima”, Rossi valoró la reacción del peronismo santafesino, que solicitó la remoción de la legisladora.Sin embargo, aclaró que “el PJ no tiene mayoría” en la Cámara de Diputados de Santa Fe y no se pueden “encontrar los votos como para que esta remoción suceda”.Al ser consultado sobre los llamados “discursos de odio”, Rossi dijo que es necesario “evaluar iniciativas legislativas que pongan límites a este tipo de conductas”.El funcionario recordó en este sentido las agresiones que sufrió durante el debate de la resolución 125, en 2008, y dijo que viendo la situación en retrospectiva debería haber llevado el caso a la Justicia.
”Ahora armaron una guillotina y la pusieron a Cristina, pusieron bolsas mortuorias frente a la Casa Rosada, creo que no tenemos que permanecer impávidos frente a esos hechos”, indicó el funcionario.Por último, remarcó que “la dirigencia política tendría que aumentar la rigurosidad de su custodia personal” para evitar hechos como el sufrido por la vicepresidenta.