Dalmiro Garay fue reelecto como presidente de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza y estará al frente del Poder Judicial durante los próximos dos años. El ministro afrontará su segundo mandato como titular del máximo tribunal tras obtener el respaldo unánime de sus pares y luego de largas y tensas discusiones durante toda la jornada.
Minutos antes de las 11 de este jueves se encontraron en el Cuarto Piso del Palacio Judicial los magistrados Dalmiro Garay, Pedro Llorente, José Valerio, Teresa Day, Julio Gómez, y Mario Adaro, mientras que Omar Palermo participó vía videoconferencia, ya que está de licencia y se encuentra en Alemania, completando una beca posdoctoral.
En los últimos años el equilibrio de poder en la cúpula de la justicia mendocina ha estado marcado por el protagonismo de la grieta judicial entre el ala radical, integrada por Garay, Valerio, Llorente y Day, y el ala peronista, compuesta por Adaro, Palermo y Gómez. En las dos elecciones anteriores el antagonismo en las facciones quedó de manifiesto con una votación dividida en 2019 y otra sin participación de uno de los sectores en 2020. Y anoche la puja entre los bandos estuvo al rojo vivo.
La deliberación se dilató durante casi toda la jornada, ya que estuvo fuertemente trabada por las negociaciones en torno a las coordinaciones e injerencia sobre determinados temas que tendrá cada uno de los siete integrantes del cuerpo.
Durante varias horas y hasta bien entrada la tarde hubo una serie de reuniones previas a la votación de las que iban saliendo y volviendo a ingresar los magistrados presentes. Mientras que Palermo siguió las instancias dialogando por teléfono con algunos de sus colegas.
Finalmente, instantes después de las 21 se alcanzó la unanimidad y los siete magistrados decidieron que Garay sea el presidente del tribunal hasta noviembre de 2023.
“Quiero destacar la unanimidad que hemos logrado los ministros de la Corte hoy”, fueron las primeras palabras del titular del Poder Judicial. “Hace un año y medio que estoy a cargo de la presidencia donde asumimos con tiempos turbulentos, donde tuvimos en medio una crisis institucional importante y una pandemia. En ese poco tiempo reconstruimos cierta confianza y podemos mirar a futuro hacia un mejor Poder Judicial”, agregó.
En este sentido resaltó que apuntarán a “profundizar las transformaciones en tecnología y gestión judicial; y la transparencia en la designación del personal, a través de concursos abiertos”.
Larga deliberación
Según indicaron fuentes judiciales la elección de Garay ya había sido definida en las jornadas previas por el bloque mayoritario de la Corte. Desde ese sector indicaron que el presidente reelecto no tenía la intención de hacer pesar la mayoría de cuatro votos y que buscó un permanente diálogo para llegar por todos los medios a una votación por consenso.
En tanto, allegados al ala peronista manifestaron que los tres jueces también pretendían alcanzar un acuerdo, el cual estuvo encaminado durante buena parte de la mañana pero que con el correr de las horas fue complicándose, hasta resolverse recién en horas de la noche.
Si bien la relación de estos tres magistrados con Garay es tensa y cuestionaban su forma de ejercer el poder desde la conducción, estaban dispuestos a acompañar a la mayoría y para ello plantearon “ser un equipo” y tener tareas relacionadas a los temas que les interesan y en los que tienen experiencia.
Tras varias idas y vueltas, se llegó a un acuerdo entre los siete magistrados y se pactó un modelo de toma de decisiones a futuro y la realización de plenarios cada 15 días. En tanto, Garay va a coordinar el centro de capacitaciones y Palermo va a ser el director académico, Adaro acompañará al presidente como referente de Innovación y Tecnología y Gómez como referente en temas ambientales y capacitación de Ley Yolanda. Asimismo, Day asumirá la coordinación del fuero de familia, puesto que deja vacante Gómez.
La falta de consenso respecto a estos pedidos realizados por los jueces peronistas había empantanado la discusión durante toda la jornada, pero finalmente las partes alcanzaron un acuerdo. “Pretenden mejorar el poder judicial, no andaban pidiendo cargos, están pidiendo áreas de trabajo”, señaló una fuente allegada.
Asimismo, en un momento álgido de la tarde cuando parecía que las discusiones no iban a llegar a buen puerto trascendió que los magistrados peronistas analizaban la posibilidad de que sus tres votos vayan para Valerio, aunque éste votase por Garay con el resto de los supremos radicales y el presidente de igual manera la reelección. Pese a que en 2019 Valerio sí tenía la intención de presidir el tribunal y fue el candidato del ala radical, en esta oportunidad no se postuló.
Además de la presidencia de la Corte, también cambiaron las autoridades de las diferentes salas. Day estará al frente de la Sala I, Civil y de Familia, mientras que Adaro presidirá la Sala Penal y Laboral. Estos dos ministros en conjunto con el presidente electo del tribunal formaran la Sala III Administrativa.
La grieta latente
Las últimas dos elecciones de autoridades en el máximo tribunal provincial se evidenció una fuerte confrontación entre los sectores políticamente antagónicos. En noviembre de 2019, se quebró una tradición que venía desde hacía tiempo y que consistía en que el titular se elija por unanimidad. Para esa votación el “ala radical” impulsaba un candidato propio para el puesto y el “ala peronista” terminó apoyando la postulación de Jorge Nanclares, quien si bien tenía un origen radical jugaba un rol neutral hasta ese momento. En el acta figuraron 4 votos para Nanclares y tres para Valerio, ambos autovotándose.
Sin embargo, en junio del 2020 Nanclares terminaría renunciando y jubilándose, en medio de un escándalo por el sueldo de su secretaria, que desencadenó una nueva ley impulsada por el gobernador Rodolfo Suárez para regular los salarios de los funcionarios judiciales equiparados a magistrados.
Al mes, Teresa Day asumía como reemplazante y los jueces convocaron a un plenario para determinar quién sería el nuevo presidente, encargado de completar el mandato que Nanclares había dejado vacante.
En esa reunión volvió a acentuarse la grieta judicial, ya que los tres magistrados con raíces peronistas no asistieron, esgrimiendo que desconocían a Day como integrante del tribunal al no haberse resuelto si cumplía o no con los requisitos constitucionales para ser miembro de la Corte.
De todas maneras, con los cuatro votos de Valerio, Llorente, Day y Garay se eligió a este último como presidente de la institución judicial. Ese mandato concluye esta semana, por lo que era necesario cerrar la discusión de la presidencia lo antes posible.
El camino a la Corte
Dalmiro Garay desembarcó en la Corte en julio de 2018, propuesto por el entonces gobernador Alfredo Cornejo, tras la vacante generada por la salida del ex juez Alejandro Pérez Hualde, quien se había jubilado.
Hasta ese momento, Garay se había desempeñado como ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia de la provincia desde el inicio de la gestión cornejista en diciembre de 2015.
El abogado de 48 años egresó de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo y tiene un magister en “Derecho Administrativo de la Economía”. Nacido en San Juan, llegó a Mendoza a sus 17 años para iniciar su carrera universitaria y se asentó en esta provincia.
Durante ese periodo militó en la Franja Morada y llegó a ser vicepresidente y presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho e integrar la organización universitaria radical a nivel nacional.
Luego de ejercer la profesión en el foro local llegó a la función pública en 2003, durante la gobernación de Julio Cobos, donde se hizo cargo de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la DGE. En 2007 pasó a ocupar un cargo en la Asesoría de Gobierno, hasta que fue convocado en 2015 por Cornejo para sumarse al gabinete provincial como ministro.