Ha sido particular la intervención de un dirigente radical en la discusión de los precios de la flamante Boleta Única entre la Junta Electoral y los intendentes. Se trata de Jorge Palero, ex senador de ese partido y ex funcionario hasta 2019 de la Sociedad de Transporte de Mendoza (STM).
Palero, además de militante de la UCR, tiene una imprenta llamada Label Solutions en la calle Brasil de la Ciudad de Mendoza que durante años se ha ocupado de imprimir las boletas de los candidatos de su partido. “Hace mil años que lo hago”, afirma. Pero en este caso, en la Junta Electoral tienen enojo porque ha intentado vender sus servicios a municipios del PJ, a precios mucho menores que los estimados por el organismo que comanda el proceso electoral.
“Palero ha estado pasando costos y se quiso meter para arreglar con los municipios”, se quejaron en la Junta Electoral. Pero de acuerdo con la nueva normativa, el empresario no puede arreglar la venta en forma directa con el “cliente”: antes la boleta sábana la imprimía cada partido y ahora esa operatoria corre exclusivamente por cuenta del organismo electoral.
En la Junta Electoral señalan que Palero no puede vender las boletas porque ni siquiera está inscripto como proveedor del Estado. Ante la consulta de Los Andes, el empresario radical no desmintió la versión de que había pasado precios más baratos que los difundidos, ni otras acciones de lobby, aunque aclaró que solamente lo hizo porque lo consultó sobre los valores un viejo compañero de banca en el Senado provincial: el actual intendente de Maipú, Matías Stevanato.
La respuesta de Palero a Stevanato fue categórica: “Sale 300 pesos la etiqueta de uno de los vinos más caros, la Boleta Única no puede costar más de 200 pesos”, aseguró a este diario el empresario. Y reconoció que hace un tiempo también buscó incidir, en charla con un legislador de la UCR, en el texto de la ley de Boleta Única para que, al reducirse algunos requisitos técnicos, pudieran intervenir más imprentas de Mendoza en el proceso de selección. Pero no tuvo suerte.
De todos modos, Palero aseguró que, a pesar del problema del “que dirán”, va a competir en el concurso de precios que hará la Junta Electoral para que le adjudiquen el diseño y la impresión de las nuevas boletas, porque tiene el equipamiento necesario, y negó que no ser proveedor del Estado se lo impida. “Antes no podía, pero ahora estoy provisoriamente inscripto”, aseguró la semana pasada.
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En la comitiva viajaba Janina Ortiz, secretaria de Gobierno y quien es la elegida por el intendente Daniel Orozco para sucederlo. El decreto no detalla la actividad que tampoco fue difundida en las redes sociales del municipio.
Según la Junta Electoral, Palero es el único empresario local que ha buscado intervenir en la impresión de la nueva boleta electoral (también hay empresas vinculadas al PJ en el negocio). Desde el organismo también se señaló que son pocas las imprentas equipadas para brindar este servicio digital y satisfacer la demanda, por no tener los “fierros” necesarios.
“Hay datos que tienen que ir variando según el lugar de votación, el troquelado tiene que ser de buena calidad y llevan un engomado”, detalló Jorge Albarracín, secretario de la Junta Electoral, sobre los requisitos que demanda la nueva herramienta para votart.
Igualmente, la Junta Electoral dice que hasta el tamaño de la boleta fijado respondió a la necesidad de reducir costos, que es un reclamo de los intendentes. “La haremos de 12,5 cm de alto para que entren cuatro boletas por pliego”, precisó, en relación a la medida estándar de los pliegos, que es de 50 cm por 70 cm.