La elección para el rectorado de la UNCuyo dejó abierta una polémica por el triunfo ajustado de la fórmula de Interclaustro, Esther Sánchez y Gabriel Fidel, del 51,53%; sobre la lista opositora Compromiso Universitario, liderada por Adriana García y Arturo Tascheret, que obtuvo el 48,47%.
No es que se pongan en duda los números del escrutinio. Sí, desde la oposición denunciaron que los votos en blanco, que no fueron validados para este comicio, resultaron claves para que la elección se terminara inclinando a favor del Interclaustro, ya que de ese modo, esta fórmula pudo alcanzar el porcentaje necesario para evitar una segunda vuelta: la “mayoría absoluta”, o más del 50%.
Los votos en blanco representaron un poco menos del 6% en el comicio del jueves y un cálculo de Compromiso Universitario dice que si hubieran sido considerados como válidos, el oficialismo habría obtenido solo 48.8%, no más del 50%; y la oposición 45,4% .
Antes de la elección y frente a un escenario de conflicto inminente, la oposición pidió que el Consejo Superior de la UNCuyo (órgano mayor de la universidad) se expidiera sobre la resolución que los declaró nulos. La resolución de la polémica fue dictada un día antes del comicio y cuestionada ante el Consejo Superior en la noche del mismo miércoles 8 por Compromiso Universitario.
Después de la votación, los números provisorios hicieron que el conflicto escalara, más allá de que Interclaustro, el Rectorado y la Junta Electoral consideran que la pelea por el voto en blanco es cosa juzgada.
De hecho, Interclaustro y el Rectorado confirmaron este viernes el escrutinio provisorio que le dio la victoria a la fórmula radical para la conducción de la UNCuyo. El binomio ganador aseguró, por medio de un comunicado, que hay una “nula necesidad” de acudir a una segunda vuelta electoral, lo que demandaría “un gasto innecesario para toda la universidad”, dado que se enfrentarían otra vez las dos fuerzas que ya fueron a las urnas.
EL CONFLICTO
El miércoles pasado, un día antes de la elección, la Junta Electoral de la universidad emitió la Resolución 21 en la que afirmó que los votos en blanco no serían contados como válidos. Desde Compromiso Universitario, inmediatamente recurrieron la medida ante el Consejo Superior de la universidad para que se expida al respecto, argumentando que en las elecciones anteriores, tanto en 2018 como en 2014, habían sido considerados como válidos.
El Consejo está compuesto por 48 integrantes, entre los que se encuentran rector, vicerrector, decanos, profesores, alumnos, egresados y personal no docente.
Compromiso Universitario ahora reclama que el planteo contra la eliminación de los votos en blanco como válidos se trate en una asamblea extraordinaria del Consejo el lunes que viene. Esto debe decidirlo el rector Daniel Pizzi, que preside el organismo, pero al cierre de esta nota, el académico no había emitido respuesta.
Hay que decir que, hasta la elección anterior, en 2018, efectivamente fueron contabilizados los votos en blanco como válidos. El escrutinio de aquel año quedó, según la resolución a la que tuvo acceso Los Andes, de la siguiente manera: fórmula Pizzi-Barón, 51,04%; García-De Simone 36,68%; Asarchuk-Palma, 7,42% y votos en blanco, 4,86%. O sea, el voto en blanco tuvo lugar como “válido”.
Sin embargo, para la elección de este año, hubo consultas y discusiones al respecto. El presidente de la Junta Electoral de la UNCuyo, Hugo Duch, pidió un dictamen sobre el asunto a dos profesores de la casa con renombre: el ex ministro de la Corte provincial Alejandro Pérez Hualde y el ex secretario de la Junta Electoral de la provincia, Luis Alfredo Puebla.
En este dictamen, del 7 de junio, Pérez Hualde y Puebla señalaron primeramente que “la documentación vigente aplicable al procedimiento electoral de esta Universidad no contiene una definición del concepto de voto ‘válido’”. Pero ante la carencia, en un análisis del Código Electoral Nacional, ambos certificaron que el universo de sufragios válidos “sólo puede comprender a los así definidos por la ley nacional en forma precisa y con clara distinción, y consecuente exclusión, de los votos ‘en blanco’. Estos no se incluyen a efecto alguno en nuestro cómputo electoral”.
Agrega además el dictamen que “a efectos de proclamar ganadora a una fórmula o de convocar a una segunda vuelta resulta necesario sumar exclusivamente los votos ‘válidos’ obtenidos por cada una de las fórmulas que compitieron”.
En base a este dictamen, el 8 de junio, el presidente de la Junta Electoral y el secretario Raúl Grippo firmaron la resolución 21, en la que definieron que los votos en blanco no serían válidos en el comicio para definir quien sucedería a Pizzi.
Lejos de reconocer una maniobra para sacar ventaja, desde la Junta Electoral de la UNCuyo dijeron ayer que el voto en blanco se discutió y anuló para las elecciones de este año porque por primera vez era relevante, ya que había solo dos fórmulas en confrontación y podía tener incidencia.
También desde la Junta indicaron que, a pesar del planteo de la oposición, tras el conteo definitivo “correspondería enviar el resultado al Consejo Superior para que proclame a los candidatos ganadores”.
A tono con estas expresiones, Sánchez, la candidata a rectora del Interclaustro, sostuvo que “los números son contundentes y se apoyan en la normativa electoral vigente”.
Pero en contraste, García, la candidata principal de Compromiso Universitario, insistió con el reclamo inicial: “Los votos en blanco deben considerarse porque están diciendo algo, no puede ser que sean considerados como una basura, detrás de ese voto hay un pedido, un llamado”, expresó.
IMPACTO DEL VOTO “PONDERADO”
La fórmula oficialista se impuso en tres de los cuatro claustros que dividen a los votantes, esto es, en Docentes, Estudiantes y Graduados. Hay que recordar que el voto en la UNCuyo es “ponderado” y asigna un valor diferente a los sufragios de cada uno.
En detalle, en el claustro Docente Interclaustro se impuso en 8 de las 12 unidades académicas. En el subclaustro de profesores titulares, la diferencia fue exigua: 50,5% para Interclaustro y 49,5% para Compromiso Universitario. La brecha se amplió en docentes auxiliares: 51,18% Interclaustro - 48,82% C.U.
En Estudiantes, Sánchez y Fidel obtuvieron mayoría en 7 facultades y el resultado general fue amplio: 60,17% Interclaustro; 39,83% C.U.
En Graduados, si bien ha sido presentado como un empate técnico -con 6 facultades para cada fórmula- un análisis fino permite resaltar que Interclaustro se quedó con el triunfo por pocas centésimas: 50,22% a 49,78%.
El resultado del claustro no docente en tanto muestra ganadora a la fórmula opositora de Compromiso Universitario, con 10 de las 12 facultades. En porcentajes generales: 64,33% para C.U. y 35,67% para Interclaustro.