La exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, también decidió volver a los primeros planos políticos de la mano de un libro, tal como en 2019 lo hizo Cristina Fernández de Kirchner con “Sinceramente” y el mes pasado Mauricio Macri con “Primer Tiempo”. Este miércoles, Vidal presentó “Mi Camino” (Editorial Sudamericana), el libro que en 8 capítulos y 200 páginas recorre vivencias personales durante su trayectoria política.
Quien también fuera vicejefa de gobierno porteño de Macri (2011-2015), hasta ahora estuvo al margen de la áspera relación que mantiene su espacio, Juntos por el Cambio, con el Gobierno nacional. Tampoco participa de las reuniones de la Mesa Nacional de coalición opositora. No obstante, mantiene una intensa actividad política por fuera de la agenda mediática. “¿Vas a ser candidata este año?”, se le preguntó en la entrevista-presentación de libro. “Todavía estamos discutiendo la fecha de las elecciones… ya habrá tiempo para decidir. Me da la satisfacción de que Juntos por el Cambio creció y tiene otros liderazgos”, respondió, dejando abierta una puerta a una eventual candidatura.
Antes la pregunta había sido si tenía expectativa de ser candidata presidencial en 2023. “En un día del que venimos de 27 mil contagios, no corresponde hablar de candidaturas. Sea o no candidata, le voy a poner el cuerpo y defender lo que creo; estoy convencida de mi vocación publica; la gente va a decidir lo que voy a ser”, dijo.
Con su tono calmo y pausado, Vidal no ahorró críticas pesadas al oficialismo. “Yo creo que hay una brecha entre la política y la gente. Los chicos de La Cámpora subiendo a las redes que habían sido vacunados…eso es la grieta entre la política y la gente”.
“Cuando el Presidente nos pide a todos que hagamos un esfuerzo, está bien. Pero nunca reconoce que se equivocó. El año pasado tuvimos cuarentena porque no había vacunas. Este año hay vacunas, pero no en nuestro país”, dijo Vidal, en una crítica similar a la que horas antes la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio había expresado en un comunicado.
Vidal también habló de la renovación dirigencial. “No es bueno para la gente que un gobernador esté veinte años”, dijo, en referencia al gobernador peronista de Formosa, Gildo Insfrán. Y agregó que tampoco es bueno “que un intendente esté veinte años”. Aludió aquí al radical Gustavo Posse, de San Isidro. En la interna radical bonaerense de semanas atrás, Vidal apoyó la lista que enfrentó (y ganó) a Posse. La referente del PRO también se expresó a favor de “la boleta única y electrónica”.
Vidal dijo que tocó gobernar “dos años con una enorme crisis”, como fueron 2018 y 2019, aunque no profundizó sobre las causas de esa crisis ocurrida durante la gestión macrista. A Macri lo definió como su “padre en la política”. A Horacio Rodríguez Larreta como su “padre en la gestión”.
Al repasar algunos momentos de la gestión, recordó los primeros meses de 2016. “Tengo miles de rosarios en casa que me daba la gente cuando salía de recorrida. Los voy a guardar como siempre; eran un consuelo, un sostén”, dijo.
Al presidente Fernández, sin nombrarlo, lo volvió a criticar casi al final de la entrevista: “Tenemos que dejar de descalificarnos, el insulto es el reflejo de la falta de argumentos. Cuando gobernás no podés darte el lujo de enojarte, más si tenés el 42 por ciento de pobreza. Se puede ser un opositor firme sin insultar”, dijo.
El libro incluye el capítulo “El amor después del amor”, en el que Vidal habla de su nueva pareja, el periodista Enrique Sacco, y donde también cuenta su experiencia como gobernadora y madre. “Las mujeres que queremos ocupar un lugar de poder nos cuesta el doble… nunca a un gobernador hombre le preguntan cómo va a hacer para llevar adelante las tareas de su casa. Se ponía en duda de que una mujer pudiera gobernar la provincia; me decían Heidi…”, dijo.
Mencionó a Elisa Carrió y a Graciela Fernández Meijide como ejemplos de mujeres en la política. “Todo lo que ellas pelearon abrieron el camino para que yo pueda ser gobernadora”. Vidal reconoció que en su gabinete, no obstante, hubo pocas mujeres.
En 2019 no logró la reelección. Axel Kicillof, del Frente de Todos, le ganó por un rotundo 52 a 38. Vidal reconoce que gobernar la provincia “fue la experiencia más increíble de mi vida; agradezco a quienes e jugaron por mí cuando nadie lo esperaba”.