Esta semana, la Legislatura provincial y la Cámara de Diputados en particular, estuvieron en el centro de la escena por el debate de la privatización de IMPSA, el blanqueo de capitales y el proyecto que regula las empresas de seguridad privada. Normas aprobadas por el oficialismo, con el respaldo de algunas bancas solitarias de la oposición.
En ese contexto, sorprendió la aparición sin aviso, de un nuevo monobloque que sumó más dispersión a la variopinta cámara baja. Actualmente, existen 14 bloques y nueve de ellos son individuales: siete pertenecen a fuerzas opositoras.
El diputado Mauro Giambastiani decidió renunciar al Partido Verde por diferencias en la percepción económica del país y la Provincia que tiene la organización presidida por Mario Vadillo, y decidió abrirse su propio monobloque denominado “Mejor Mendoza”. En su debut autónomo respaldó las tres propuestas del oficialismo. Vale decir que, con su salida también “generó” otro monobloque de forma natural: el PV se quedó solo con la banca de Emmanuel Fugazotto.
Giambastiani se sumó al fenómeno que se venía dando desde fines del año pasado con la escisión de Julio Villafañe del bloque justicialista, la salida de Gustavo Cairo de La Unión Mendocina y el apartamiento de Sol Salinas, con su propio monobloque Pro, en medio del tironeo de la interna entre Hebe Casado y Gabriel Pradines.
Hay que aclarar que otros monobloques ya habían sido presentados como tales, al momento de formalizar los bloques, tras la asunción de los nuevos legisladores. El propio oficialismo ya contaba por entonces, entre sus filas con “Hacer por Mendoza”, del legislador sancarlino Mauricio Torres. Salinas formó el suyo en agosto pasado, aunque no abandonó respectivamente el interbloque Cambia Mendoza.
En el caso del peronismo, Gabriela Lizana presentó “Renovador Línea Nacional” y José Luis Ramón se quedó con “Consumidores y Ciudadanos”. Ambos articulan con el PJ, en el interbloque presidido por el sanrafaelino Germán Gómez. Villafañe pegó el portazo en noviembre, enojado por la distribución de nuevas autoridades, y su banca no participa ni siquiera en esa instancia.
Por el lado de LUM, se presentaron varios bloques distintos pero solo Edgardo Civit Evans formó su monobloque anteriormente denominado “Partido de los Jubilados” y posteriormente renombrado “Bloque de los Jubilados Auténticos”, por su ruptura con ese partido. Luego, en mayo Cairo decidió dejar el bloque que conformaba con legisladoras demarchistas y formó “La Libertad Avanza” por su lado, para darle “representación” al presidente Javier Milei. Las diferencias con Jorge Difonso (jefe del interbloque), sobre todo en minería, precipitaron su alejamiento.
Con este panorama, las bancas de diputados se encuentran desperdigadas en 14 bloques: Unión Cívica Radical (22 integrantes); Partido Justicialista (7); Propuesta Pro Republicana (4); La Unión Mendocina – LUM (3, aquí está la suspendida Janina Ortiz); Pro Libertad (3); Hacer por Mendoza (Torres); Unión Pro (Salinas); Renovador Mendoza Línea Nacional (Lizana); Consumidores y Ciudadanos (Ramón); Renovación Justicialista (Villafañe); La Libertad Avanza (Cairo); Bloque de los Jubilados Auténticos (Civit Evans); Bloque Partido Verde (Fugazzotto); y Mejor Mendoza (Giambastiani).
El presidente de la Cámara, Andrés Lombardi, analizó la situación con Los Andes y señaló que “tanta división de bloques demanda un mayor esfuerzo de coordinación entre las autoridades de bloques” y puso en relieve que “también es cierto que permite que los debates sean más sinceros y no estén tan cerrados, porque no hay un solo bloque condicione”.
“Hay multiplicidad de voces, a veces ocurre que le pegan al oficialismo por izquierda o por derecha”, admitió el alfil de Alfredo Cornejo. Y sacó chapa de que la división opositora deja “en claro que el único plan de gobierno lo tiene Cambia Mendoza”.
El término “pluralidad” se repite entre los que decidieron formar monobloques, mientras que aquellos que bregan por bloques más consolidados en la oposición, lo echan por tierra y hablan de “mezquindades” individuales y acusan al oficialismo de estar por detrás de estas decisiones.
En el Senado, por el contrario, aparecen menos bloques y la oposición se muestra más homogénea, a pesar de sus diferencias. UCR-Cambia Mendoza tiene 19 bancas, el Partido Justicialista tiene un solo bloque de 10 legisladores y La Unión Mendocina se divide entre los bloques Pro (4) y “Hacemos la Unión (3). Completan la composición los monobloques de Armando Magistretti (PD) y Dugar Chappel (Partido Verde).
El Partido Verde, la última víctima
Como señalamos, esta semana el diputado Giambastiani pegó el portazo del Partido Verde y profundizó la crisis que atraviesan desde hace meses, con otros dirigentes. El legislador se encontraba como tesorero y le tocó enfrentar la inhibición que le aplicó la Justicia Electoral por no haber rendido los balances como correspondía.
Según afirmó en diálogo con este medio, Giambastini esperó a que se calmaran las aguas para dar el paso al costado. “Yo cumplí con todas las obligaciones como tesorero, porque al partido le debo un montón. Entonces, la idea era hacer todo ordenado y esperar a que hubiera calma para verdaderamente poder tomar decisiones en frío que no fueran basadas en todos estos eventos”, dijo.
El legislador manifestó que seguirá “trabajando” en proyectos en conjunto con su “amigo de toda la vida” Fugazzotto, pero decidió dar un paso al costado por diferencias ideológicas. Si bien comparte la concepción ecologista, desde el punto de vista económico no se sintió representado.
“El Partido Verde tiene ideas mucho más de centro, que a veces, políticamente y económicamente, no están en los lineamientos de la necesidad provincial y nacional. Hay cuestiones que son necesarias, y que hoy en día no podés ponerle un freno porque son lo que necesita para el cambio la Argentina hoy en día”, manifestó y puso como ejemplos el RIGI o el blanqueo de capitales, medidas impulsadas por el gobierno de Javier Milei.
“Son temas en los que nos costaba mucho más coincidir, pero respeto ampliamente al partido, porque supo mantener su identidad y tampoco quería dañarla, manteniéndonos en un lugar donde no podíamos expresarnos”, completó. Por el lado del Partido Verde, evitaron expresarse al respecto, ante las consultas de Los Andes.
Qué dicen otros “autónomos”
La diputada Sol Salinas, que decidió formar un monobloque dentro del intebloque Cambia Mendoza, apartándose del que lidera Enrique Thomas (afín a Casado), señaló que esta tendencia corresponde a “desgastes partidarios” y a una “crisis de representatividad”.
“La era Milei ha pateado el tablero de todas las estructuras partidarias y hoy están todas las instituciones en crisis, porque los dirigentes están enfocados en cosas que no tienen nada que ver con lo que pasa en la calle y eso produce muchos quiebres”, apuntó.
“En nuestro rol representativo nos encontramos en la disyuntiva de darle respuestas a la gente o a las demandas partidarias. Me pasó a nivel personal durante los primeros seis meses de mandato, si hubiera estado metida en la pelea entre Pradines y Casado, no me hubiera enfocado en las reformas que se estaban tratando en la Legislatura”, contó.
Gustavo Cairo, por su parte, indicó: “En mi caso particular, creo que me ha dado más libertad de votar cada tema como realmente lo siento, sin necesidad de ponerse de acuerdo para no quedar divididos en votaciones. En el caso del Código Minero terminé votando solo en un interbloque y quedaba desprolijo. Me siento cómodo, fuera de La Unión Mendocina. No es fácil una convivencia de sectores heterogéneos”.
Julio Villafañe, alfil del diputado tunuyanino Martín Aveiro (PJ), opinó por su lado que las “internas” terminan repercutiendo en estas decisiones y se debe a cuestiones más políticas que personales: “Uno intenta hacer algo nuevo, sin estar puntualmente en contra de nadie”.
Reconoce que a nivel general, “no es buena” tanta división de la oposición y diferenció su caso del resto, ya que formando parte del peronismo, continúa elaborando propuestas con compañeros de ese bloque. Es decir, no rompió el diálogo definitivamente. La diferencia radica en que ganó más protagonismo, al participar de las reuniones de labor parlamentaria, por ejemplo.
Los líderes de los interbloques en contra
El diputado peronista Germán Gómez señaló que estas rupturas “son cuestiones que no mejoran en nada” el debate sobre los problemas de los mendocinos y “corresponden netamente a intereses personales y mezquinos”.
“Tiene que ver en cómo se acomodan de mejor manera en un contexto complejo. Son todas peleas de bajo vuelo que no ayudan en nada”, analizó. “No mejoran el debate porque ni siquiera votan diferente”, apuntó.
Por su parte, Difonso (jefe de LUM) opinó que “en todos los casos de escisiones de bloques, está el Ejecutivo por detrás. Porque tiene una obsesión por manipular todo lo que se trata en la Legislatura. Intenta meter sus tentáculos en todos los partidos, no para mejorar la calidad de vida de la gente, sino para intervenir la vida política de ellos”.
