Tener un pasatiempo, cualquiera sea, genera espacios donde no solo la libertad aflora; sino que, según se cree, es cuando somos felices.
Ya sea pintando, cantando, bailando, tocando un instrumento, armando rompecabezas, descifrando incógnitas, escribiendo, jugando un deporte… Todos somos buenos en algo. "Todos hemos nacido con una capacidad, aquello que -nos salga bien o mal- amamos hacer, nos aleja del trajín diario y nos coloca en un espacio de disfrute real", comienza a analizar la psicóloga Amalia González.
Lo difícil a veces es abstraerse del mundo cotidiano y encontrar aquello que sabemos que, con solo dedicarle unos minutos al día, nos dará esa sensación de felicidad. Reconocer ese talento especial y único, es el primer gran desafío.
La rutina acciona tan fuerte en cada uno de nosotros que, aún sin darnos cuenta, de pronto estamos sumergidos en responsabilidades: trabajo, pareja, hijos, deudas... "Y las responsabilidades de la vida, y las que nos imponemos, nos alejan de lo primordial: nosotros mismos. Y es tan fuerte el responder al mundo de la productividad que terminamos olvidando aquello que nos hace feliz", dice González.
"Tener un pasatiempo, y cuidar de él, es muy importante para gozar de un buen estado de salud físico y emocional"
Quizás muchos recuerdan cuando de niños disfrutaban pintando, cantando o quizás practicando un deporte. O, tal vez, nos cruzamos cada tanto con esas cosas que hicimos (cuadros, escritos, etc.) que rememoran aquellos buenos momentos. Dejar esos intentos creativos que alguna vez hicimos es caer en un error, pues "son solo los espacios donde nos conectamos con nosotros mismos los que nos hacen realmente felices, y de esa manera podemos vivir con otra apertura". Tener y practicar con frecuencia un hobbie nos aleja del estrés, "incluso es lo que nos puede salvar de preocupaciones que tantas veces nos agotan", agrega González.
Pero, ¿en qué nos beneficia tener un hobbie? Aleja la mente y la equilibra. "Al menos durante el momento que dure la actividad, nos permite olvidar preocupaciones, enfados, deudas y, hasta un mal día pasa a segundo plano", comparte la profesional. Del mismo modo, potencia la creatividad y nos relaja. "No es solo 'hacer algo', porque ese 'algo' ayuda y beneficia la salud física y emocional. Por eso es que siempre se recomienda tener un pasatiempo que haga bien; pero sin intencionalidad económica, sino, que sirva como cable a tierra", continúa la psicóloga.
Puede ser que nos preguntemos ¿qué tiene que ver la salud? Bueno, si nuestro pasatiempo se relaciona con alguna actividad física "estaremos ayudando a nuestro cuerpo a prevenir enfermedades como la diabetes y el sobrepeso. Además de reforzar músculos, ayudamos a la circulación sanguínea, a mejorar la capacidad respiratoria, entre otros beneficios", comparte la enfermera Mariela Pavés. Y cuando el hobbie se relaciona con algo intelectual, colaboramos con el manejo de la ansiedad, alejamos cuadros depresivos y problemas en la memoria a corto y largo plazo.
Un punto a destacar es que en la sociedad actual todo se mide por lo que se produce; pero "no todo es dinero en la vida. Y eso es lo que más nos cuesta comprender y compartir. Tener un pasatiempo, y cuidar de él, es muy importante para gozar de un buen estado de salud físico y emocional", añade la psicóloga. Los pasatiempos son un buen motivo de distracción, alimentan el cuerpo y estimulan los procesos creativos.
Y, poco importa lo buenos que seamos al practicarlos o dedicarles tiempo, pues "deben ser momentos de relajación y distracción, no de más presión y responsabilidad. Hay que evitar no contaminar estos espacios de aquello que queremos escapar por un momento" analiza González. Sobre todo comprender que no buscamos competir, sino compartir un momento con nosotros mismos en donde lo único que vale "es cómo nos sentimos mientras hacemos lo que nos gusta". Eso es lo satisfactorio: "las emociones que despierta, entender que no hay presiones ni exigencias y que se trata solo de un momento amoroso con uno mismo que, sinceramente, enriquece la vida de aquel que lo hace parte de sí", cierra la psicóloga.
Si aún no sabés qué te gustaría hacer, Amalia González recomienda primero reconocer tu propia personalidad: qué tipo de cosas disfrutás; es decir, si sos una persona creativa y social o, por el contrario, más reflexiva e introvertida. Esos aspectos cuentan a la hora de elegir tu hobbie, para se convierta en un momento de placer y desarrollo interno. Dedicar tiempo a esa actividad: pero que ese momento que nos hacemos, al menos tres veces a la semana, sea para practicar aquello que nos te gusta sin excusas ni influencia de otros aspectos.
