El celular se ha convertido en una pieza más que importante en la vida de muchas personas, y con la inmensa personalización que pueden ejercer los servicios y aplicativos que tienen los smartphones, es esperable que más de un usuario sienta que es un objeto personal y privado.
Sí, la mayoría de nosotros tenemos un PIN o patrón de desbloqueo en el equipo, pero también está el problema de tener que compartir el dispositivo con las personas más cercanas en el día a día.
Un amigo que quiere fijarse algo o un familiar necesita hacer una llamada o mandar un mensaje, y hasta nuestros hijos que quieren imperiosamente que los dejemos jugar un poco. ¿Qué hacemos mientras tanto con el contenido del teléfono? Ponerle una clave adicional (y diferente) a las apps que queramos es más fácil de lo que parece.