Los teléfonos son dispositivos que usamos constantemente a lo largo del día, lo que los convierte en objetos altamente expuestos a gérmenes y bacterias. La manipulación frecuente y el contacto con diversas superficies hacen que mantenerlos limpios sea esencial para reducir el riesgo de enfermedades. Si bien muchas personas priorizan el lavado de manos como medida de higiene, se suele pasar por alto la importancia de desinfectar el celular.
Los teléfonos pueden contener hasta 18 veces más bacterias que un inodoro, lo que subraya la necesidad de implementar una rutina de limpieza. Estos gérmenes no solo se quedan en el dispositivo, sino que pueden transferirse a las manos y, eventualmente, a otras partes del cuerpo, lo que incrementa la posibilidad de infecciones.
Frecuencia de limpieza
La frecuencia de limpieza dependerá de tus hábitos y de los lugares donde uses tu teléfono. Sin embargo, existen recomendaciones generales para minimizar la acumulación de bacterias:
- Limpieza diaria: Si usás tu celular en lugares públicos, mientras comés o en áreas con alta circulación de gérmenes, es ideal limpiarlo diariamente. Estos entornos facilitan la acumulación de bacterias, y una rutina diaria ayuda a mantener el dispositivo en mejores condiciones higiénicas.
- Limpieza semanal: En entornos más controlados, donde el uso del celular es limitado a espacios cerrados y alejados de áreas contaminadas, una limpieza semanal puede ser suficiente. Esta frecuencia permite eliminar la acumulación de polvo y suciedad que se genera con el uso cotidiano.
Pasos para limpiar tu celular
- Apagá el dispositivo: Antes de iniciar, apagá el celular y desconectá cualquier accesorio. Esto evita daños causados por la humedad.
- Prepará una solución de limpieza: Mezclá partes iguales de agua destilada y alcohol isopropílico en un pulverizador.
- Humedecé un paño de microfibra: Rocíá ligeramente la solución sobre el paño, nunca directamente sobre el celular.
- Limpiá el dispositivo: Pasá el paño suavemente por la pantalla y la parte posterior. Para zonas difíciles, como los bordes de los botones, usá un hisopo apenas humedecido.
- Desinfectá la funda: Si la funda es de silicona o plástico, lavala con agua y detergente lavavajillas. Secala completamente antes de volver a colocarla en el celular.
- Dejá secar al aire libre: Permití que tanto el celular como la funda se sequen por completo durante al menos 15 minutos antes de encender el dispositivo.
