Este mes se cumplen diez años del primer meme viral a nivel mundial protagonizado por la obra del “Ecce Homo”. Se trató de una “particular restauración” de una obra centenaria, que revolucionó al arte, y llevó a ubicar en el mapa a un pequeño pueblo español.
Todo comenzó cuando Cecilia Giménez, de 91 años, oriunda del municipio de Borja, en España, se ofreciera de forma totalmente voluntaria para restaurar el Ecce Homo, obra perteneciente a la iglesia del Santuario de Misericordia. Se trata de un óleo sobre yeso de 66 × 40 cm, pintado por Elías García Martínez después de la Guerra Civil. El paso del tiempo lo había ido deteriorando porque el pintor no utilizó los materiales propios para pintar sobre yeso.
Como resultado, Cecilia hizo que el Ecce Homo se convirtiera en un fenómeno viral a nivel mundial y ubicó al pequeño municipio zaragozano (de apenas 5.000 habitantes) en el mapa.
La pintura era un óleo sobre yeso de 66 × 40 cm, obra del artista Elías García Martínez, un catedrático de la Escuela de Arte de Zaragoza, quien pasaba sus vacaciones en Borja. En 1930 realizó esta pintura al óleo, inspirado en el Ecce Homo de Guido Reni.
La obra se consideraba de poco valor, pero más de 80 años después se planteó su restauración a una aficionada a la pintura, la mencionada Cecilia Giménez.
El resultado fue noticia primero en el principal periódico aragonés, y posteriormente tomó relevancia nacional, llegando a medios de Madrid y Barcelona. Y de allí, al mundo.
Medios de comunicación de todo el planeta mostraron la “hazaña” de Cecilia. Las redes sociales, especialmente Twitter, convirtieron a la ocasional restauradora en protagonista de miles de tuits y memes.
Cecilia Giménez y su cuadro fueron trending topic mundial y pusieron en boca de todos al pequeño pueblo español de Borja.
El efecto ‘Ecce Homo’: 300.000 euros en 10 años
La iglesia del Santuario de la Misericordia queda a cinco kilómetros de Borja. La visita cuesta 3 euros e incluye la iglesia, el Centro de Interpretación, el Caserón y, por supuesto, el Ecce Homo peor restaurado de la historia.
En la actualidad, Cecilia vive en una residencia de ancianos. Casi no concede entrevistas, pero en 2018 le dijo a Elena Pérez Beriain, la primera periodista que contó lo suyo con el Ecce Homo, que lo mejor que le había dado todo esto fue el cariño de la gente. Según ella, “volvería a repetirlo todo”.