Las redes sociales son buenísimas para conocer gente y reencontrarnos con viejos conocidos; ver las tendencias y hasta regalarle Me Gusta a las personalidades que nos gustan o interesan. Los famosos hacen de sus perfiles una fuente de ingresos más pero, por momentos, se cansan de todo lo que les dicen.
Eso le pasó a Guillermina Valdés en su última publicación. La empresaria y modelo se hartó que le dijeran que retoca digitalmente su abdomen y en la foto compartida dio toda una explicación de porqué su pancita luce diferente.
Ella compartió una seguidilla de tomas bajo el epígrafe “Fines de semana, entre cuestión y cuestión, que no falte la exfoliación” pero la que generó revuelo fue la primera, en la que sale en primera plana, con crema en su rostro y con muy poca ropa.
La mujer de Marcelo Tinelli tiene una vedetina amarilla que deja ver el tatuaje que tiene a la altura de sus caderas; y una remera gris anudada a la altura de sus costillas. ¿Lo llamativo para muchos? Que no se le vea el ombligo y sobre ello habló en la publicación.
Cansada de que siempre le digan que se borró el ombligo, se defendió: “Mi querido ombligo se encuentra debajo de la telita gris, si, es pequeño, tenía una hernia luego de mi tercer embarazo, y al solucionarlo me lo dejaron muy peque“.
Y continuó: “Cierta gente fantasea que me lo borre en la foto. Entreno 3 veces x sem. desde los 14, tengo 44, o sea,30 años de disciplina. Siempre buscando un modelo de salud, no estético”.
Para cerrar el tema compartió: “Ciertos comentarios aclarados”. El álbum de foto recibió más de 56 mil Me Gusta y un montón de comentarios en los que sus fans la apoyaron y resaltaron su belleza. “La que te critica no tiene nada que hacer, estas divina!!! Mejor que a los 20 años” o “No hay nada pero que la envidia, no pierdas tiempo en esos comentarios, sos una crack y hermosa”, fueron algunos.
Guillermina Valdés le hizo frente a las críticas sobre el uso del photoshop
Después del revuelo por las fotografías compartidas en su cuenta de Instagram, Guillermina Valdés recogió el guante y filmó varias historias para profundizar sobre el tema y tratar, de una vez por todas, cerrarlo.
“Yo no soy de hablar a cámara porque no me divierte dar explicaciones, pero este es un tema importante para las mujeres. En uno de mis embarazos, uno de mis hijos era muy grandes y tuve una hernia en el ombligo, con lo cual con el tiempo me tuve que operar porque se me salió para afuera y me quedó una bola. Y cuando me hicieron el nuevo ombligo, quedó chiquitito. Me gustaba más el de antes. Pero es eso. Lo digo porque me preguntan siempre”.
“Es eso. A veces te ponen ‘qué se hizo en el ombligo’, ‘dónde está’, que es chiquito… es eso. Tenía una hernia y me lo hicieron chiquito”, remarcó para que no insistan en los retoques.
Antes de dejar de grabarse, aclaró: “Y ya que estamos, también puedo decir que tengo 44 años y que desde los 14 entreno entre tres y cuatro veces por semana. Me rompo el lomo en el gimnasio hace treinta años y busco un modelo de salud entrenando y comiendo de forma equilibrada. Siempre busco un modelo de salud y no parámetros estéticos”.