Agustín enterneció con su actitud de compañero pese a que no pudo hacer la prueba semanal de Gran Hermano

El participante no pudo hacer el reto de la semana por temas de salud, pero su participación fue crucial para el desarrollo de la prueba.

Agustín enterneció con su actitud de compañero pese a que no pudo hacer la prueba semanal de Gran Hermano
Agustín apoyó asus compañeros durante toda la prueba semanal, pese a que no la hizo.

Agustín es de los participantes de Gran Hermano que más resaltó en las últimas semanas. Es que el joven fue desplazado por varios compañeros en la casa y fue el blanco de bullying, lo que generó que afuera sea de los más queridos por el público.

La forma de ser del joven y de jugar no cayó bien en muchos de los participantes, aunque tiene el apoyo de Marcos, el salteño que lo defiende del ataque de los demás y que le juró fidelidad, lo que demostró ser una amistad sincera la que le ofrece.

Es que Agustín ya fue nominado tres veces con amplia cantidad de votos, incluso está en placa, pero es de los menos votados por el público a la hora de definir quién deja la competencia. Además, ya es considerado uno de los finalistas.

El participante demostró que es un gran jugador y estratega, pero hace un juego diferente al resto y por eso se destaca. Desde que ingresó al juego contó que él había visto y estudiado otros Gran Hermano y, a la hora de saber algo específico sobre el reglamento, todos le consultan a él.

Agustín también hizo la prueba semanal de Gran Hermano pero desde un lugar de líder

En las últimas horas, Agus demostró que no solo es buen jugador, sino también buen compañero. Es que por un problema de salud, específicamente de intestinos, no pudo hacer la dura prueba semanal junto a sus compañeros.

Agustín apoyó asus compañeros durante toda la prueba semanal, pese a que no la hizo.
Agustín apoyó asus compañeros durante toda la prueba semanal, pese a que no la hizo.

El reto consistía en pedalear en un bote que colocaron en la pileta, sin parar durante 24 hs, para lograr hacer una cierta cantidad de kilómetros establecidos. Al bote se subían de a dos y, como Agustín como no podía hacerlo, colaboró desde otro lugar, no menos importante.

El joven asumió la responsabilidad de organizar los turnos de sus compañeros, para asegurar que todos estuvieran descansados a la hora de pedalear, incluso durante la madrugada. Además, acompañó sentado en una silla al lado de la pileta casi todo el tiempo y asistió a quienes estaban haciendo la prueba.

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