La amistad de Marcos y Agustín en Gran Hermano se ganó el corazón de quienes siguen a diario el programa. Sobre todo porque, en las primeras semanas, ambos habían sido desplazados por el resto de la casa por diferentes razones y se dieron apoyo mutuo.
El que más sufrió fue Agustín, quien pasó muy solo los primeros días de convivencia porque sus formas no cayeron bien de entrada. Además, fue víctima de bromas pesadas y de mal gusto de parte de otros jugadores, lo que despertó en los televidentes las ganas de cuidarlo y de bancarlo.
Con el pasar de los días, Agus se incorporó al grupo y Marcos tuvo mucho que ver con eso. El joven de Salta le dio apoyo incondicional y eso fue lo que lo ayudó a mantenerse fuerte y en una charla con otros participantes se mostró agradecido.
“Fue la primera persona que se acercó y se interesó por mí. Eso me gustó porque venía acá con una idea bastante robótica sobre las personas y él me ablandó mucho. Me pude abrir con él”, dijo Agustín en una charla con Thiago, Daniela y Marcos en la habitación.
“Siento que es un pibe de 10, de esos que son parte de mi círculo íntimo, que puede ser mi amigo íntimo, que voy a compartir con él muchas cosas lindas acá adentro y afuera. Siento que puedo confiar”, sostuvo.
“Siempre te pregunta si andás bien, si necesitás algo. No te lo pregunta por preguntar. Me pregunta porque me ve la cara o sabe que estoy maquinando con algo. Y me parece que tiene una humildad tremenda. Somos de lugares diferentes pero tenemos una conexión y una onda parecida, eso me encanta”, cerró.
Julieta está furiosa con todos los hombres de la casa de Gran Hermano
Uno de los temas que más enfrenta a los hermanitos son las pautas de orden y limpieza y es ahí donde la figura de Julieta Poggio o “Disney”, como la renombraron por su pasado en el canal de las orejitas, toma protagonismo.
“Vienen a afeitarse y dejan todos los pelos así, cuando hoy lo limpiamos. No es así, lo voy a decir yo”, le comentó muy molesta a Daniela Celis, que también estaba viendo cómo había quedado el lugar.
Ahí fue cuando ambas comenzaron a rosear con desodorante la habitación de los hombres, que aparentemente no tenía buen olor. “Esto es asqueroso, hay olor a baño, literal”, cerró Julieta, que llamó al resto de los participantes para que se hiciera cargo de la situación.