La posmodernidad rampante ha impactado de forma negativa sobre los más jóvenes haciéndolos adictos a los aparatos electrónicos. Este fenómeno ha afectado sobremanera a la llamada ‘’generación Z’', cuya categoría abarca a los nacidos a mediados de los años 2000.
Ante esta problemática que incide en la vida de los jóvenes, un usuario de Twitter, que se apoda Judgethezipper, tuvo la idea de escribir un contrato para regular el uso del teléfono celular de su pequeña hija y hacérselo firmar. Publicó una imagen del contrato con el comentario: “En previsión de que mi hija, de 12 años, consiga su propósito (tener teléfono; aún está por ver), y dado su apego a las normas (bien por ella), mi mujer y yo estamos elaborando este contrato de adhesión, totalmente leonino”.
El documento tiene como protocolo 8 reglas que, según el progenitor, la hija debe cumplir a rajatabla si es que quiere tener su propio celular. Algunas de las normas incluyen: no llevar el teléfono a la escuela, no utilizarlo durante la hora de las comidas y que no tiene permitido que ingrese a su habitación con el aparato electrónico durante la noche: “para despertarse puede usar un despertador” argumentan los padres de la nena.
Si la nena desobedece e incumple estas reglas, eso implica que se le quite el teléfono de ‘’manera temporal’' explicita el documento. Y en caso de ser reincidente, se le sustraerá el aparato de forma definitiva.
Cuando la imagen del contrato fue subida a Twitter generó polémica en la comunidad de internautas, quienes se expresaron con comentarios a favor, así como otros que se oponían a las reglas formuladas en la cláusula.
“Restricciones, imposiciones, suelen conseguir el efecto contrario al deseado, porque se acatan por respeto, fe, amor, confianza; pero acaban mal. Un espíritu respetuoso, también debe sentirse libre. Entresaque unas normas básicas de ese texto, sin coacciones. Educar, no prohibir” replica un usuario.
Mientras que, a modo de apoyo, otro comenta: “De siempre los padres han revisado cajones, cartera, habitación completa o hasta cacheado en busca de sustancias antes de salir de fiesta. Ese tipo de contratos es una forma de marcar LIMITES y normas en base a una futura educación en el uso de dispositivos digitales”.
El padre de la nena acusó rápidamente a los comentarios negativos de ‘’haters’' y de ser ‘’rápidos en soltar bilis sin pensar q igual hay especiales necesidades en mi hija q explican este curioso modo de proceder, y que se creen q dejamos la educación de la prole a un lado sólo por ponerle por escrito unas normas a una niña de 12 años, mi indiferencia”. Además, añadió que le está sumando más reglas al contrato como la restricción para enviar fotos de manera privada o chatear con extraños.