La modelo y empresaria Valeria Mazza tiene una importante propiedad en Uruguay, donde suele pasar las fiestas y el verano. La casa denominada “Valeria” es una finca construida en estilo rústico con piedra y madera; y cuenta con lujos como una gran pileta, amplios jardines y vista a un lago.
Las top model y su familia recibieron el 2023 en esta residencia ubicada en Punta del Este. Allí los Gravier- Mazza suelen pasar los veranos y disfrutar no sólo de las confortables instalaciones de la finca sino también de la playa.
Meses atrás, fue la propia Valeria quien mostró para el programa español “Corazón”, como es esta propiedad de ensueños. “Mi casa de Buenos Aires y mi finca en Punta del Este son sin duda mis lugares en el mundo”, aseguró la modelo en esa oportunidad.
“Es una casa para recibir gente. Hay mucho de mí y de Alejandro. Yo creo que en otra vida fue o será arquitecto”, comentó la blonda.
La finca “Valeria” tiene una fachada de piedras y grandes ventales que dan a una galería. En el exterior posee una serie de sombrillas y reposeras blancas que rodean la pileta de natación. Al borde de la misma, la artista suele practicar yoga, muy cerca también de un lago que la propiedad tiene pocos metros más allá.
Por dentro, la casa tiene paredes de piedras y madera. En el comedor hay una mesa grande de madera y la habitación está iluminada con grandes lámparas. Por otro, e infantaltable para una familia argentina, la casa tiene también una amplia parrilla.
La historia de amor de Valeria Mazza y su esposo
Valeria Mazza y Alejandro Gravier están juntos desde 1990. Se casaron ocho años después, el 9 de mayo de 1998, en lo que fue la boda de la década. Se conocieron en un desfile, cuando ella daba sus primeros pasos en las pasarelas de Buenos Aires.
Según contó la modelo y empresaria, Alejandro estaba sentado entre los espectadores y pidió conocerla. Fue Carolina Peleritti -por ese entonces modelo- quien le dijo a Mazza que había un chico que quería que se la presentaran.
La boda fue inolvidable y se llevó a cabo en mayo de 1998 en la iglesia del Santísimo Sacramento. A la fiesta, celebrada en el Hipódromo de Palermo, asistieron nada menos que 1200 invitados y la novia lució un espectacular diseño de Giorgio Armani.