Hernán Drago es uno de los modelos argentinos que enamora con tan solo lanzar una mirada a la cámara. Su participación en programas de El Trece hizo que muchos se interesaran en su vida privada y el dato de la convivencia con su ex pareja causó una revolución.
Si bien ahora se muestra muy acaramelado con María Belén Palenzuela, hija del humorista y director de teatro Torry Palenzuela, el mediático reconoció vivir con sus hijos Luka y Lola y con su ex mujer Bárbara Cudich.
La propiedad compartida está ubicada en un lote del barrio de Nordelta, es un verdadero paraíso y fue construida por la propia Bárbara, quien es arquitecta, y eligió combinar luminosidad y madera.
En la planta baja, hay una piscina y un quincho semicubierto que invita a disfrutar del paisaje. Y a la vez cumple la función de protección del sol o de la lluvia. Además, el espacio cuenta con muebles de madera y parrilla.
La casa mantiene una estructura de cemento alisado y cuenta con un jardín interno que une a diferentes sectores.
Se trata de una vivienda funcional, elegante y amplia que logra tener una continuidad del paisaje. En el jardín hay mucho césped, flores y algún árbol de la flora autóctona.
La casa de Hernán Drago en Nordelta fue premiada a nivel mundial
La mansión está desarrollada en un terreno a la vera de un río y una laguna. La casa de Hernán Drago sorprende por su elegancia, su funcionalidad y por sus amplias comodidades.
Inclusive, la casa recibió una mención de honor en los premios Architecture MasterPrize (AMP), que reconocen a las mejores edificaciones a nivel mundial.
Entre los premios que se otorgaron, se destaca esta magnífica vivienda, rodeada por agua. La propiedad tiene 510 metros cuadrados y dos plantas.
La obra de la arquitecta Bárbara Cudich fue realizada en hormigón y madera. Lo más interesante es cómo lograron integrar el interior de la casa con el paisaje con una estética moderna.
A pesar de que se construyó antes, se basa en un ideal que surgió de la pandemia: integrar la vida cotidiana a la naturaleza, sin perder la intimidad que requiere cada uno de los ambientes.