Julieta Prandi estuvo en pareja junto a Claudio Contardi durante diez años, en los que formaron una familia con Mateo y Rocco, sus hijos. Más allá de lo logrado juntos, en febrero de 2019, la modelo decidió tomar a sus hijos y abandonar su hogar por haber sufrido diversos tipos de violencia de parte de su pareja.
Desde que el caso se hizo público, Julieta Prandi es noticia debido a su constante lucha contra su ex pareja frente a la Justicia. Los últimos días se dieron a conocer nuevos datos acerca del caso, y estos son los detalles.
Algunos días atrás, Gonzalo Vázquez, panelista de Intrusos, confirmó que Claudio Contardi sería llamado a indagatoria el próximo 17 de octubre. Esto se realizará en base a la causa por violencia y abuso sexual ya que “una pericia psicológica determinó que Julieta no miente”.
El panelista del programa transmitido por América Tv declaró que “todo lo que cuenta (Julieta) es lo que pasó como una experiencia traumática y el juez de la causa tomó la decisión de pedir la indagatoria”.
Por su lado, Bárbara Tomasich, encargada de realizar las pericias a la modelo, encontró “indicadores compatibles con victimización sexua y violencia familiar” en Julieta Prandi. A su vez, informó que la mujer “siente angustia, culpa y aflicción por la manipulación”.
La actriz y conductora de televisión se muestra coherente y consistente, además de no presentar descompensación psicótica ni componentes fabulatorios. Debido a esto, el juez encargado de la causa aseguró que existen elementos para determinar que se produjo el delito de abuso sexual.
Qué dice el informe clínico de Julieta Prandi
Rafael Herrera Milano es el psiquiatra que se encuentra trabajando junto a Julieta Prandi y quien la atiende personalmente. El especialista fue el encargado de conformar el resumen de la historia clínica de la modelo, lo que expresa los detalles dados por ella en las sesiones.
Al principio, el documento asegura: “A lo largo de las entrevistas se han observado indicadores inequívocos de haber padecido situaciones de estrés crónico, compatibles con hostigamiento sexual y violencia familiar sostenidos en el tiempo”.
Para concluir, declara: “Como consecuencia de los mismos se destaca un daño lacerante en su autoestima, un agotamiento físico y psíquico ocasionado por el desgaste de los litigios judiciales vigentes, además del entero cuidado y manutención de sus hijos”.