Desde la madrugada del sábado, comenzó a hacerse efectivo el bloqueo de la red social X en Brasil, ordenado por un juez el viernes. Algunos usuarios ya reportan que no pueden acceder a la aplicación.
Muchos intentan ingresar a X y se encuentran con un mensaje que les solicita recargar el navegador, según informó la agencia francesa AFP. Clientes de operadores como Vivo, Claro y Oi confirmaron la caída del antiguo Twitter, según el sitio local G1.
El sitio web Downdetector, que rastrea interrupciones en servicios en línea, registró un aumento en el número de usuarios que informaron problemas para acceder a X a las 00:10 (hora local).
La suspensión de la red social, conocida anteriormente como Twitter, fue ordenada por el magistrado Alexandre de Moraes del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil. De Moraes ha mantenido un enfrentamiento con Elon Musk durante meses sobre los límites de la libertad de expresión.
Figura destacada en la lucha contra la desinformación en Brasil, Moraes emitió la orden de “suspensión inmediata” de X en todo el país, estableciendo un plazo de hasta 24 horas para su cumplimiento. La decisión generó la indignación de Musk, quien se autodefine como un firme defensor de la libertad de expresión. En respuesta, Musk calificó a Moraes de “dictador malvado” y afirmó en X: “La libertad de expresión es la base de la democracia y un seudo juez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos”.
Moraes exigió a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) que tome “todas las medidas necesarias” para implementar el bloqueo, que afecta a los 22 millones de usuarios de X en Brasil, según DataReportal.
Poco después de que comenzara a aplicarse la orden judicial, el organismo de telecomunicaciones informó sobre el cumplimiento de las medidas en un país donde otras plataformas, como WhatsApp y Telegram, también fueron suspendidas temporalmente en el pasado por órdenes judiciales.
El juez Moraes también advirtió que se impondrán multas diarias de aproximadamente 9.000 dólares a quienes intenten eludir el bloqueo mediante “subterfugios tecnológicos”, como redes privadas virtuales (VPN).